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En el mes en que se conmemora el día internacional de la mujer, los datos de femicidios en Argentina son alarmantes. Según el observatorio "Ahora si nos ven", entre el 1° de enero y el 27 de febrero de 2025 hubo 52 femicidios, lo que implica que una mujer fue asesinada cada 27 horas.
En febrero hubo 20 femicidios, y fueron 69 los intentos de femicidios durante el mismo período. Un dato particularmente preocupante es que el 19% de las víctimas habían hecho denuncias previas, y el 15 % tenían medidas de protección, lo que resalta la falta de efectividad del sistema legal y judicial. Estas muertes han dejado a 55 niños huérfanos. Además, durante la feria judicial de este año las denuncias de violencia doméstica aumentaron un 8% con un promedio de 55 personas atendidas por día y un 27% de las agresiones fueron de alto riesgo.
Estas cifras, publicadas por la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte de Justicia de la Nación, remarcan la urgente necesidad de continuar exigiendo el cumplimiento de las leyes y tratados internacionales en defensa de los derechos humanos de mujeres y diversidades.
En 2014, esa definió el femicidio y puntualizó que "concebir de esta forma los asesinatos de mujeres por razones de género permite una comprensión más profunda del fenómeno y sus causas". A nivel mundial, el 58% de todos los homicidios de mujeres fueron cometidos por sus parejas íntimas u otros miembros de la familia, mientras que sólo el 11% de todos los homicidios de hombres ocurren en el ámbito privado, según datos de la ONU.
A pesar de la gravedad y especificidad de este fenómeno, el presidente de la Nación Javier Milei, criticó la figura legal del femicidio durante su participación en el Foro Económico de Davos: "Llegamos al punto de 'normalizar' que en muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre, solo por el sexo de la víctima. Legalizando, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre". En esta misma línea, el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cuneo Libarona, dijo en su cuenta de X: "Vamos a eliminar la figura del femicidio del Código Penal Argentino. Porque esta administración defiende la igualdad ante la ley consagrada en nuestra Constitución Nacional. Ninguna vida vale más que otra".
Sin embargo, expertos en derecho como Ricardo Gil Lavedra, presidente del Colegio de Abogacía de la Capital Federal, y Natalia Gherardi, abogada especializada en género, aseguran que la severidad de la figura del femicidio busca, no solo castigar los crímenes, sino también prevenir futuros actos de violencia. "La muerte violenta de mujeres por razones de género muchas veces es perpetrada por personas de su círculo íntimo, generalmente parejas actuales o pasadas, o aún por personas extrañas, pero en un contexto que incluye desprecio por la victima, humillación y agresión sexual", explicó Gherardi.
"En el colectivo Ni una Menos, varios referentes, como Lucí Cavallero, denuncian un intento del gobierno por retroceder en las conquistas históricas del movimiento feminista. "Este tipo de propuestas consolidan una impunidad que vuelve a poner a la mujer en un lugar de subordinación", advierte Cavallero, refiriéndose tanto a la eliminación de la figura del femicidio como al desmantelamiento de las políticas de género impulsadas por el actual gobierno.
Para Mariela Beliski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina, la propuesta de eliminar la figura del femicidio es "sumamente preocupante" porque desconoce la especificidad de estos delitos y la obligación del Estado de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.
La filósofa, escritora y activista feminista Simone de Beauvoir lo explicó magistralmente hace ya un siglo: "El día en que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no de peligro mortal".
La brecha
Además de la violencia de género, otro tema central en la lucha feminista es la desigualdad salarial. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, la igualdad de género en el ámbito laboral podría tardar casi dos siglos en alcanzarse. Aunque en los últimos 34 años la brecha salarial se redujo en 4 puntos, el 30% de las mujeres sigue ocupando cargos directivos en las empresas, mientras que continúan concentradas en sectores mal remunerados, como enfermería y cuidado infantil.
El informe de la OIT también resalta que, por cada dólar ganado por los hombres, las mujeres ganan 77,4 centavos. Asimismo, las mujeres suelen tener menos horas de trabajo y están ampliamente representadas en el empleo informal en los países en desarrollo.
En 2023, la economista Claudia Godin fue galardonada con el Premio Nobel de Economía por su investigación sobre la brecha salarial de género, subrayando la urgencia de políticas que aborden esta desigualdad. En este contexto, el día Internacional de la Mujer es una fecha simbólica, sino una oportunidad para continuar visibilizando los temas que afectan a las mujeres en Argentina. La violencia de género, la brecha salarial y la participación política y económica siguen siendo cuestiones críticas en la lucha feminista, que exige no solo el reconocimiento, sino acciones para erradicar el machismo y lograr una verdadera igualdad en derechos.