¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
18 de Julio,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Enfocarse en la economía

Lunes, 27 de enero de 2025 01:30
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El discurso del presidente Javier Milei en Davos partió de una premisa correcta (luchar contra el mundo "woke"), pero, por momentos, cayó en consideraciones patéticas y utilizó la misma estrategia que históricamente han empleado los cultores del "wokismo". Somos muchos los que, desde hace años, criticamos el autoritarismo "woke" y su intención de imponer una agenda única.

El feminismo extremo, que intentó deshacerse de la presunción de inocencia, los deportistas trans que compiten contra mujeres y ganan por tener cuerpo masculino, los hombres violadores que, al momento de ser condenados, se declararon mujeres para ingresar a cárceles femeninas y, una vez allí, violar a las reclusas. Considero que la hormonización y las cirugías de cambio de sexo en niños han sido una de las mayores aberraciones médicas de la historia. Todo esto ocurrió con la complicidad de políticos, periodistas, instituciones y universidades.

Además, el mundo "woke" canceló y acosó a quienes enfrentaban sus dogmas: ciudadanos que perdían sus empleos, profesores despedidos, y cualquiera que osara enfrentarse a los seguidores de esta "religión woke" sufría los embates furiosos de legiones de autoritarios.

Incluso figuras poderosas, como la escritora J.K. Rowling (autora de Harry Potter), fueron acosadas por afirmar que, aunque puede haber muchos géneros, solo existen dos sexos. Rowling explicó repetidamente que su posición defendía a las mujeres y que no tenía ningún problema con las personas trans. Sin embargo, es imposible razonar con una horda de individuos ofendidos por quien defiende verdades biológicas.

Milei planteó esa batalla en Davos, pero se excedió. Usar como único ejemplo un caso real de pederastia en una pareja gay que abusó de sus hijos adoptivos (William y Zachary Zulock) y cargar sobre toda la comunidad homosexual el estigma de pederastas es una falacia delirante. Los casos de pederastia ocurren, en su mayoría, dentro de grupos familiares. En ese sentido, hubo sacerdotes pederastas, y el propio Milei cae en contradicción cuando, en el mismo discurso, menciona el escándalo de niñas violadas en el Reino Unido, cuyos responsables fueron exclusivamente hombres heterosexuales.

Todos los argumentos válidos contra la ideología de género quedan desvirtuados cuando se intenta estigmatizar a homosexuales o lesbianas. Las aclaraciones del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, afirmando que al gobierno no le importa lo que hagan los homosexuales "puertas adentro", muestran la pobreza intelectual de la administración en estos temas. Ningún gobierno tiene derecho a dictar lo que las personas deben hacer respecto a su orientación sexual.

El gobierno parece asumir que todos los homosexuales son de izquierda, lo cual es desopilante. Miles de homosexuales votaron a Milei en contra del peronismo, y grandes líderes de derecha en el mundo son gays. Lo mismo sucede con el feminismo extremo. Este feminismo ha distorsionado los conceptos del feminismo histórico y es criticado por feministas de toda la vida.

Confundir el feminismo "woke", que sostiene que todos los hombres son potenciales violadores, con el feminismo que ha trabajado para que las mujeres tengan los mismos derechos laborales y sociales que los hombres, es un error conceptual. Asimismo, mezclar el aborto con la baja de la natalidad es otro desacierto. Se puede estar a favor o en contra del aborto, pero la baja de la natalidad en el mundo desarrollado no tiene relación con este tema. Decir lo contrario es un error conceptual. Es mucho mejor que Milei hable de economía, el terreno en el que se siente más cómodo.

El movimiento "woke" está en decadencia, y nunca hay que interrumpir al rival cuando se está equivocando. No se combate a los dogmáticos con dogmas. Hay que desmontar las mentiras del mundo "woke", nunca usar sus armas ni, mucho menos, recurrir a la mentira o la discriminación.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD