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Alertas por tomas de escuelas, a un mes de comienzo de clases

Las familias de la escuela "Tambor de Tacuarí", de Morillo, exigen mejoras en los baños, la construcción de una cocina comedor y cerco perimetral desde hace 6 años. Desde el Ministerio anunciaron obras.
Miércoles, 29 de enero de 2025 10:22
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Los padres de la escuela 4229 "Tambor de Tacuarí", de la localidad de Coronel Juan Solá, se reunieron este lunes, en la plaza del pueblo, para realizar una asamblea. En el mitín se congregaron alrededor de 70 padres de las comunidades indígenas de donde provienen los niños; ella son La Cortada, Chañaral II y Villa Primavera. Los casi 400 estudiantes provienen, en su totalidad, de pueblos indígenas de la zona de Estación Morillo.

La comunidad educativa mantiene un reclamo histórico por las malas condiciones estructurales del edificio escolar. Las problemáticas concretas son: faltan baños, las instalaciones eléctricas están deterioradas, no tienen seguridad, el comedor está en malas condiciones, hay olor a pozo en todas las aulas, las puertas y ventanas necesitan arreglos y los techos son viviendas de murciélagos. Se debe decir que la escuela tiene una matrícula de 382 estudiantes, todos de comunidades indígenas, situadas en una zona donde existe una declarada en emergencia alimentaria.

La asamblea en concreto es para decidir sobre las acciones que tomarán las familias para que se cumpla con sus pedidos que, según registro de expedientes, llevan al menos 6 años.

"Hace ya varios años que veníamos reclamando por el tema del edificio nuevo. Este pedido ya viene de hace rato, de otros directores que ya no están; algunos que se han jubilado o que se fueron. Esta lucha viene desde antes de la pandemia", dijo Reynaldo Ferreira ante la cámara del periodista Daniel Juárez.

 

La asamblea en concreto es para decidir sobre las acciones que tomarán las familias para que se cumpla con sus pedidos que, según registro de expedientes, llevan al menos 6 años.

Recordó que los dos últimos años (2024 y el 2023) la escuela fue tomada por las familias en al menos tres ocasiones. Hay expedientes, hay solicitudes, hubo mesas de negociación, promesas, se han levantado las clases, siguieron las tomas de edificio y todo sigue en la nada, ya de cara al comienzo del ciclo lectivo 2025. Es decir, a poco menos de un mes del comienzo de clases, ya se advierte un clima de protesta en Morillo.

"La verdad que pareciera que nos están tomando el pelo porque son varias oportunidades que se ha tomado esa institución. No es porque querían tomar los padres. Es porque el edificios lamentablemente se está cayendo a pedazos, no hay seguridad, tanto del cerco perimetral como en todo el edificio. Necesito seguridad para nuestros niños, para los docentes y para todos los que trabajan ahí. Van a tener que venir de vuelta la gente de Educación, pero que nos traiga ya algo concreto. Ya sabemos que se harán refacciones de pintura, electricidad, pero eso son parches; no hay una respuesta definitiva", dijo.

El problema más grave que tienen que resolver es el tema de los baños. "Me gustaría que venga la ministra de Educación y la supervisora, los invitamos a que comamos ese platito de comida, en alguna de las aulas, para que ellas también sientan el olor", aseguró el referente.

La promesa

La promesa del baño estaba escrita y el Gobierno hasta ahora no cumple. Desde Educación, informaron que las obras grandes las realiza Obras Públicas y las que son de funcionamiento se encarga la cartera de Cristina Fiore. También se debe decir que la política del Gobierno nacional es el desfinanciamiento total de la infraestructura escolar. La motosierra del Gobierno de Milei recortó toda la ayuda a las escuelas.

Los referentes dijeron que este año la escuela cumple 50 años y aún no tiene comedor ni el baño en condiciones. Se sigue cocinando a cielo abierto.

"Parece que ellos (del Gobierno) quieren que sigamos tomando la escuela. A nosotros no nos sirve de que nos cambien de directores. Lo que tiene que hacer el Estado es buscar ya resolver el problema definitivamente. Acá no sé si haremos la toma, pero evidentemente no se van a iniciar las clases mientras no se hagan los que hemos pedido; no nos pueden seguir peloteando con nuestros pedidos", concluyó.

Palabra oficial

"Ayer (por el martes) estuve en diálogo con la directora de la escuela, Margarita Véliz, que me comentaba, que hasta tarde estuvieron trabajando dos grupos de padres, de parte de la comunidad, en lo que hace a los arreglos que se le está haciendo a la escuela. Es cierto, es una escuela que tiene muchas necesidades. Como Ministerio, hemos presentado a las oficinas correspondientes todo aquello que se solicita: lo que es la refacción, reparación. Así que se empezó con a pintar a la escuela, con arreglos de baño, que es algo que es muy necesario; y con lo que es el cercado perimetral de la escuela, para prevenir el ingreso de animales, y con algunas cuestiones para seguridad de la escuela", dijo la supervisora Nilda Luna en diálogo con El Tribuno.

Desde Educación confirmaron que además comienzan en estos días la ampliación de dos aulas, grupo sanitario, galerías y cocina. La supervisora dijo explicó el tema de las incumbencias en las obras. "El Ministerio de Educación a través de convenios y con la Municipalidad está haciendo algunos acuerdos para arreglos menores, como para garantizar lo que es el inicio del periodo lectivo. Y después lo que compete a Obras Grandes, a través de expedientes que se generan desde el Ministerio de Educación, a través de Obras Públicas de la provincia, seguramente van a estar a cargo de las obras mayores. En estos días, la señora directora verá que si son suficientes los arreglos que se realizan y si no es así se hacen los informes, se pide y se verá cómo garantizar que los chicos tengan el servicio básico para dar inicio al periodo lectivo", dijo la supervisora.

La funcionaria no niega el reclamo y entiende los tiempos. "Hay que reconocer que es así. Pero una toma de escuela, ¿a quién perjudica? Hablamos de lo que es trabajar en una escuela en comunidades indígenas y también lo que es garantizar el servicio de alimentación para los niños", dijo Luna. Nilda Luna Supervisora

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