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La causa por el triple femicidio de Florencio Varela sumó una nueva detenida. Se trata de Mónica Débora Mujica, de 37 años, esposa de Víctor Sotacuro Lázaro, alias “El Duro” o “El Chato”, uno de los principales acusados del caso. Mujica fue arrestada este viernes por la noche en un refugio del barrio de La Boca, por orden del fiscal Adrián Arribas, quien encabeza la investigación del crimen de Lara Gutiérrez (15), Morena Verdi (20) y Brenda del Castillo (20).
El procedimiento fue realizado por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de La Matanza, luego de que un testigo la señalara como parte del grupo que integraban su esposo y su sobrina, Milagros Florencia Ibáñez (20), también detenida.
El rol de Mujica y las pruebas en su contra
De acuerdo con la investigación, Mujica no participó directamente en el momento del crimen, pero los fiscales sospechan que tuvo un papel activo en la planificación y encubrimiento. La acusación sostiene que sabía lo que ocurría en la casa de Villa Vatteone, donde fueron asesinadas las jóvenes, y que colaboró para eliminar evidencia.
Una declaración clave fue la de su sobrina Ibáñez, quien reveló que su tía le pidió borrar la información del celular de Sotacuro Lázaro horas después del hallazgo de los cuerpos. “Me lo solicitó mi tía de nombre Débora, esposa de Víctor. Realicé el procedimiento viendo un video en YouTube”, declaró el 9 de octubre.
Por estos hechos, Mujica enfrenta cargos por privación ilegal de la libertad agravada por la pluralidad de intervinientes y por haber una víctima menor de edad, en concurso real con homicidio agravado por premeditación, alevosía, ensañamiento y criminis causa. El fiscal planea indagarla formalmente este sábado.
Lo que dijo Mujica ante el fiscal
El 6 de octubre, antes de ser detenida, Mujica había declarado como testigo ante el fiscal Arribas. Dijo que “no sabía nada” del crimen y que el 19 de septiembre, día en que desaparecieron las víctimas, su esposo había salido “a hacer de remis” para un vecino conocido como “El Loco” o “El Tarta”, identificado luego como David Gustavo Huamani Morales (36), uno de los tres prófugos con pedido de captura internacional.
Relató además que el 24 de septiembre, cuando se conoció el hallazgo de los cuerpos, dos hombres encapuchados los amenazaron frente a su vivienda. Por temor, la pareja decidió escapar. En su testimonio, Mujica dijo:
“Yo lo llevé al David acá. Este hijo de puta me mandó para esto. Yo estuve ahí con mi coche, me voy. Le dije ‘vete, vete’, yo me quedo con los chicos. Él se llevó mi celular y le pedí que me llamara al de mi hija para poder comunicarnos”.
Ocho detenidos y una causa que apunta al narcotráfico
A un mes del hallazgo de los cuerpos, el fiscal Arribas solicitó la prisión preventiva para ocho detenidos en Argentina y pidió que la causa pase al fuero federal, por las conexiones con el narcotráfico.
Los acusados son: Víctor Sotacuro Lázaro, Milagros Ibáñez, Matías Agustín Ozorio (28), Magalí Celeste González Guerrero (28), Miguel Ángel Villanueva Silva (25), Iván Jeremías Giménez (28), Daniela Iara Ibarra (19) y Maximiliano Andrés Parra (18).
Mientras tanto, en Perú continúa detenido Tony Janzen Valverde Victoriano (20), alias “Pequeño J”, capturado tras huir de Argentina. Permanece en el penal Cantera de Cañete con prisión preventiva a la espera de su extradición.
Un crimen de extrema crueldad
En su pedido de prisión preventiva, el fiscal describió el nivel de violencia con el que actuaron los implicados. Las autopsias confirmaron que las tres jóvenes fueron torturadas, golpeadas y asesinadas con brutalidad.
“Las víctimas presentaban distintos tipos de lesiones, perpetradas con diversos mecanismos violentos. Hubo una clara intención de que sufrieran un padecimiento extraordinario e innecesario”, señaló Arribas, calificando el hecho como “salvaje, inhumano, cruel y despiadado”.
Según el fiscal, los agresores prolongaron la agonía de las víctimas, en un plan destinado a causarles sufrimiento extremo antes de matarlas.
Cómo se descubrió el triple crimen
Las jóvenes desaparecieron el 19 de septiembre, tras avisar que asistirían a una fiesta donde les pagarían 300 dólares cada una. Fueron vistas por última vez subiendo a una Chevrolet Tracker blanca en La Matanza.
El 24 de septiembre, sus cuerpos fueron encontrados enterrados en el patio de una casa en Villa Vatteone, Florencio Varela. Ese mismo día, la policía detuvo a dos personas que intentaban comprar productos de limpieza para borrar rastros de sangre.
Poco después cayeron otros sospechosos, entre ellos quienes habían alquilado la vivienda para la supuesta fiesta. Sotacuro Lázaro fue detenido en Villazón, Bolivia, mientras intentaba huir, e Ibáñez fue arrestada luego de dar una entrevista televisiva.
Con el avance de la investigación, la Justicia cree que se trató de un plan organizado por una banda narco que utilizó la promesa de una fiesta como trampa mortal.