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Ignacio Zuleta disertará el jueves en el evento central de Hablemos de lo que viene. Y en diálogo con El Tribuno, el analista político advirtió que el triunfo del peronismo en Buenos Aires refleja los límites de un gobierno nacional minoritario, sin partido propio ni bases sólidas, que enfrenta a coaliciones más poderosas. Subrayó que la economía "no alcanza para ganar elecciones" y que el voto argentino es complejo
¿Qué análisis puede hacer del triunfo del peronismo sobre La Libertad Avanza en las legislativas de Buenos Aires?
El resultado de la elección es evidente y para el gobierno es golpe de realidad, porque el gobierno es un gobierno minoritario, es un gobierno que no tiene partido, no tiene funcionarios, no tiene programa, está todo prestado de otros bloques, y por lo tanto, es más chico que el peronismo; entonces es una ilusión que le va a ganar al peronismo. El único activo que tiene el gobierno es su agenda económica. Aunque esta es una agenda compartida por todos los sectores políticos. Si uno mira la elección de la primera vuelta del año '23, salvo Miriam Bregman, los otros candidatos presidenciales: Schiaretti, Bullrich, Milei y Massa, entonaron la misma música en materia económica, con menos inflación, más desregulada, con más apertura al mundo, con disminución paulatina de los subsidios, con crédito. Esa economía que el gobierno trata de llevar adelante, es una agenda compartida por todos los partidos políticos. Entonces, eso no basta porque el voto no está ganado por la economía, ni acá ni en ningún lugar del mundo. La economía no trae votos. Si vos tenés una mala economía, seguro que vas a perder el voto. Pero si te ves una buena economía, no es seguro que ganes buena elección ni que crezca. La prueba o contraprueba la dio Massa en 2023. Tenía la peor economía, el peor gobierno, era el peor candidato y sacó 44 puntos, la mitad del electorado argentino. Es decir, que el voto es más complejo, abarca otras cosas y entre ellas abarca la política. Y este gobierno es muy severo en política. Hay algo que es insalvable, porque es una falta de origen, es que tiene muy pocos votos, muy poco respaldo: 29 puntos en la primera vuelta. Eso es lo más que da. Y después, tiene una estrategia política que no está llamada a formar mayorías, sino a combatir a las mayorías desde una minoría. Preguntenlé a ellos por qué lo hacen, yo creo que es un error, porque ir al Senado y perder 15 votaciones seguidas no le conviene a nadie, menos aún al que convoca la sesión y la preside.
"El Gobierno llegó al poder, en un balotaje, con votos prestados, funcionarios prestados y programas prestados".
Falta poco más de un mes para la elecciones legislativas nacionales, ¿cree que el Gobierno va a llegar con aire a ese momento?
Yo creo que los factores básicos son los mismos. Un gobierno de minorías que llegó a la presidencia por el balotaje con votos prestado, funcionarios prestados y programas prestados, especialmente por Cambiemos. Muchos funcionarios de Macri están en el Gobierno: Bullrich, Petri, Sturzenegger, Caputo y centenares de otros funcionarios del sector de Cambiemos, especialmente del PRO. Es decir, los factores son los mismos. Lo que sí creo que cambian son las circunstancias en cada provincia. Yo no sacaré ninguna conclusión. Ahora, sobre octubre pensando en esta elección. Esa es la elección de una naturaleza totalmente distinta, además ha ocurrido en un distrito como Buenos Aires, que es un distrito donde el peronismo gobierno hace dos mandatos. Además es uno de los cuatro distritos, que en 2023, apoyó a Massa. Sergio Massa ganó la elección presidencial en Buenos Aires, como lo hizo en Chaco, Misiones y Santiago del Estero. Es muy un adversario muy chivo el peronismo en Buenos Aires. En otras provincias no es así, entonces es probable que la pelea se plantee en otros términos y hay que entender que son 24 elecciones. Los factores son los mismos: un gobierno muy débil frente a coaliciones políticas más poderosas.
¿Cómo cree que van a jugar los gobernadores?
