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Finaliza el 2024 con una creciente demanda de tratamiento psicológico, tanto en el sector privado como en los dispositivos públicos de salud mental, donde los pedidos de consultas no sólo están relacionados con estados de angustia, depresión, duelo y síntomas tales como insomnio, falta de apetito, aburrimiento, cansancio crónico o aparición de enfermedades psicosomáticas. No sólo de urgencias se llenan las agendas de psicólogos y psiquiatras; además de estos cuadros "clásicos" –podría llamarlos- se observa un cambio en la conducta de muchas personas hacia una búsqueda de bienestar más profundo y duradero. Este fenómeno, que podría interpretarse como un signo de evolución humana, destaca la transición de un estilo de vida centrado en las gratificaciones fugaces del consumo, hacia la exploración de respuestas personales que llenen el vacío existencial. Parece ser que la insatisfacción con las promesas incumplidas del consumo está llevando a muchas personas a replantearse su vida y buscar fuentes de sentido más duraderas. Los pacientes buscan no sólo explicaciones a su malestar; quieren saber cómo y con qué herramientas arreglárselas con el ritmo vertiginoso de un mundo que plantea cambios constantes. ¿Cómo abordar cuestiones vitales como la estabilidad emocional, un proyecto de vida, una carrera exitosa, o llegar hasta los noventa años con una vida que merezca ser vivida?
Este proceso puede ser analizado desde las perspectivas de tres grandes pensadores contemporáneos: Zygmunt Bauman, Yuval Noah Harari y Estanislao Bachrach.
La fragilidad del consumo en la modernidad líquida: Zygmunt Bauman, en su teoría de la modernidad líquida, señala que las sociedades contemporáneas han reemplazado los valores estables y duraderos por una cultura de lo efímero. Describe cómo el consumismo fomenta una constante insatisfacción: las personas buscan en el entretenimiento, las pantallas y los objetos materiales una felicidad que se desvanece, inevitablemente.
Este ciclo perpetuo de deseo y frustración, explica Bauman, no solo agota a los individuos sino que también los desconecta de su ser más profundo.
La narrativa humana: Yuval Noah Harari, por su parte, subraya el papel fundamental que juegan las historias y narrativas en la configuración de la humanidad. En su obra Sapiens y Homo Deus, Harari sostiene que los seres humanos han evolucionado no solo biológicamente, sino también culturalmente, a través de la capacidad de crear y compartir ficciones colectivas o realidades intersubjetivas, que nos permiten colaborar en gran escala y lograr cosas que son imposibles para otras especies. Sin embargo, en la era contemporánea, muchas de las narrativas tradicionales —religiosas, filosóficas y culturales — han perdido su fuerza, dejando un vacío que el consumismo no ha logrado llenar. Harari sugiere que este vacío narrativo está impulsando a los individuos a buscar nuevas historias que den sentido a sus vidas. Desde la meditación y la psicoterapia hasta el desarrollo personal y el activismo social, las personas están intentando reconectar con narrativas que trasciendan la gratificación inmediata. Este proceso podría interpretarse como una forma de evolución humana, donde las prioridades se desplazan de la acumulación material hacia la comprensión del ser y un propósito de vida más consistente.
Harari sugiere que este vacío narrativo está impulsando a los individuos a buscar nuevas historias".
Neuroplasticidad y cambio personal: Por su parte el científico argentino y doctor en Biología Molecular, Estanislao Bachrach, desde su enfoque en la neurociencia y el desarrollo personal, aporta una perspectiva clave para entender este despertar humano. En sus obras Agilmente y En Cambio, destaca la capacidad del cerebro humano para transformarse a través de la neuroplasticidad, permitiendo a las personas reconfigurar sus pensamientos, emociones y comportamientos. Según Bachrach, muchas personas están comenzando a cuestionar los hábitos y patrones mentales que perpetúan el vacío existencial, optando en su lugar por entrenar su cerebro hacia el bienestar y la creatividad. Este proceso requiere un esfuerzo consciente para romper con la gratificación inmediata y cultivar hábitos que promuevan un sentido de propósito y conexión. La ciencia nos demuestra que estos cambios no solo son posibles, sino esenciales para alcanzar una vida plena en cualquiera de sus etapas.
Bachrach también enfatiza la importancia de la autogestión emocional y la adaptabilidad, dos habilidades que, en un mundo de incertidumbre, están cobrando una relevancia crucial. Estas herramientas no solo ayudan a los individuos a enfrentar los retos cotidianos, sino que también los acercan a una comprensión más profunda de su potencial humano.
"Bachrach enfatiza la importancia de la autogestión emocional y la adaptabilidad, 2 habilidades".
Tanto Bauman como Harari y Bachrach coinciden, desde sus perspectivas, en que el ser humano contemporáneo se encuentra en un estado emocional y psicológico que podríamos denominar como "una crisis de significado", vinculada a cambios profundos de valores y creencias. Sin embargo, esta crisis también es una oportunidad: un catalizador para la transformación personal y colectiva. El descontento con las distracciones superficiales está llevando a muchas personas a preguntarse qué significa realmente vivir una vida plena siendo la pandemia de COVID-19 el mayor acelerador de este proceso; al enfrentar el aislamiento, la incertidumbre y el duelo, millones de personas han redescubierto el valor de las conexiones humanas, la introspección y la búsqueda de bienestar integral. Esto podría ser un indicio de que, como especie, estamos dando un paso hacia una nueva etapa de evolución, caracterizada por una mayor conciencia de nosotros mismos y de nuestro lugar en el mundo.
La transición desde el consumo hacia la búsqueda de sentido no es uniforme ni lineal, pero representa un cambio significativo para la humanidad. La pregunta es si la nueva narrativa que estamos construyendo tomará el camino de la reconstrucción de valores compartidos y la revitalización de los lazos sociales, ¿o irá rumbo a la fragmentación y a la soledad?
* El Grito Obra del artista noruego Edvard Munch, considerada una expresión propia de nuestros tiempos