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?Nos asaltaron a punta de pistola y nos dejaron atadas?

Viernes, 03 de agosto de 2012 12:37

Tres encapuchados armados irrumpieron violentamente, antenoche, a eso de las 21.10, el domicilio de la familia oranense Belmont-Bastista y, a punta de pistola, ataron a las tres jóvenes que estaban en la casa -dos de ellas con bebés en sus brazos- y se robaron todo lo que pudieron, aunque antes de llevarse $11.000 y cuatro celulares que hallaron tras una veloz búsqueda pieza por pieza, advertían a las dueñas de casa: “¡Vamos, no se hagan las bobinas...entreguen lo que andamos buscando!”, aunque nunca especificaron qué.
El asalto fue uno más de la ola de robos a domicilios que asuela a la provincia y que ya suman 12, desde el 28 de julio pasado.
Los últimos fueron cuatro: dos en Salta, uno en Hipólito Yrigoyen (ver recuadros) y el que sufrieron los Belmont-Batista en su casa, de barrio 20 de Febrero, de Orán.
Las hermanas Johana (26), Antonela (21), con sus hijos en brazos, y Mili (20), miraban televisión en el living.
“Nuestros padres acababan de salir al centro cuando golpearon la puerta. Yo abrí y se introdujeron violentamente tres encapuchados armados. Nos ataron de pies y manos con cintas de embalar y nos gritaban ‘Dennos lo que buscamos’, pero no decían qué. Revolvían todo, hasta las alcancías y se llevaron $11.000 que habían en una mesa de luz y cuatro celulares”, contó la mayor de las chicas.
Las víctimas dijeron a la Policía que, pese a las capuchas, advirtieron que uno era de tez blanca y los otros, morochos.Todos de entre 25 y 30 años.
De acuerdo a las primeras pesquisas, todo parece indicar que los delincuentes estuvieron esperando a que el dueño de casa, Antonio Belmont (52), propietario de un local de diversión nocturna de Pichanal, se retirara del domicilio.
Las jóvenes, entrevistadas por El Tribuno, repitieron varias veces que los ladrones eran decididos, no estuvieron más de diez minutos en su casa y que no se cansaban de decirles “ustedes saben lo que venimos a buscar”.
Johana, Antonela y Mili llamaron, luego de una ardua lucha por deshacerse de sus ligaduras, al 911 con un celular que no encontraron los ladrones. “Se demoraron más de una hora en venir”, dijeron y recordaron que los sujetos escaparon a pie y se subieron a una camioneta que estaba estacionada a una cuadra de la casa, aunque no aportaron más detalles.
 

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Tres encapuchados armados irrumpieron violentamente, antenoche, a eso de las 21.10, el domicilio de la familia oranense Belmont-Bastista y, a punta de pistola, ataron a las tres jóvenes que estaban en la casa -dos de ellas con bebés en sus brazos- y se robaron todo lo que pudieron, aunque antes de llevarse $11.000 y cuatro celulares que hallaron tras una veloz búsqueda pieza por pieza, advertían a las dueñas de casa: “¡Vamos, no se hagan las bobinas...entreguen lo que andamos buscando!”, aunque nunca especificaron qué.
El asalto fue uno más de la ola de robos a domicilios que asuela a la provincia y que ya suman 12, desde el 28 de julio pasado.
Los últimos fueron cuatro: dos en Salta, uno en Hipólito Yrigoyen (ver recuadros) y el que sufrieron los Belmont-Batista en su casa, de barrio 20 de Febrero, de Orán.
Las hermanas Johana (26), Antonela (21), con sus hijos en brazos, y Mili (20), miraban televisión en el living.
“Nuestros padres acababan de salir al centro cuando golpearon la puerta. Yo abrí y se introdujeron violentamente tres encapuchados armados. Nos ataron de pies y manos con cintas de embalar y nos gritaban ‘Dennos lo que buscamos’, pero no decían qué. Revolvían todo, hasta las alcancías y se llevaron $11.000 que habían en una mesa de luz y cuatro celulares”, contó la mayor de las chicas.
Las víctimas dijeron a la Policía que, pese a las capuchas, advirtieron que uno era de tez blanca y los otros, morochos.Todos de entre 25 y 30 años.
De acuerdo a las primeras pesquisas, todo parece indicar que los delincuentes estuvieron esperando a que el dueño de casa, Antonio Belmont (52), propietario de un local de diversión nocturna de Pichanal, se retirara del domicilio.
Las jóvenes, entrevistadas por El Tribuno, repitieron varias veces que los ladrones eran decididos, no estuvieron más de diez minutos en su casa y que no se cansaban de decirles “ustedes saben lo que venimos a buscar”.
Johana, Antonela y Mili llamaron, luego de una ardua lucha por deshacerse de sus ligaduras, al 911 con un celular que no encontraron los ladrones. “Se demoraron más de una hora en venir”, dijeron y recordaron que los sujetos escaparon a pie y se subieron a una camioneta que estaba estacionada a una cuadra de la casa, aunque no aportaron más detalles.
 

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