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27 de Agosto,  Salta, Centro, Argentina
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VIDEO. Del barrio 20 de Febrero a Chipre: un salteño que lleva la bandera de la paz al mundo

Rodrigo Emanuel Ramos, teniente de navío de la Armada Argentina, lleva seis meses en Chipre como casco azul de Naciones Unidas. Desde el corazón del Mediterráneo, representa al país y enarbola con orgullo la bandera argentina, convencido de que su misión es sembrar paz y dejar en alto el nombre de Salta.
Miércoles, 27 de agosto de 2025 17:07
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El salteño Rodrigo Emanuel Ramos cumple uno de sus mayores sueños: ser parte de una misión internacional por la paz. Con 37 años, el teniente de navío de la Armada Argentina está desplegado desde hace medio año en la isla de Chipre, en el marco de las operaciones de Naciones Unidas para mantener la estabilidad en una región marcada por un conflicto histórico entre comunidades.

“Lo que más me conmueve es llevar nuestra bandera”

“Lo que más me conmueve es llevar nuestra bandera en un lugar donde compartimos con gente de todos lados y poder dejar bien en alto la capacidad de los argentinos”, expresó Ramos en diálogo con El Tribuno*.

De las calles del barrio 20 de febrero a la ONU

Criado en el barrio 20 de Febrero, a pocas cuadras del estadio Delmi, recuerda que desde muy chico se sintió atraído por la vida militar. Ingresó a la Escuela Naval en 2007 y, tras 17 años de carrera, hoy vive una experiencia única que define como “impagable”. Su rol en Chipre es ser oficial de enlace, tendiendo puentes entre las comunidades y colaborando con las acciones de paz que coordina Naciones Unidas.

Más que un despliegue militar

La misión, explica, es mucho más que un despliegue militar: “Se trata de evitar la recurrencia al conflicto, de acompañar a las comunidades en actividades bicomunales, civiles y culturales que fortalezcan la convivencia”.

 

El sostén de su familia en tierra lejana

A la distancia, lo sostiene el amor por su familia. Su esposa Luciana y sus dos hijos, Benjamín y Pía, lo acompañan en la isla. “Es difícil estar en un lugar ajeno, con otro idioma y costumbres, pero ellos se adaptaron fantástico”, contó orgulloso.

La nostalgia por salta

Aunque sus días transcurren en un escenario muy distinto al de su infancia en Salta, Rodrigo no pierde la esencia de sus raíces: extraña el río, los asados en familia y la música folclórica que lo transporta inmediatamente a su provincia.

Rodrigo en su infancia en Salta

Un sueño de ascenso y un ejemplo para sus hijos

Con la mirada puesta en el futuro, sueña con ascender a Capitán de Corbeta y, sobre todo, con seguir siendo un ejemplo para sus hijos. “Lo que quiero es que me vean como una buena persona, que aprendan que hay que persistir en los sueños y nunca bajar los brazos”, reflexionó.

 

 “Todo llega si uno persevera”

El salteño sabe que aún le resta medio año de misión en Chipre, pero cada jornada lo vive con la certeza de estar honrando a su tierra y a su país. “Todo llega. Si uno persevera, nada es imposible”.

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