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Con 14 audiencias de debate programadas hasta el 9 de septiembre y cerca de 60 testigos propuestos por las partes, se iniciará hoy el juicio contra Lidia Raquel Cardozo. Está imputada por la muerte de su hijo, Leonel Francia, el niño de 11 años que ingresó sin vida al hospital Papa Francisco el 31 de agosto de 2023, por heridas propinadas por su progenitora, según la acusación.
Por los hechos que consternaron a la sociedad salteña hace dos años, pesan sobre Cardozo cargos como autora de "homicidio calificado por el vínculo y lesiones leves calificadas por el vínculo". El fiscal penal 1 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Santiago López Soto, representará al Ministerio Público Fiscal ante el Tribunal de Juicio conformado por los jueces Leonardo Feans, Martín Pérez y Francisco Mascarello.
A partir de las medidas probatorias cumplidas luego de que reportara el fallecimiento de Leonel con lesiones visibles en su cuerpo, se determinó que el niño, quien residía en la zona sudeste de la capital salteña junto a su madre, sufrió una agresión física con un elemento contundente que le generó una letal herida en la cabeza. "TEC grave por lesión punzopenetrante", concluyó el informe de la autopsia.
Análisis de cámaras de seguridad y un relevamiento de testigos resaltan entre los elementos de convicción con los que se atribuyó a la madre la autoría de las lesiones que truncaron la vida de Leonel. Además, se determinó que, con anterioridad, Cardozo había agredido físicamente y provocado heridas en el niño que fueron denunciadas en el ámbito escolar.
En la causa el padre, José Francia, se constituyó como querellante con la representación de los abogados Rodrigo Sebastián Palacios y Miguel Fernández. "El caso Francia está plagado de antecedentes de violencia y de explotación laboral infantil. La vida de Leonel no era otra cosa que un tormento y un constante disimulo de las situaciones que padecía, ya que el niño se veía obligado a mentir y a ocultar tanto sus heridas como las agresiones que lo atormentaban", sostuvo Palacios, tras remarcar que la vida del niño estuvo en un constante riesgo "con lesiones sufridas desde sus primeros días hasta el último".
El letrado afirmó que en el juicio las agresiones quedarán demostradas con medidas probatorias y testimoniales que las acreditarán ante el tribunal. Señaló que muchos testigos referirán a las lesiones, contarán lo que escucharon y describirán cómo trataron de evitar que el niño siguiera sufriendo tratos "inhumanos y vejatorios".
Los niveles institucionales que pudieron haber evitado el calvario de Leonel no respondieron a la altura de lo esperable.
"Es de vital importancia que la sociedad toda entienda que los niños no deben estar solos, que se los debe apoyar, cuidar y saber escuchar", insistió. Sobre los cuestionamientos al padre del niño, el abogado afirmó que "José no es un hombre que se haya desinteresado de su hijo. El y la imputada jamás convivieron y por esa razón no podía estar todo el día junto a Leonel, aunque lo visitaba a diario y trataba de estar presente. Hablamos mucho con él. Su sufrimiento es profundo y trata de sobrellevarlo como puede y como no puede también. Algunas personas opinan que el padre es responsable, al igual que la madre, por no percatarse de las lesiones, por no desconfiar, por no estar más atento", señaló Palacios, e hizo notar que esos cuestionamientos provienen "sobre todo del entorno de la imputada".
El abogado querellante subrayó que "Leonel se nos fue a todos y nada, dentro ni fuera de este proceso, lo hará volver". En este punto, recalcó que "tanto las cargas emocionales, como las recriminaciones, no tienen paralelismo alguno, ni son iguales bajo ningún aspecto. Existe una distancia del uno al infinito: Cardozo está imputada y será juzgada por homicidio agravado. El padre no fue cómplice, partícipe ni está investigado. Esperamos que este juicio ayude a que no exista otra Lidia Cardozo y que nunca más tengamos a otro Leonel caído en un tormento igual", acotó.