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El acuerdo Mercosur con la Unión Europea representa un gran mercado común del sur que agrupa Brasil, Argentina Uruguay Paraguay y Bolivia y los Estados de la Unión. El mismo podría ratificarse a mediados de noviembre en Bruselas, después de mas 20 años de negociaciones.
El acuerdo se concluyó en el 2019, pero sin ratificaciones por parte de los estados miembros de la Unión Europea, UE. Las ratificaciones de los estados europeos son indispensables para que el colosal acuerdo se concrete.
El mismo representa el tratado más importante de libre comercio, una zona de intercambio que compromete a 780 millones de consumidores y de intercambios entre 40 y 45 mil millones de euros de importaciones y exportaciones. El acuerdo pretende facilitar los intercambios comerciales entre los firmantes, suspendiendo la casi totalidad de los derechos de aduana entre las dos zonas. Los países del Mercosur producen un cuarto de la producción del planeta de la carne bovina y representa un tercio de las exportaciones mundiales. Los opositores se preguntan como se puede aceptar la carne que proviene de la alimentación a base de hormonas o las aves víctimas de aceleradores de crecimiento… es inconcebible imponer a los consumidores europeos una alimentación que las normas prohiben producir en Europa.
Aun hoy, el peor alumno del Mercosur es Brasil.
La posición de Francia
Si bien el presidente francés era favorable y promovía en los pasillos de Bruselas el acuerdo, hoy la tendencia cambio, si se concreta el tratado, el mismo será el objeto de grandes movilizaciones, organizadas por la Federación Nacional de Sindicatos de las explotaciones agrícolas y ganaderas. Entre los productos que crean el mayor rechazo se encuentran la importación de miel, arroz, soja, la carne bovina y avícola, soja… Las tensiones entre los agricultores franceses y europeos crecen a medida que las negociaciones retoman su curso en Bruselas.
El presidente Macron y la clase dirigente francesa sostienen que el tratado no es aceptable en su forma actual. Dentro de este contexto, Francia embandera tres frentes de batalla: el primero, el respeto a los acuerdos de París sobre el clima; segundo, la instauración de "cláusulas espejo" en otros términos imponer a los productos importados el respeto a las mismas reglas y condiciones de cría y en la línea de producción que se exigen en Francia y la tercera, la protección de los intereses de las industrias y de los agricultores franceses.
El grupo de izquierda en el Parlamento Europeo reprocha al presidente Macron su debilidad para defender los derechos de los sectores involucrados y los efectos nefastos si el acuerdo se aprueba.
El mayor problema que enfrenta Francia en este contexto es la alianza entre Alemania, Italia y España que ven el acuerdo como "el dorado". Berlín considera el Mercosur como una oportunidad muy rentable, en particular el aumento de la exportación de autos y tecnología alemana. Olaf Scholz declaró en Bruselas, durante la ultima reunión, que "las negociaciones con el MERCOSUR deberían concluirse rápidamente", marcando de esta manera su abierta oposición con su par francés. Son las mismas declaraciones que manifestó durante su entrevista con el presidente argentino Javier Milei, en enero de este año durante el encuentro que mantuvieron.
El acuerdo podría estar en la orden del día de la próxima cumbre del G20 que debuta el 18/11.
íííEn el terreno francés los motores de los tractores se encienden y están listos a arrancar para invadir las rutas y llegar a la capital, una vez más!!!
Consideran al acuerdo una competencia desleal y una gran amenaza al mundo agrícola ganadero. Ya hicieron saber que pedirán una compensación por los daños que el mismo va a causar. Respetar las normas ambientales y fitosanitarias encarece los costos, no podrán competir con los mejores precios de algunos productos importados que no tienen las mismas cargas normativas, fitosanitarias, ni fiscales. A eso hay que sumar el aumento de la energía como consecuencia de la guerra entre Ucrania y Rusia, que aun continua, sin solución inmediata.
BRICS, la otra ventana
En Kazan, Rusia, durante el ultimo encuentro del grupo de países emergentes que forman el BRICS: Brasil, Sud África, y piloteado por los tres grandes China, India y Rusia, el jefe del estado ruso demostró que puede convertir en un fracaso los intentos de aislar a Rusia del mundo occidental como penalización de la invasión a Ucrania.
Aunque no hubo decisiones concretas de los temas previstos en la agenda y a pesar de que el primer ministro de India, Narendra Modi, trata de frenar la drástica posición antioccidental del Kremlin, eso no impidió declaraciones muy optimistas del futuro de las relaciones entre los países, en particular entre los dos colosos, India con su homólogo de China, Xi Jinping (hacia cinco años que los dos líderes no se reunían de forma bilateral) los encuentros permitieron acercar a las partes. La economía en India necesita inversiones chinas para convertirse en el líder de la manufactura mundial, de acuerdo con las aspiraciones del líder indio.
"A la reunión de los BRICS también asistió a la cumbre el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que aprovechó para reiterar el cese del fuego en Gaza".
Además, en el encuentro participaron otros 20 dirigentes de países emergentes
Putin, en este contexto, facilita y promueve acercar a los miembros del BRICS con fines económicos, comerciales, estratégicos y personales. En el fuero económico, Rusia no tenía grandes expectativas de concretar los detalles de un sistema financiero alternativo. El texto del acuerdo enumera responsabilidades y objetivos sin limites de tiempo, sin embargo, convinieron en examinar las reglas para poner en marcha un "sistema BRICS" de pago inter-fronteras independiente, se trata de completar las infraestructuras actuales. Es una de las prioridades que no disimula el Kremlin, la prueba la nominación de un jefe de la administración rusa con el fin de avanzar en la cooperación económica y financiera con el BRIC y crear un nuevo Banco de Desarrollo a tal fin.
Además, Putin presidio la reunión que tenía en la agenda tratar el tema de los nuevos adherentes y candidatos para formar parte del BRICS. Es otra clara señal del interés que despierta el acuerdo al líder del Kremlin.
Uno de los aspirantes es Turquía (primer país miembro de la OTAN). Aunque ello no cabe dentro del formato del BRICS, ya que el grupo no tiene como fin una alianza militar o una organización integrada como es la Unión Europea (por el momento)
También asistió a la cumbre el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que aprovechó para reiterar el cese del fuego en Gaza y la liberación de los secuestrados y por otro lado reiteró que se debe poner fin a la invasión en Ucrania "necesitamos paz conforme a la normativa del derecho internacional y las resoluciones de la ONU" "Debemos vivir como una gran familia". Putin, como de costumbre, escucho impasible el discurso y replicó a Guterres "en las familias existen disputas, escándalos, litigios de propiedad y muy frecuentemente peleas irreconciliables". Sin dudas, el conflicto con Ucrania está lejos de solucionarse.
La cumbre marcó un nuevo escenario mundial y el encuentro entre los líderes va más allá del marco estrictamente diplomático y protocolar, fija nuevos frentes de interés estratégicos, comerciales y económicos, a la vez permitió el reforzar las relaciones personales entre los grandes.
Frente a este contexto el resto del mundo se encuentra impotente, sin poder evitar las ambiciones y objetivos de esta nueva unión, que empieza a tomar fuerza con consecuencias impredecibles.