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Se produjo el Milagro salteño en tierras lejanas. O quizás sea que los salteños llevan su fe por donde quieran que vayan. Esta es la historia de Bautista, el niño salteño con huesos de cristal, que le cambiaron toda la columna vertebral en el hospital porteño Garrahan.
El trabajo de excelencia lo realizó el equipo de Patología Espinal del reconocido hospital pediátrico; eran más de 20 profesionales en el quirófano para una cirugía de más de 10 horas. Pero la fuerza de la recuperación es de Bauti, el amor a la vida es de ese niño que hoy tiene 13 años, pero que el próximo lunes 22 de julio cumple 14 años.
Fueron más de 30 clavos, más otras piezas de metal, que le reemplazaron la columna desde el coxis hasta las cervicales. Eso sucedió el 1 de julio; fue un trabajo de artesano que le brinda la esperanza a Bautista y que él, consecuente, le está poniendo todo el coraje a los dolores terrible que padece y que cada día son más soportables.
Ayer le dieron el alta y se fueron al hostal donde María, su madre, está alojada desde hace más de dos meses.
El preoperatorio se extendió más de la cuenta y los gastos también. Vivir en Buenos Aires no es barato y calculan que se gastan entre 40 y 50 mil pesos diario solo para comer y para ir y volver al hospital. El padecimiento es largo. Desde hace má de un año que vienen gestionando la piezas para el cambio de columna. La deformación que tenía le estaba aplastando algunos órganos y necesitaban las piezas para enderezar su cuerpo.
"Ahora siento que respiro tranquilamente", le dijo Bauti a su mamá.
"Es un milagro digo yo porque Bauti sufrió de hemorragias, también de bacterias y virus, se le vino la presión al piso; pero lo más terrible fueron los dolores. Los médicos me dijeron que fue una cirugía exitosa y que ahora depende de Bauti. Él ahora se está recuperando y yo lo admiro por sus ganas de vivir. Tiene una energía hermosa, es un ser que ama vivir", dijo María.
El teléfono para ayudar, o para informarse sobre cómo colaborar de otra forma, a este niño es el de María, la madre: (0387) 154684554. El alias de la cuenta de Bautista Álvarez es: juntosporbauti.
Ella trabajaba, hasta esta odisea por Buenos Aires, limpiando viviendas particulares para vivir. "Ahora ya no podré trabajar más porque me quedo exclusiva para mi hijo. Soy la única que lo puede cambiar, vestir, asearlo y eso me complica con mi trabajo", dijo María.
No lo quiere decir, pero ahora que se está recuperando Bauti va a necesitar más recursos. Hasta ahora pudo afrontar todos los gastos gracias a las manos solidarias de amigos, parientes, compañeros del trabajo y gente anónima que la ayudaba. Ahora los gastos seguirán, pues el pos operatorio es larguísimo. No sólo es lo que dejará de ganar sino también que deberá gasta más: desde pañales hasta una cama ortopédica.
Bostero
"Yo quiero una play", le dijo a su mamá. "No importa si es vieja, que sea una IV está bien", aclaró. El lunes que viene cumple 14 años y quiere volver a Salta, quiere volver a a ver a su hermano. También necesitará acondicionar su habitación.
Pero lo que más quiere, desde que está en Buenos Aires, es alguna visita del Club Atlético Boca Juniors. "Yo sueño con que algún día venga a visitarme alguien del club, quiero tener aunque sea una camiseta firmada", dijo el niño.
En esta semana se define el futuro próximo de Bauti que quiere celebrar sus 14 años con muchos regalos y, si es posible, en Salta con toda su familia.
Lo que sufre Bautista es la osteogénesis imperfecta, más conocida como la enfermedad de los huesos de cristal, es un trastorno que se caracteriza por dotar de una excesiva fragilidad a los huesos. Es consecuencia de una deficiencia congénita en la elaboración de una proteína: el colágeno. Quienes la sufren tienen en sus huesos menos cantidad de esta proteína de lo normal y están predispuestos a quebraduras múltiples, a veces sin causa aparente.