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El gobernador Gustavo Sáenz inauguró esta mañana la nueva terminal de ómnibus de General Güemes, una obra largamente esperada que, según remarcó, fue finalizada "sin ayuda externa" y "con el esfuerzo de todos los salteños". Durante su discurso, envió un mensaje político a los legisladores nacionales y dejó en claro que su gestión "no se cuelga del saco ni de la pollera de nadie".
En un acto que reunió a autoridades locales, legisladores e intendentes, Sáenz recordó que la terminal fue "un sueño postergado por distintos gobiernos" y que la decisión de concluirla se tomó en un contexto de recorte de fondos nacionales para la obra pública. El mandatario provincial dio un discurso de campaña, de cara a las elecciones legislativas nacionales del próximo 26 de octubre. Es que Sáenz sabe que su frente tendrá una dura batalla electoral al competir con el kirchnerismo y La Libertad Avanza.
"En algún momento casi bajo los brazos, pero les dije a mis ministros que esta obra la prometí en todos los idiomas y no podía fallar. Buscamos los recursos donde fuera necesario. Esta obra es de los salteños, pagada por los salteños y terminada por los salteños. No le debemos nada a nadie", enfatizó.
El mandatario provincial también lanzó un mensaje a los legisladores nacionales: "Les pido desde lo más profundo del corazón que, cuando haya que votar, piensen primero en Salta. Córtense la mano antes de levantarla por una ley que vaya en contra de nuestra provincia".
Con un tono firme, subrayó que su legitimidad proviene "de la bendición de los salteños y de Dios" y no de padrinazgos políticos nacionales: "Yo nunca me colgué del saco ni de la pollera de nadie. Me debo a Salta y a los salteños".
Finalmente, Sáenz ratificó que se realizarán obras complementarias, como desagües y mejoras en el sector norte de la terminal, y convocó a "dejar de lado las peleas políticas para trabajar por el futuro de nuestros hijos y nietos".