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Desde las 5 y hasta pasadas las 9 de la mañana, un amplio operativo policial se desplegó en simultáneo en San José de Metán donde se realizaron cinco allanamientos en distintos sectores de la ciudad, como respuesta a los hechos registrados el fin de semana en barrio Los Laureles, donde un joven armado sembró el pánico entre los vecinos.
El procedimiento fue encabezado por el jefe de la Comisaría Nº 1, comisario inspector Julio Guaymás, y contó con la participación de más de 40 efectivos de diferentes unidades: Seguridad Urbana, Infantería de Metán y Rosario de la Frontera, Motoristas de Emergencias, Sección Lacustre y Fluvial de El Tunal y la División Drogas Peligrosas.
Los allanamientos fueron autorizados por el Juzgado de Garantías Nº 2 e incluyeron la orden de detención de dos personas y el secuestro de elementos vinculados a delitos, como celulares, armas de fuego y estupefacientes.
Las requisas se llevaron a cabo en domicilios ubicados en el barrio Los Laures y en la zona norte de la ciudad. Como resultado, se secuestraron más de 20 teléfonos celulares, herramientas, indumentaria, dinero en efectivo, parlantes, más de 10 machetes y varios envoltorios de polietileno con sustancias estupefacientes.
Durante el operativo fue detenida una mujer por disposición judicial. Minutos más tarde, un hombre que había escapado fue interceptado en la costanera del río Conchas por personal policial. Ambos quedaron a disposición de la Justicia.
Además, se demoró a otras cuatro personas: dos hombres por tenencia de drogas, uno por amenazar con un machete al personal policial durante el procedimiento y otro que portaba un cuchillo entre sus prendas y se resistió a la intervención.
El despliegue fue considerado exitoso por la Dirección del Distrito de Prevención Nº 3, ya que no se registraron efectivos lesionados ni daños a los recursos logísticos.
El megaoperativo responde a la creciente preocupación de los vecinos de la zona oeste de Metán, quienes desde hace tiempo vienen denunciando la presencia de vendedores de droga, robos y violencia protagonizada por jóvenes con consumo problemático.
“La verdad que ya no se puede vivir así. Estamos cansados de estas situaciones”, dijo un vecino el fin de semana, tras el episodio en el que un joven efectuó disparos en plena noche. Los reclamos apuntan tanto a la venta de droga como a la reincidencia de los detenidos, que vuelven rápidamente a las calles. En barrios como Los Laureles y Doc-Banc, aseguran que ni las alarmas comunitarias logran frenar los robos y la inseguridad.
Las investigaciones continuarán en los próximos días con el fin de identificar a otros involucrados y dar con más elementos solicitados por la Justicia.