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Mateo Alemán, escritor español del Siglo de Oro, afirmaba que "la juventud no es un tiempo de la vida, es un estado del espíritu". Y Salta tiene una inspiradora historia que lo confirma.
La vuelta de almanaque lleva hasta el viernes 4 de julio de 1969, cuando 28 jóvenes que cursaban el quinto año en su querido Colegio Belgrano se embarcaron en el micro de Atahualpa que los llevaría a San Carlos de Bariloche para el soñado viaje de egresados. Los acompañaron en esa gira de ensueño los sacerdotes José Antonio Jimeno y Ramón Salutregui.
Desde entonces, como tantas otras promociones de la secundaria, decidieron reunirse con frecuencia para compartir recuerdos y contarse las historias de sus vidas.
Cincuenta años después, cuando preparaban las Bodas de Oro de su bachillerato, y pensando en un programa de actividades, alguno de ellos sugirió que volvieran a Bariloche. La idea quedó dando vueltas en sus cabezas, pero por diferentes motivos no pudieron concretar ese anhelado viaje.
El grupo, contra viento y marea, siguió creciendo con la incorporación de algunos de los que no estaban en Salta. Habían salido a buscar otros caminos en lo profesional, pero ante el llamado de los inquietos timoneles que suelen tener las promo -como las llaman hoy- vinieron desde Jujuy, Tucumán, Santa Fe, Bolivia y desde países tan lejanos como España y Estados Unidos.
Pero les faltaba alguien de quien no sabían dónde estaba. Después de mucho bregar al fin lo encontraron en Buenos Aires. Gustavo, hoy abogado que ejerce en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, fue el último en incorporarse y desde aquel día no faltó a ninguna de sus reuniones.
El 20 de julio de 1969 estando en Mendoza, ya de regreso a Salta, miraron azorados como todo el mundo la caminata de los astronautas en la Luna. Tiempo después la ONU instituyó al 20 de julio como Día del Amigo. Por estos días aquella vivencia, frente a un televisor en blanco y negro, asoma como un bautismo en el sentimiento profundo de una amistad indestructible.
Y hoy, 56 años después, agradecidos con la organización de aquel compañero de secundaría al que tanto habían buscado, están a días de reeditar, ya con el cabello blanco, pero con el espíritu de siempre, aquel memorable paseo del 69. Ya tienen armadas las valijas para revivir desde el sábado 22 su gira de egresados. En su corazón llevarán con ellos a algunas ausencias, tan sentidas como perdurables en el sentimiento más puro de la amistad y el compañerismo grabado a fuego en su querido Colegio. Y qué mejor cierre para esta motivadora historia que otra frase: "Los amigos que encontramos por el camino de la vida hacen que valga la pena el viaje".