Los gobernadores juegan en funcion de su interés, lo cual es legítimo. La gente le reclama cosas en las provincias. La declaración es un asiento contable, es una entelequia, no existe. Existen las provincias, los distritos donde vive la gente. Y los responsables políticos que se juegan el pellejo en cada distrito son los gobernadores. Ellos juegan su interés y es legítimo de así sea, y cada uno va a buscar su interés. Hay gobernadores que han dicho que no quieren integrantes de La Libertad Avanza en sus listas y los han repudiado, los han sacado de su juego. Hay otros gobernadores que se han creído el verso de que la marca sola y el nombre Milei hace ganar elecciones. La prueba de ayer los muestra. Hay provincias como el Chaco o Mendoza, que son provincias de administración radical, que le entregaron los primeros candidatos a senadores y a diputados a la Libertad Avanza. No sé qué estarán pensando ahora, porque se ha probado que la marca no trae votos.
"El límite del Gobierno nacional son los 29 puntos que sacó en la primera vuelta. Y el peronismo es un rival chivo en Buenos Aires".
¿Usted cree que el peronismo encontró en Axel Kicillof a alguien que va a encausar el movimiento de cara a lo que viene?
No, esa es una pelea abierta en los dos grandes grupos de las coaliciones que se enfrentaron en 2023. Ni el voto que fue de Cambiemos tiene un liderazgo, porque no es Macri ni Milei; ni el peronismo es pacífico en decidir una conducción unificada. Puede ser un dirigente de la provincia de Buenos Aires o el interior. Y en la provincia tiene dos dirigentes muy fuertes como Cristina y Kicillof que confontan por la conducción del peronismo de Buenos Aires. Entonces, la coalición de peronista no tiene jefe desde que Menem se retiró de la política. Después de Menem, el peronismo no tuvo ningún líder. Es alguien que condujera al conjunto, no a un sector que le puede ganar a otro. Lo mismo en el sector no peronista. De hecho, Alfonsín puso dos gobiernos en 40 años: el de él en el '83 y en el '99 en de la Alianza. O sea, llevó adelante dos procesos presidenciales.
"En cada una de sus provincias, los gobernadores juegan en función de su interés, y es legítimo que así sea".
Su presentación del jueves titulada "La utopía argentina", ¿en que se basa?
La utopía argentina es una descripción de la Argentina contemporánea en torno a las fuerzas políticas que están en juego y en los programas que se llevan adelante. Yo trato de llevar el debate a un país en donde la mayoría de las formaciones políticas, desde hace más de cien años, tiene una escuela común, igualitaria, de apertura al mundo. Es un poco lo que está en el preámbulo de la Constitución. Y ese es un programa que siempre está cerca de realizarse, porque Argentina es un país muy rico, y al ser un país rico, no existe el escepticismo o la desazón o la tristeza por no llevar a cabo esa agenda. Esa agenda está siempre muy cerca de lograrse. La Argentina tiene una estructura del Estado copiado o calcado de la agenda igualitaria, que es la que conciertan conservadores radicales en el año 1912 con la Ley Sáenz Peña, y que se aplica a las elecciones nacionales desde 1916 hasta ahora. Y en todas las contiendas electorales democráticas que hubo, el 90% del electorado se ha sindicado en dos fuerzas políticas: la fuerza conservadora de la cual deriva el peronismo. Y la fuerza socialdemócrata que ha tenido algunos momentos con el radicalismo. Y estas coaliciones se han enfrentado siempre hasta las últimas del 2023. Porque en nuestra década esas coaliciones han sido, de Juntos por el Cambio, Cambiemos y Fuerza Patria, Unión por la Patria, Unión Ciudadana o Frente para la Victoria, las distintas formas que ha ido adoptando el peronismo. Y esa coincidencia de agendas, lo que hizo es que la sociedad argentina construya instituciones muy sólidas como la educación gratuita y universal, que es envidia del mundo, sistema provisional universal, que es envidia del mundo, un sistema de seguridad social médica que abarca prepago médicos, obras sociales sindicales, institutos provinciales de salud y medicina privada, que es también universal. Y esas instituciones, que obviamente hacen colapsar el gasto público porque son caras de mantener y son un poco la razón de ser de la crisis de indicadores que tiene la Argentina, pero la Argentina no resigna esos logros.