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Ni los kilómetros, ni las colchas, ni la grasa alcanzaron para disimular el olor. Durante un control de rutina sobre la Ruta Nacional 38, en el límite entre Tucumán y Catamarca, efectivos del Escuadrón Núcleo “Aguilares” de Gendarmería Naciona detuvieron la marcha de un colectivo que había partido desde Salta rumbo a Mendoza, cargado con trabajadores golondrinas que regresaban al oeste argentino tras la temporada.
Entre las valijas, los gendarmes detectaron bultos de gran tamaño envueltos en frazadas. A simple vista parecían equipajes comunes, pero el perro detector de narcóticos no tardó en marcar su objetivo. Enseguida, los uniformados apartaron el bolso señalado y localizaron a su propietario: un ciudadano de nacionalidad boliviana, que viajaba en el mismo ómnibus.
Cuando abrieron los paquetes, la escena fue tan típica como contundente: 30 ladrillos rectangulares, prolijamente embalados en film transparente y cubiertos con grasa, una vieja fórmula que los traficantes todavía usan para intentar burlar el olfato de los canes.
El Narcotest confirmó lo que el perro ya había anticipado: marihuana, y mucha. En total, 31 kilos 860 gramos de cannabis sativa.
El Juzgado Federal Nº 2 de Tucumán ordenó el secuestro de la droga, del dinero y de los celulares, además de la detención del pasajero, en el marco de la Ley 23.737 de estupefacientes.
Detrás del procedimiento, los investigadores creen que la droga había salido del norte salteño y que tenía como destino final la provincia de Mendoza, donde sería distribuida al menudeo.
El método, aunque rudimentario, vuelve a exponer cómo las rutas del noroeste siguen siendo elegidas por los narcos para mover cargamentos medianos, aprovechando el flujo constante de colectivos con trabajadores rurales y el paso por zonas limítrofes de control complejo.
Así, una vez más, el olfato de un perro y la rutina de un control común se cruzaron en la historia del narcotráfico argentino, revelando que -al menos en los caminos del norte- la marihuana todavía viaja envuelta entre frazadas y grasa, tratando de pasar desapercibida.