inicia sesión o regístrate.
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo se anuncian con luces, mucha comida y la promesa de la alegría compartida. La escena de las familias reunidas, brindis, abrazos, balances y deseos es muchas veces un ideal. Muchas veces, para una parte creciente de la población, las personas mayores, estas fechas también pueden convertirse en un momento difíciles donde lo simbólico y lo emocional es importante.
Si bien son días especiales para las familia, desafortunadamente hay miles de personas mayores para las que estas fechas son sinónimo de tristeza y añoranza. La soledad en las personas mayores en las fiestas de Fin de Año es una epidemia silenciosa que se extiende cada vez más. Primero tenemos que verla, entenderla y saber que existen alternativas para hacerle frente.
Un artículo de Jorge Nicolás O´Brien nos brinda una serie de consejos y cuidados, sobre la soledad y la pirotecnia, para celebrar la Navidad con personas mayores.
La soledad de la persona mayor en los tiempos de celebración y el uso de pirotecnia
Los tiempos de las fiestas de fin año son momentos de celebración. Amigos y familiares se reúnen para compartir charlas, cenas y regalos. Sin embargo, para algunas personas mayores, estas fechas pueden generar sentimientos de soledad, nerviosismo y ansiedad. El propósito de este artículo es crear conciencia en la familia y en la comunidad sobre la importancia de incorporar a la gente mayor a su mesa, a su conversación y en la toma de decisión. La soledad en los mayores ha sido estudiada como un evento muy significativo para su calidad de vida. No todas las soledades son negativas, ya que es frecuente que una persona mayor quiera estar tranquila algunas veces. La soledad tiene múltiples dimensiones. Soledad y aislamiento social son conceptos muy diferentes. La soledad es el sentimiento de estar solo o separado de los demás. El aislamiento es la falta de contactos sociales con los que se pueda interactuar. En otras palabras, “se puede vivir en aislamiento y no sentirse solo o, por el contrario, uno puede tener el sentimiento de estar sólo a pesar de estar con otras personas”.
En este articulo, nos vamos a detener en la “soledad no deseada” que es la que más afecta a los sentimientos de las personas mayores y –con más intensidad- en las fiestas de fin de año.
Hablamos de estar a la espera de un llamado de los hijos o los nietos, sabiendo que nunca se ocurrirá. Estar deseosos de ser invitados a participar en las reuniones familiares, sin éxito alguno. Cuando estas expectativas de recibir afecto y sentirse incluidos en la familia no se cumplen genera una sensación de angustia y tristeza que puede conducir a la depresión y el “auto abandono” de las personas mayores. Esto se puede producir ya que razonan: “si ni mis hijos me quieren será que no tengo valor alguno, en esta etapa de mi vida”. Esto se da cuando ese entorno está físicamente cerca pero le es totalmente indiferente o es -lo que es peor aún: irreverente, subestimándola con las burlas (cuando es lenta para hablar o repite la misma historia varias veces, descalificándola en sus opiniones, menospreciándola cuando la someten a las decisiones familiares sin respetar la suya o sin tener en cuenta sus deseos o su opinión. O sea su entorno no le brinda ningún tipo de atención, contención, ni comprensión en su actual situación.
“La indiferencia es una cruel forma de violencia”.
Las fiestas de fin de año representan una gran oportunidad para hacer partícipes a las personas mayores: No simplemente invitarlos a una cena para que sean testigos de lo que ocurre, sino para brindarles protagonismo. El lugar que debe ocupar la persona mayor en la reunión es la cabecera de la mesa familiar, desde donde pueda mirar a toda su descendencia y transmitir su experiencia.
Las relaciones intergeneracionales han mostrado ser un factor beneficioso en la salud mental de las personas mayores y tienen efecto positivo también sobre las personas más jóvenes. Darse un tiempo para escuchar y aprender de la experiencia, viajar en el tiempo mediante una conversación quizás el regalo más valioso que podamos recibir esta Navidad.
Con el objetivo de morigerar el efecto de la soledad no deseada, la Secretaría de la Personas Mayores ha lanzado la Campaña “Soledad Cero” junto al Voluntariado Social de Adultos Mayores “VOS AMAS”- visitando los hogares de ancianos, donde no suelen recibir visitas familiares frecuentes y Hospitales donde la gente mayor esta convaleciente y sola. “La idea es que: “A falta de visitas familiares debe ser la comunidad quien le brinde amor y contención a la persona mayor”. En todo momento debemos tener en cuenta que -si hay algo que es inexorable- es que todos vamos a llegar a tener una edad avanzada, en el mejor de los casos. Por eso siempre es bueno recordar una consigna fundamental en toda comunidad organizada: Para vivir en un mundo mejor tenemos que brindarle “Buen trato a la Persona Mayor”.
Cómo afecta la pirotecnia en los adultos mayores.
La pirotecnia sonora afecta a los adultos mayores principalmente en su salud física y emocional: puede provocar problemas cardíacos, auditivos y aumentar la ansiedad o el estrés. 1) En cuanto a la salud física, genera riesgo cardíaco. los estruendos repentinos pueden generar taquicardia, hipertensión y riesgo de descompensación en personas con enfermedades cardiovasculares. Trastornos en la audición. Tambièn la pérdida auditiva relacionada con la edad se agrava con ruidos intensos, pudiendo causar dolor, zumbidos o mayor deterioro auditivo. Afecta el Sueño y descanso: El ruido nocturno interrumpe el sueño, lo que afecta la recuperación física y el bienestar general. 2. Salud emocional y psicológica. Ansiedad y estrés: Los ruidos fuertes generan sensación de amenaza, aumentando la ansiedad y el nerviosismo. Confusión y desorientación: En adultos mayores con demencia o Alzheimer, los estruendos pueden provocar episodios de agitación o miedo intenso. Sensación de inseguridad: El entorno ruidoso puede hacer que se sientan vulnerables y menos protegidos.
Aislamiento social: Muchos adultos mayores evitan salir en épocas festivas por temor a la pirotecnia, lo que incrementa la soledad.
Medidas de prevención
- Evitar exposición directa: Mantener ventanas cerradas y usar tapones auditivos.
- Ambiente tranquilo: Crear espacios silenciosos y seguros dentro del hogar.
- Acompañamiento: Estar cerca de adultos mayores durante celebraciones para reducir la ansiedad.
- Conciencia social: Cada vez más ciudades prohíben la pirotecnia sonora para proteger a adultos mayores, bebés y personas con TEA.
En resumen, la pirotecnia no solo es un riesgo físico para los adultos mayores, sino también un detonante de ansiedad y aislamiento social. Por eso, en nuestra provincia ya es Ley la prohibición de los fuegos artificiales ruidosos como medida de protección.
Dr. Jorge O’Brien, director general de Adultos Mayores