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Del total de pacientes asistidos, 15 fueron neonatos, 63 pediátricos y 84 adultos, precisó el director general de Emergencias, Daniel Romero. Estos traslados aéreos constituyen una herramienta clave dentro del sistema provincial de salud, especialmente para responder a emergencias en zonas alejadas o cuando se requiere derivación inmediata hacia centros especializados.
Durante el primer semestre, se realizaron 109 vuelos sanitarios. De esos operativos, 23 correspondieron a traslados interprovinciales, 44 se activaron por emergencias médicas y 42 fueron evacuaciones programadas. El número de pacientes trasladados mes a mes fue el siguiente: 27 en enero, 26 en febrero, 29 en marzo, 30 en abril, 22 en mayo y 28 en junio.
La provincia cuenta con un sistema de ambulancia aérea destinado a pacientes que deben acceder a tratamientos complejos, estudios de alta especificidad o intervenciones quirúrgicas que no pueden resolverse en los establecimientos hospitalarios locales. Cada vuelo es articulado por el Ministerio de Salud Pública, a partir del requerimiento de los hospitales que identifican la necesidad del traslado.
Según el caso, se dispone un helicóptero o avión equipado con tecnología médica avanzada, en función del estado del paciente, las condiciones meteorológicas y las características del terreno. El equipo de vuelo está integrado por personal especializado en evacuación aérea y dispone de elementos como respiradores, monitores multiparamétricos, incubadoras y oxígeno, para garantizar la estabilidad clínica durante el trayecto.
En algunos operativos, y cuando la situación lo permite, es posible trasladar a más de un paciente en un mismo vuelo, siempre que se cumplan los criterios de seguridad y disponibilidad de espacio.
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