PUBLICIDAD

¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
26°
28 de Noviembre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Adiós a Kala: la historia de la perra detective que se jubiló en la Policía de Salta

Con 10 años de vida y 8 de servicio en la División Investigativa Canina, Kala, una labrador entrenada en odorología y detección de narcóticos, se retiró oficialmente de la Policía de Salta. Participó en causas de alto impacto, incluida la investigación por el caso Loan en Corrientes, y ahora comenzará una nueva etapa: fue adoptada por el fiscal Pablo Paz, quien se comprometió a cuidarla y acompañarla en su descanso.
Viernes, 28 de noviembre de 2025 10:29
Kala tiene 10 años, y 8 de ellos en servicio en la Policía de Salta. Hoy se jubiló. Le llegó la hora de descansar. Bien ganado lo tiene.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Kala no es una perra más. Tiene número de legajo, historial de intervenciones judiciales y fue parte de operativos que marcaron investigaciones de importancia provincial y nacional. A sus 10 años, y luego de 8 de servicio activo en la División Investigativa Canina de la Policía de Salta, se jubiló y comenzó una nueva etapa lejos del chaleco policial.

Es una labrador entrenada en odorología y detección narcótica, área en la que desarrolló toda su carrera. Durante años vivió en la base de Investigaciones, bajo cuidados veterinarios y alimentación controlada, cumpliendo funciones como perra detective en innumerables procedimientos.

Su adiestrador, Víctor Parrón, fue quien la formó desde cachorra. “En realidad ella me entrenaba a mí”, dijo, visiblemente emocionado, durante la despedida. Parrón remarcó que trabajar con perros implica un vínculo profundo: “Hay que amarlos mucho. Tienen una vida corta. Kala me acompañó siempre, y siempre fue una perra tranquila, enfocada”.

Según contó, uno de los grandes aprendizajes que le dejó Kala fue entender cómo viven los perros: “Ellos viven el hoy. La perra es la que nos adiestra a nosotros. Nos enseñan a vivir el día y también a perdonar. Son fieles de verdad”.

Entre los hitos de su carrera se destaca su intervención en el caso Loan (niño desaparecido en Corrientes), donde Kala trabajó en territorio correntino, colaborando con los equipos judiciales en tareas de búsqueda y rastrillaje. Por ese trabajo recibió una distinción del gobierno de Corrientes. También participó en diferentes operativos y pericias en distintos puntos del país, donde su desempeño fue altamente valorado.

Otra experiencia clave fue su participación en una capacitación de Interpol, en la que el equipo del que formaba parte recibió elogios y ovaciones. En ese proceso tuvo un rol fundamental el veterinario salteño Mario Rosillo, especialista en odorología, residente en Corrientes, quien impulsó la implementación de este sistema de trabajo. Según relató Parrón, desde Interpol “quedaron maravillados con Kala y su rendimiento”.

Pese a su edad, Kala mantiene rasgos de su infancia intactos. Su juguete favorito sigue siendo una pelota de tenis, que lleva siempre en la boca cuando está relajada.

Tras su jubilación, se abrió la búsqueda de un hogar responsable. Finalmente, quien decidió adoptarla fue el fiscal Pablo Paz, quien ya tenía relación profesional con su trabajo. “El amor que tenemos en mi familia por los animales hizo que tomáramos esta decisión. Faltaban adoptantes y con mi esposa dijimos: la adoptamos nosotros”, contó.

Paz destacó que conoce el extenso “currículum” de Kala y que ahora compartirá su vida con otra perra de la familia. “Es hora de que descanse. Ya trabajó demasiado”, expresó.

y, según relató el propio adiestrador, el fiscal le aseguró que mantendrán el contacto: “Me dijo que voy a poder verla todos los días, que no me preocupe”.

Kala no solo fue una perra policía: fue parte activa de un proceso que incluso impulsó vínculos entre la Policía de Salta y la Universidad Católica en materia veterinaria y de entrenamiento canino. “Es un ser sintiente no humano, pero también es una policía. Tiene su legajo y cumplió funciones reales”, resumió Parrón, con lágrimas en los ojos.

Hoy, Kala deja el servicio activo, ya no lucirá más su chaleco de Policía, y empieza una vida más tranquila, con pelota en la boca, sin sirenas ni operativos, pero con el reconocimiento de haber sido una verdadera perra detective.
 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD