PUBLICIDAD

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
16°
19 de Octubre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Triple crimen narco en Florencio Varela: la venganza, la trampa y una noche de horror que reveló una red letal

A un mes del crimen que conmocionó al país, la Justicia avanza con nueve detenidos y tres prófugos. Brenda Del Castillo, Morena Verdi y la adolescente Lara Gutiérrez fueron asesinadas en una casa donde se montó una falsa fiesta narco. El móvil: un robo de cocaína que desató una brutal venganza.
Domingo, 19 de octubre de 2025 09:18
El triple crimen de Florencio Varela conmocionó a todo un país.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

A un mes del triple crimen en Florencio Varela, el caso que dejó al descubierto una red de narcotráfico, engaños y venganza, sigue sumando capítulos oscuros. En el Día de la Madre, se cumplen cuatro semanas desde que Brenda Del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez fueron asesinadas en una casa donde el horror se camufló detrás de una supuesta fiesta.

El caso ya tiene 15 personas identificadas, nueve detenidas, tres con pedido de captura internacional y otras tres bajo investigación. Lo que empezó como una reunión terminó como un ajuste de cuentas feroz, motivado por un robo de droga que desencadenó la venganza de una organización criminal de origen peruano.

La organización y los detenidos

Los nombres detrás del crimen trazan un mapa delictivo complejo. Entre los nueve detenidos hay ocho en Argentina y uno en Perú. El fiscal Adrián Arribas detalló que Ariel Giménez, Lázaro Víctor Sotacuro, Celeste Magalí Guerrero (dueña de la casa donde se hallaron los cuerpos) y su pareja Miguel Silva formaban parte del núcleo duro de la banda.

A ellos se suman Daniela Ibarra, sorprendida mientras lavaba sangre en la vivienda junto a Maximiliano Parra; Florencia Ibáñez, sobrina de Sotacuro, que manejaba el auto de apoyo; y Matías Agustín Ozorio, detenido en Perú.
Otro de los nombres claves es Tony Janzen Valverde Victoriano, alias Pequeño J, también preso en su país a la espera de extradición a la Argentina.

El fiscal agravó las imputaciones contra la mayoría de los acusados por privación ilegal de la libertad coactiva agravada y homicidio triplemente agravado: por alevosía, ensañamiento y violencia de género. A Guerrero, Ibáñez e Ibarra se les quitó el agravante de género, pero se mantienen las demás acusaciones.

Todo indica que, por el perfil de los hechos, la causa podría pasar a la Justicia Federal en los próximos días.

Los prófugos y la conexión internacional

Con pedidos de captura internacional están Alex Roger Ydone Castillo, amante de Ibáñez; David Gustavo Morales Huamani, apodado El Loco David o Tarta; y Manuel David Valverde Rodríguez, tío de Pequeño J.
Las autoridades sospechan que los tres se movieron entre Buenos Aires y el norte argentino, antes de cruzar hacia Bolivia o Perú, donde la red tenía ramificaciones.

 

El móvil: la droga robada y la falsa fiesta

Las pruebas recogidas por el fiscal Arribas revelan que el motivo del crimen fue un robo de cocaína. La banda habría organizado una falsa fiesta narco para atraer a las jóvenes y exigirles la devolución de la droga perdida.
Pero el encuentro se transformó en una emboscada mortal: las víctimas fueron secuestradas, torturadas y asesinadas dentro de la misma vivienda.

El escenario hallado por los investigadores -paredes con rastros de sangre, tierra removida en el fondo y una fosa improvisada- confirmó la brutalidad del episodio.

Las autopsias y el rastro del horror

Los informes forenses revelaron el nivel de violencia con el que actuaron los asesinos.
La adolescente Lara Gutiérrez, de 15 años, murió por un shock hipovolémico causado por el corte de la arteria carótida.
Morena Verdi, de 20 años, fue estrangulada, lo que le provocó un shock neurogénico, y tenía lesiones postmortem.
En tanto, Brenda Del Castillo, también de 20 años, falleció por un paro cardiorrespiratorio traumático producto de golpes severos en el cráneo.

Cada dato médico refuerza la hipótesis de un ataque planificado y despiadado, con la intención de enviar un mensaje dentro del mundo narco.

Una causa que apunta más alto

A medida que avanzan las investigaciones, el caso deja de ser un hecho aislado para revelar una red criminal transnacional, con vínculos en Perú, Bolivia y el conurbano bonaerense.
El fiscal Arribas prepara un informe ampliado para que la Justicia Federal asuma el expediente, dado que se trata de delitos vinculados al narcotráfico internacional y trata de personas.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD