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30 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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¿Prioridad olvidada? Los desafíos que enfrenta el sistema educativo argentino

Martes, 19 de marzo de 2024 02:04
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Oscuras nubes se ciernen sobre el panorama educativo este 2024: incertidumbre; desinversión, menos horas de clase y desafíos tecnológicos que amenazan el futuro del aprendizaje.

Entre tanto, la educación sigue sin aparecer como tema prioritario para la política nacional. Es llamativo que no figure entre los 10 puntos en el Pacto del 25 de Mayo con las Provincias convocado por el presidente Milei. Esa ausencia es crucial: la educación es un pilar fundamental para el desarrollo social, económico e individual de un país

La cantidad de días de clase efectivos en Argentina es incierta debido a los paros y medidas de fuerza. La resolución 451/2023 del Consejo Federal de Educación instituía 190 días de clase, superando los 180 días que fijaba la ley sancionada en diciembre de 2003 que establecía que el ciclo lectivo anual debía contar como mínimo con 180 días efectivos de clase. Solo cinco provincias, incluida Salta, planificaron 190 días de clase en 2024 a pesar de que la realidad indica que no se van a cumplir. Esto pone de manifiesto la falta de coherencia y cumplimiento de las normativas educativas en el país y el nivel de conflictividad en el área, lo que plantea desafíos en la equidad educativa y la calidad de la enseñanza. La duración de los días escolares en Argentina es similar al promedio de la OCDE, pero existen diferencias significativas entre provincias argentinas en cuanto a horas de clase. La ciudad autónoma de Buenos Aires, por ejemplo, supera las 1000 horas teóricas por año, influidas por la jornada extendida, mientras que Salta, con 809 horas aproximadamente, se verá disminuida por la eliminación de la "hora de más" que significaba 38 días más de clase por año en el nivel primario.

Hambre y educación

La educación no puede ser efectiva cuando los chicos tienen hambre. Entre las restricciones presupuestarias que afectan la educación está la disminución de la cobertura de alimentación escolar. ¿Cómo preparar a los recursos humanos del futuro sin una alimentación adecuada? El hambre tiene un impacto significativo en el aprendizaje de los niños ya que retrasa el desarrollo cognitivo y social, aumenta el riesgo de la deserción y reduce las oportunidades de éxito en la vida; la alimentación adecuada es un derecho humano fundamental y un pilar para el desarrollo pleno de los niños y adolescentes. En Argentina, millones de alumnos de escuelas estatales reciben almuerzo y desayuno gratuitos, que por restricciones presupuestarias se verá afectada. Este es el problema que se suma a una preexistente que es la malnutrición que sigue siendo un desafío. El acceso a una alimentación de calidad impacta en la salud física, las capacidades cognitivas y el rendimiento académico de los estudiantes. En 2022, casi 2 millones de alumnos recibieron almuerzo gratuito en escuelas estatales del país y alrededor de 3 millones el desayuno, lo que mostró un aumento revelador que refleja la creciente necesidad de apoyo alimentario.

La cantidad de beneficiarios en los últimos 10 años aumentó un 24% para almuerzo y 37% para el desayuno; creció más que la matrícula para el mismo período. También hay que indicar que la descentralización educativa en Argentina ha llevado a que cada provincia tenga su propio programa de alimentación escolar, generando disparidades en los estándares nutricionales y la calidad de los menús. Es crucial que el Gobierno Nacional y las provincias trabajen juntos para garantizar un marco legal nacional que establezca estándares claros de una alimentación nutritiva ya que esto podrá favorecer el desarrollo integral y la mejora académica.

Disparidad salarial

Andreas Schleicher, experto en educación y programas de habilidades de la OCDE, destaca como supervisor de las evaluaciones PISA que los países con mejores resultados educativos son aquellos que invierten en la formación y desarrollo profesional de sus docentes, manifestando también que los salarios bajos son un factor que contribuye a la fuga de talentos del sector educativo y el principal obstáculo para retenerlos, además del impacto en la baja calidad educativa afectando negativamente al aprendizaje de los alumnos.

En línea con las políticas de ajuste, en Argentina se dejó de enviar a las provincias el fondo de incentivo docente (FONID) profundizando las disparidades de sueldos según las provincias y el impacto de la inflación en los haberes. Los salarios docentes en Argentina han sido objeto de debate y preocupación constante. La Ley de Financiamiento Educativo establece que el Ministerio de Educación, el Consejo Federal de Educación y los gremios docentes deben acordar el salario mínimo y las condiciones laborales. Sin embargo, la falta de un acuerdo nacional ha llevado a una situación heterogénea en todo el país. En algunas provincias, como CABA, los salarios de los docentes son considerablemente más altos que en otras, como Formosa o Santiago del Estero. Esta discrepancia no solo refleja diferencias económicas regionales, sino también la falta de un marco unificado para los salarios docentes.

