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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Los Brics y el ascenso del sur global

Jueves, 04 de mayo de 2023 02:29
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El 2 y 3 de junio, en una reunión que tendrá lugar en Ciudad del Cabo, los cinco cancilleres del grupo Brics discutirán las condiciones para la admisión de nuevos miembros al quinteto integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, que ejerce este año la presidencia rotativa de la asociación. Anil Sooklal, representante sudafricano en el Brics, señaló que "hay más de una docena de países que han llamado a la puerta. Estamos bastante avanzados en la búsqueda de otro grupo de nuevos miembros".

Las conversaciones sobre la ampliación empezaron el año pasado, cuando China ocupó la titularidad del bloque, lo que despertó cierta preocupación en algunos de sus socios ante el peligro de perder influencia relativa en las decisiones por el ingreso de países aliados a Beijing. La gravitación china es incontrastable: su producto bruto interno más que duplica la sumatoria de los otros cuatro miembros.

En su conjunto, los países del Brics acumulan hoy el 23 % del producto bruto global y albergan al 42% de la población mundial. China es la segunda potencia económica y en menos de una década desplazará del primer lugar a Estados Unidos. India acaba de reemplazar a Gran Bretaña, su ex metrópoli, del quinto lugar en ese ranking. Rusia ocupa el décimo puesto y Brasil, que ocupa el undécimo, tiene más de la mitad de la población, la superficie y el producto bruto de América del Sur. Sudáfrica está más atrás, pero es el país económicamente más relevante de África. En términos de largo plazo, el fenómeno es aún más significativo: las proyecciones para el 2050 colocan a los BricsS como el mayor bloque económico mundial.

El acrónimo "Bric" fue acuñado en 2001 por Jim O' Neill, economista - jefe de Goldman Sachs. Se formalizó en un encuentro de cancilleres celebrado en 2006 en Nueva York, en coincidencia con la asamblea general anual de las Naciones Unidas. Sudáfrica fue admitida en 2010. En 2014 sus miembros fundaron el Nuevo Banco de Desarrollo, concebido como contrapeso al FMI y al Banco Mundial, al que luego adhirieron, entre otros, los Emiratos Árabes Unidos (EAU).

No se trata de un bloque monolítico. Su común denominador es la idea de generar una alternativa al predominio de Estados Unidos y sus aliados en el sistema de poder mundial. Sus integrantes tienen en muchos casos intereses y posturas bastante diferentes, pero realizan ingentes esfuerzos diplomáticos por armonizar criterios y disimular lo mejor posible sus diferencias.

Un quinteto heterogéneo

Por su potencialidad económica y tecnológica, China ejerce el liderazgo natural de la asociación, que enlaza con su ambiciosa iniciativa geopolítica de la Franja de la Ruta y de la Seda, el mayor instrumento de su expansión global. No en vano sede del BND, el brazo financiero del bloque, está radicado en Shangai. No obstante, Beijing cuida celosamente las formas y atiende con pulcritud los reclamos de sus socios, a los que considera aliados inestimables en su estrategia de "ascenso pacífico".

India se caracterizó siempre por transitar por el escenario mundial en puntas de pie, salvo en lo referido a su conflicto histórico con su vecino Pakistán. Narendra Modi es un líder nacionalista con un estilo agresivo y confrontativo en el orden interno, pero conserva los trazos principales de la política exterior de "no alineamiento" inaugurada por Jawaharial Nehru, el primer jefe de Estado indio después de la independencia.

A la inversa de India, la Rusia de Vladimir Putin es hoy una "potencia revisionista" decidida a impulsar una rápida reconfiguración del sistema mundial. Los tiempos de Moscú son mucho más acelerados que los de Beijing, como lo revela la guerra de Ucrania. Su problema es similar al que padeció la desaparecida Unión Soviética: su poderío militar, que en términos de capacidad nuclear equivale al estadounidense, no se compadece con su base de sustentación económica. Para el Kremlin, la pertenencia a los BricsS se ha convertido en una necesidad ineludible para su supervivencia ante el aislamiento derivado de las sanciones impuestas por Occidente.

Brasil, cuya política exterior pretendió siempre consolidar un liderazgo regional con proyección global, encontró en los BricsS un excelente instrumento para canalizar esa aspiración histórica. Lula fue uno de los socios fundadores del grupo y desde su regreso al gobierno, con la consigna de que "Brasil está de vuelta", asumió un fuerte protagonismo internacional con su viaje a Beijing y su propuesta de mediación en la guerra de Ucrania que desencadenó un choque diplomático con la Casa Blanca cuyos efectos intenta amortiguar. La designación de Dilma Rousseff como presidenta del BND fortalece esa renovada presencia.

Sudáfrica, el país económicamente menos significativo del bloque, logró su admisión por una razón política que es simbólicamente relevante. Si China, India y en cierta medida también Rusia expresan al mundo asiático y Brasil a América Latina, la participación de Sudáfrica certifica la presencia del continente africano, indispensable para proyectar internacionalmente una imagen representativa del "sur global".

Un eje tricontinental

China y Rusia tienen en África una activa presencia, cuyo incremento preocupa naturalmente a Washington y a las antiguas potencias coloniales europeas. Como una curiosa reminiscencia histórica, Beijing y Moscú reciclan, en un contexto mundial radicalmente distinto, su antigua estrategia de apoyo a los movimientos de liberación de las naciones africanas, a través de un acercamiento político y económico con los nuevos estados independientes, basado en la misma premisa del recelo hacia Occidente.

En África, China aventaja a cualquier competidor. Las empresas chinas ganan incluso numerosas licitaciones de obras públicas financiadas por el Banco Mundial. Ingenieros, técnicos y trabajadores chinos están diseminados en la región a cargo de la construcción de grandes carreteras, vías férreas, represas hidroeléctricas y otros proyectos de infraestructura y también de la explotación de yacimientos minerales.

Rusia, en cambio, tiene que compensar su menor poderío económico con una mayor audacia y agresividad en sus apuestas. Las empresas rusas concentran sus inversiones en los minerales, pero aportan también un ingrediente políticamente relevante a través de la actividad del grupo Wagner, la compañía de mercenarios apañada por el Kremlin que alcanzó un singular protagonismo en Ucrania, en el respaldo a algunos gobiernos locales o a facciones rivales en las guerras civiles que desgarran la región, especialmente en Libia y en Sudán.

Con su asiento principal en Asia, una intensa actividad en África y un pie en América Latina a través de Brasil, los Brics tienen hoy en carpeta trece solicitudes formales de adhesión y otras seis en trámite. Entre las más destacadas figuran los Emiratos Árabes Unidos y también Arabia Saudita e Irán, dos históricos archirrivales que retomaron sus relaciones por obra de la diplomacia china. En esa nómina de aspirantes figura la Argentina, cuya incorporación es patrocinada por Brasil.

Esta ampliación de los Brics, que se definirá en junio en Ciudad del Cabo y probablemente se materialice en sucesivas etapas, a través de acuerdos bilaterales, implicará un cambio significativo en el escenario internacional, signado por el progresivo desplazamiento del eje de poder mundial desde el Norte hacia el Sur, desde Occidente hacia Oriente y desde el Atlántico hacia el Pacífico.

* Vicepresidente del Instituto de Planeamiento Estratégico

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