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La consolidación de políticas públicas orientadas a la protección integral de la niñez sumó el miércoles un nuevo paso en Salta con la promulgación de la Ley N° 8415, una modificación largamente esperada por los equipos de familia y por los propios trabajadores estatales. La norma, publicada en el Boletín Oficial del 10 de diciembre, establece un piso de 120 días corridos de licencia para madres y padres adoptivos que integran la administración pública provincial.
Lejos de una lectura meramente administrativa, la medida abre una nueva etapa en la discusión sobre las condiciones reales de cuidado en los procesos adoptivos. Hasta ahora, la legislación local dejaba un vacío respecto del tiempo necesario para que niños, niñas y adolescentes transiten la adaptación al nuevo entorno familiar, un momento crucial para consolidar la confianza y la estabilidad emocional después de trayectorias que, en muchos casos, han sido complejas.
La nueva normativa modifica el artículo 5° de la Ley 8006 y garantiza la licencia a cualquier trabajador o trabajadora del Estado, sin distinción de género, identidad, orientación o estado civil. El beneficio comienza a regir el primer día hábil posterior a la presentación del certificado de guarda judicial o del testimonio de la sentencia firme que la otorgue. Esta precisión establece un mecanismo claro y evita dilaciones en un momento en el que cada día cuenta para el proceso de vinculación.
Otro aspecto destacado es la decisión de incorporar la previsión presupuestaria necesaria para implementar la medida. La Ley 8415 determina que los gastos generados serán imputados a las partidas vigentes del Presupuesto General de la Provincia, asegurando que la ampliación de derechos tenga sustento administrativo y financiero desde el primer día.
El proyecto había obtenido respaldo legislativo el 20 de noviembre y luego fue promulgado mediante el Decreto Nº 839, avanzando así dentro de una agenda provincial que busca equiparar los derechos entre maternidad biológica y adoptiva, y que pone en el centro a la familia como núcleo de cuidado.
Con esta actualización, Salta se alinea con una perspectiva moderna de las políticas de crianza, donde el vínculo temprano y la presencia adulta no son un privilegio, sino una condición indispensable para garantizar el bienestar y el desarrollo de cada niño o niña que inicia su vida en un nuevo hogar.