Un estudio muestra que, en general, los salarios docentes han disminuido en un 10,9% en términos reales desde 2015 a nivel nacional. Aún así, provincias, como Salta, Jujuy, Corrientes y Santiago del Estero, han logrado aumentar los salarios. En nuestra provincia, por ejemplo, el gobierno ha ofrecido aumentos significativos, que se suman a los ya otorgados en enero y febrero. Estos esfuerzos son alentadores, pero queda claro que se necesita una solución integral y nacional. Es fundamental establecer pautas claras y justas. La educación de calidad depende en gran medida de docentes pedagógicamente preparados, jerarquizados, motivados y bien remunerados.

Servicio esencial

Recientemente, el gobierno de Argentina ha propuesto considerar a la educación como un servicio esencial, lo que implica restricciones al derecho a la huelga de los docentes. Esta medida, anunciada por el presidente Javier Milei, modificaría la ley de régimen laboral y garantizaría la prestación de al menos el 75% del servicio educativo en caso de conflicto colectivo.

Si bien se pretende garantizar el "derecho a la educación", también plantea interrogantes sobre la limitación del derecho a la huelga de los trabajadores de la educación.

Asegurar un servicio mínimo no implica necesariamente una mejora en los aprendizajes de los estudiantes ni soluciona los problemas de calidad educativa. Algunos críticos incluso argumentan que esta medida podría convertir a las escuelas en simples guarderías, sin abordar los verdaderos desafíos del sistema educativo.

Países como Ecuador, Uruguay, Perú, Italia y Alemania han declarado la educación como un servicio esencial, estableciendo límites al derecho de huelga de los docentes. Sin embargo, es importante considerar que estas medidas deben ir acompañadas de políticas que realmente mejoren jerarquicen a maestros y profesores, sostengan la calidad educativa y garanticen el derecho a una educación de calidad para todos.

Déficit de aprendizaje

Los resultados de las evaluaciones de los aprendizajes que se realizan a nivel nacional e internacional como PISA, y Aprender, evidencian un déficit alarmante y un panorama preocupante en la educación argentina. Que los chicos aprendan más significa a futuro una fuerza laboral más calificada y productiva que impulsará el ansiado crecimiento económico. Además, facilitará la movilidad social y mejores oportunidades de trabajo para un mejor nivel de vida contribuyendo a una sociedad más justa e igualitaria. Los desafíos del siglo XXI exigen nuevas habilidades y conocimientos, y la educación de calidad es la clave para que las personas puedan adaptarse a estos cambios y aprovechar las oportunidades que ofrece el mundo globalizado.

La deserción destructiva

Si bien la Ley 26206/06 hizo obligatoria la escuela secundaria en todo el país, los datos muestran que, de cada 100 alumnos que ingresan al primer grado primario, apenas la mitad logra concluir la escuela secundaria en tiempo y forma. En 2022, las provincias con mayores tasas de abandono acumulado para los estudiantes de 17 años son Santiago del Estero, Misiones y Formosa. En contraste, provincias como La Pampa, Tierra del Fuego y CABA muestran las tasas más bajas de abandono.

El dato más alarmante: Uno de los mayores desafíos que enfrenta Argentina es la baja cantidad de estudiantes que llegan al final de la secundaria en tiempo y forma, con conocimientos satisfactorios de Lengua y Matemática: solo 13 de cada 100 de ellos logran este objetivo.

La calidad de la educación secundaria impacta directamente en la formación de los jóvenes y en su futuro académico y laboral. Es fundamental que las políticas educativas se enfoquen en mejorar los aprendizajes, adecuarlos a la era digital, tanto por la comprensión de los sistemas como por los recursos que ofrece el cambio tecnológico y reducir el abandono escolar.

La educación debería ser prioritaria en la agenda ya que es un derecho fundamental que debería considerarse y establecer los mecanismos para su cumplimiento ya que es la herramienta que puede propiciar el desarrollo económico, combatir la pobreza y la desigualdad, desarrollar las habilidades que el nuevo contexto requiere y es un área crítica de inversión a futuro.

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