PUBLICIDAD

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
13°
27 de Octubre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Milei sale fortalecido y propone consensuar acuerdos

Lunes, 27 de octubre de 2025 03:06
Javier Milei.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Es muy pronto para cerrar un balance. El triunfo de La Libertad Avanza fue categórico, con 10 puntos de ventaja en Diputados y 14 puntos en el Senado, a lo ancho del país.

En la provincia de Buenos Aires, la diferencia a favor de Diego Santilli sobre Jorge Taiana era tan exigua al cierre de esta edición, que se podría hablar de un empate técnico. Pero de ese modo, el oficialismo recuperaba el 14% de los votos que fue la ventaja que, hace pocas semanas, le había sacado Fuerza Patria. En esa ocasión, Axel Kicillof pareció probarse la banda presidencial y se instalaba como el nuevo líder del PJ.

Ayer, las urnas mostraron que, más allá del escándalo protagonizado por José Luis Espert, y la confrontación inexplicable de los libertarios con los jubilados, los discapacitados, las universidades y el Hospital Garrahan (que difícilmente caigan en el olvido), la herencia del kirchnerismo no se olvida. Probablemente, los espectáculos de Cristina Kirchner en el balcón de su prisión domiciliaria hayan reavivado los temores de mucha gente. Los bolsones de López en el convento tampoco se olvidan.

Pero esto es una conjetura apresurada. Hay mucho para analizar sobre este resultado. Un resultado que ninguna encuesta había anticipado.

Lo que resulta claro es que hay dos fuerzas antagónicas que terminan polarizando las elecciones, al menos, a nivel nacional. En Salta, esa polarización se rompió, ya que Primero los Salteños desplazó del segundo lugar a Fuerza Patria y a Unión por la Patria. En otras provincias ocurrió algo parecido.

Probablemente, el sentimiento y la identidad básica del peronismo perduren en muchas boletas, pero el kirchnerismo está, sin dudas, en una etapa de retroceso.

Aunque Javier Milei sea a veces difuso en su retórica, muchas veces empañada de mesianismo y agresividad, él propone un futuro. Fuerza Patria, en cambio, se aferra a un pasado mitificado. Y el 2027 está muy cerca, en un mundo de pleno siglo XXI.

Javier Milei es heterodoxo y provocador. Es su estilo. Su identificación extrema con Donald Trump choca con el recelo antiestadounidense de muchos argentinos. Hace pocos días, tras lograr una paz transitoria en Gaza y la consecuente liberación de rehenes israelíes secuestrados por Hamas, el presidente norteamericano y las cuatro figuras más importantes de su gobierno, brindaron un almuerzo a Milei para llenar de elogios al gobierno libertario y comprometer un apoyo antes inimaginable.

Incluso, el mismo Trump aseguró que LLA iba a ganar las elecciones de medio término y anticipó que nunca iban a asistir a un eventual gobierno "comunista". En su léxico, populista.

Hasta JP Morgan, la banca más poderosa del mundo, dio a conocer su disposición para apoyar a Milei, enviando a su CEO global a Buenos Aires.

La realidad es que en la política y en los negocios no hay amigos; hay socios, clientes o proveedores. El interés de Trump por respaldar a Milei se enmarca en la necesidad de crear un frente con Latinoamérica en momentos críticos: China es el gran rival en la batalla tecnológica y comercial y tiene intereses estratégicos muy claros en la región.

Los mismos que tiene Estados Unidos, en momentos de incertidumbre mundial, y cuando la sombra de la guerra se expande desde Rusia y Medio Oriente, contra Occidente.

¿Algo de esto pudo influir en el resultado electoral? Un tema para el análisis. Lo cierto es que la elección reposicionó a Javier Milei en la presidencia y ahora deberá producir un giro copernicano. En primer lugar, deberá ofrecer a todos los inversores, internos y externos, garantías de eficiencia política y de gestión, que son su punto débil. Y que pueden volver a poner en riesgo la gobernabilidad.

La economía va más allá de lo financiero; hay que poner en práctica medidas pendientes y que son imprescindibles para la reactivación de la microeconomía. Así como en setiembre las demandas por la caída del poder adquisitivo de los ingresos, el desempleo y una larga nómina de reclamos sociales pareció explicar la derrota bonaerense, si los problemas sociales se profundizan, volverán las sombras y la inestabilidad política. La reforma del Estado es necesaria, pero va mucho más allá del freno a la inflación.

Anoche, Milei resultó fortalecido. Logró un tercio de las bancas en Diputados y quedó muy cerca de lograrlo en el Senado. En su discurso, esta vez, se mostró prudente y moderado, convocando a los legisladores de la oposición moderada a recuperar los acuerdos parlamentarios que le permitieron sancionar leyes y mantener una excelente imagen su primer año de gobierno. Una buena señal. Si ese cambio es genuino, podrá lograr sancionar leyes y sostener vetos. Pero la otra condición insoslayable será mejorar la gestión en cada área del Estado y, especialmente, en las relaciones con los gobernadores.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD