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El oficialismo equilibró la balanza en las últimas horas y se prepara para dar la pelea cuerpo a cuerpo mañana en la Cámara de Diputados, donde se jugará la suerte de la ley de Financiamiento Universitario.
Así se desprende después del acompañamiento al veto presidencial que el PRO anunció a través de un comunicado oficial, sumado al voto de un par de radicales que ya se habían teñido de violeta en la sesión por las jubilaciones.
La bajada de línea del macrismo hace presagiar que la mayor parte del bloque votará en sintonía con el Gobierno, aunque habrá que prestar atención a la cantidad de ausencias: si fueran numerosas, eso ayudará a la oposición y complicará los planes del oficialismo.
Sin ir más lejos, en la sesión del 15 de agosto último se habían ausentado cuatro legisladores de la bancada amarilla: Álvaro González (que anunció que esta vez votará a favor de la ley); Sabrina Ajmechet (que es un producto genuino de la universidad pública por su vasta formación en la UBA y la UNSAM); Héctor Baldassi y Emmanuel Bianchetti.
La lista podría engrosarse significativamente y eso dejaría herida de muerte cualquier chance del Gobierno respecto a salvar el veto presidencial.
El apoyo de la bancada del PRO, que lidera Cristian Ritondo, es crucial, pero no es suficiente por sí solo y el oficialismo deberá salir a la caza de más votos para asegurarse el blindaje del veto.
A diferencia de la sesión del 15 de agosto, cuando hubo 35 ausentes, y entre ellos una quincena de Unión por la Patria (UxP), esta vez el Gobierno no contará con esa ventaja.
El jefe del bloque peronista, Germán Martínez, va a pasar lista de forma estricta y seguramente tendrá a sus 99 diputados en fila para ingresar al recinto y ocupar las bancas al inicio de la sesión, dispuestos a votar afirmativamente por el proyecto cuando corresponda.
Esa circunstancia elevará el piso de votos que el oficialismo necesitará para llegar al tercio, por lo que habrá que ajustar tuercas y replicar lo más aproximadamente posible la legión de "87 héroes" que el presidente Javier Milei homenajeó por frenar la mejora a jubilados.
Más allá de cómo se distribuya el voto del PRO, también es clave lo que hará el resto de los aliados: una buena noticia para el Gobierno es que los diputados nacionales de la UCR Luis Picat y Mariano Campero no van a votar junto al resto del radicalismo.
Ellos dos se habían ausentado el 15 de agosto, y ahora analizan repetir esa conducta o bien votar junto al oficialismo a favor del veto.
En cambio, los diputados Martín Arjol y Pablo Cervi habían votado a favor de las universidades nacionales, con lo cual en caso de "panquequear" el costo para ellos será mayor.
El último de los cinco radicales "violetas", José Federico Tournier, no había asumido a su banca en agosto cuando se dio aquel debate en el recinto.
En diálogo con Diputados TV, Picat reveló que el grupo de los cinco iba a mantener en las próximas horas una reunión para definir si la postura que cada uno de ellos asuma será la de "respetar el voto anterior en el caso de universidades".