Una nueva postal de fe se vive en los caminos de altura. Esta madrugada, cerca de las 5.30, los peregrinos de San Antonio de los Cobres, Mina Patito y de otros comunidades de la Puna llegaron a Finca la Griselda, de Alfarcito, donde desayunarán. Luego continuarán su camino hacia la ciudad de Salta para participar de las celebraciones del Señor y la Virgen del Milagro.
Con ponchos que abrigan del frío, cruces al hombro y sombreros para protegerse del sol, hombres, mujeres y niños avanzan en fila por la ruta. Entre ellos se distinguen pequeñas imágenes del Señor y la Virgen del Milagro, que son llevadas con cuidado y devoción.
A cada paso, el grupo entona cánticos y eleva oraciones, transformando el trayecto en una experiencia comunitaria. “Venimos caminando desde muy temprano, con mucha fe y esperanza”, comentan los peregrinos a quienes los cruzan en el camino.
Se espera que lleguen bien entrada la mañana a Campo Quijano, donde harán una pausa para descansar y reponer fuerzas antes de continuar con su peregrinación. Esta caminata, que se repite año tras año, es uno de los testimonios más emotivos de la devoción popular en Salta y anticipa el clima de fervor que se vive en torno al Milagro.