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Saluzzi vuelve a Argentina para presentar su nuevo álbum

Miércoles, 24 de abril de 2013 16:32

El bandoneonista Dino Saluzzi interpretará mañana por primera vez en la Argentina su álbum ‘‘Navidad de los Andes’’, el eslabón final de sus años de trabajo en Europa.
A los 77 años, Saluzzi, acaso el músico argentino más reconocido en el mundo junto con Martha Argerich y Daniel Barenboim, ofrecerá el repertorio del disco editado en la Argentina a fines de 2011 en un concierto en Buenos Aires en el ND Teatro (Paraguay 918), desde las 21.
El salteño remedará el formato de trío con el que grabó la obra: el violoncello de la alemana Anja Lechner y el saxo y clarinete de su hermano Félix ôCuchara“ Saluzzi.
Con la presentación en el ND Teatro, Saluzzi completará en la Argentina la exposición de sus trabajos realizados en su extenso ciclo europeo y que el año pasado permitió interpretar, también por primera vez, el disco ‘‘El Encuentro’’ (2009) con la Orquesta Sinfónica Nacional en el Auditorio de Belgrano.
En ‘‘Navidad de los Andes’’, Saluzzi ratificó su compromiso con una música elusiva, compleja en su búsqueda, sencilla en su resultado y ajena a las reglas del catálogo.
La sociedad con Lechner le permite al salteño avanzar en su búsqueda musical sin detenerse (sin que lo detenga) la necesidad de combatir las comodidades (los vicios) de instrumentistas entrenados (y lacerados) por la música de género.
‘‘Navidad de los Andes’’ se construye desde un contrapunto central entre bandoneón y violoncello, a los que el clarinete o el saxo tenor de Félix se suman de modo casi incidental.
Saluzzi ha conseguido hace tiempo extender los horizontes del fueye en un doble sentido: le entregó al universo del jazz y la música clásica un timbre nuevo, desconocido (que fue aclamado con su álbum ‘‘Kultrum’’, 1983) y, a su vez, despegó al instrumento del golpe repetitivo del tango y el folclore.
La sonoridad argentina está presente, sin embargo, en todo el disco. En ‘‘Navidad...’’ Saluzzi volvió a grabar ‘‘Gabriel Kondor’’, aquel carnavalito diseccionado y reconvertido de ‘‘Kultrum’’. Y esos mismo aires folclóricos reaparecen en la genial ‘‘Son Qo‘ñati’’.
Los paisajes andinos se adueñan de la melodía de ‘‘Flor de tuna’’, que abre el disco, donde la melancolía del bandoneón empasta las cuerdas del violoncello para transitar entre la tensión y la liberación musical.
En ‘‘Variaciones sobre una melodía popular de José Padula’’, ’’Candor/Soledad (Carlos Gardel)’’ o ‘‘Recuerdos de Bohemia’’ (Enrique Delfino-Manuel Romero), Saluzzi ofrece lecciones de cómo adueñarse y apropiarse de una melodía para entregar una obra nueva, con un esqueleto de notas conocidas que recuperan la originalidad
‘‘A mí me gusta la música y me gusta tocar. Si tengo que tocar debajo de un puente, lo hago. Pero el músico tiene la posibilidad de elegir en dónde y, sobre todo, para quién. Por eso no busco forzar las situaciones. Y es por eso se demoró la presentación de este disco’’, explicó Saluzzi a Télam.
El salteño aseguró que ‘‘en la programación de los conciertos, como en la música, hay una armonía para que las cosas lleguen en su debido momento. Hay que encontrar un lugar adecuado para expresarlo. Y yo no lo voy a buscar’’.
‘‘Ir a buscar ese lugar; golpear puertas a ver si me dan una oportunidad es una posición que no comparto. Al revés, yo les doy la oportunidad con mi obra’’, sentenció.

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El bandoneonista Dino Saluzzi interpretará mañana por primera vez en la Argentina su álbum ‘‘Navidad de los Andes’’, el eslabón final de sus años de trabajo en Europa.
A los 77 años, Saluzzi, acaso el músico argentino más reconocido en el mundo junto con Martha Argerich y Daniel Barenboim, ofrecerá el repertorio del disco editado en la Argentina a fines de 2011 en un concierto en Buenos Aires en el ND Teatro (Paraguay 918), desde las 21.
El salteño remedará el formato de trío con el que grabó la obra: el violoncello de la alemana Anja Lechner y el saxo y clarinete de su hermano Félix ôCuchara“ Saluzzi.
Con la presentación en el ND Teatro, Saluzzi completará en la Argentina la exposición de sus trabajos realizados en su extenso ciclo europeo y que el año pasado permitió interpretar, también por primera vez, el disco ‘‘El Encuentro’’ (2009) con la Orquesta Sinfónica Nacional en el Auditorio de Belgrano.
En ‘‘Navidad de los Andes’’, Saluzzi ratificó su compromiso con una música elusiva, compleja en su búsqueda, sencilla en su resultado y ajena a las reglas del catálogo.
La sociedad con Lechner le permite al salteño avanzar en su búsqueda musical sin detenerse (sin que lo detenga) la necesidad de combatir las comodidades (los vicios) de instrumentistas entrenados (y lacerados) por la música de género.
‘‘Navidad de los Andes’’ se construye desde un contrapunto central entre bandoneón y violoncello, a los que el clarinete o el saxo tenor de Félix se suman de modo casi incidental.
Saluzzi ha conseguido hace tiempo extender los horizontes del fueye en un doble sentido: le entregó al universo del jazz y la música clásica un timbre nuevo, desconocido (que fue aclamado con su álbum ‘‘Kultrum’’, 1983) y, a su vez, despegó al instrumento del golpe repetitivo del tango y el folclore.
La sonoridad argentina está presente, sin embargo, en todo el disco. En ‘‘Navidad...’’ Saluzzi volvió a grabar ‘‘Gabriel Kondor’’, aquel carnavalito diseccionado y reconvertido de ‘‘Kultrum’’. Y esos mismo aires folclóricos reaparecen en la genial ‘‘Son Qo‘ñati’’.
Los paisajes andinos se adueñan de la melodía de ‘‘Flor de tuna’’, que abre el disco, donde la melancolía del bandoneón empasta las cuerdas del violoncello para transitar entre la tensión y la liberación musical.
En ‘‘Variaciones sobre una melodía popular de José Padula’’, ’’Candor/Soledad (Carlos Gardel)’’ o ‘‘Recuerdos de Bohemia’’ (Enrique Delfino-Manuel Romero), Saluzzi ofrece lecciones de cómo adueñarse y apropiarse de una melodía para entregar una obra nueva, con un esqueleto de notas conocidas que recuperan la originalidad
‘‘A mí me gusta la música y me gusta tocar. Si tengo que tocar debajo de un puente, lo hago. Pero el músico tiene la posibilidad de elegir en dónde y, sobre todo, para quién. Por eso no busco forzar las situaciones. Y es por eso se demoró la presentación de este disco’’, explicó Saluzzi a Télam.
El salteño aseguró que ‘‘en la programación de los conciertos, como en la música, hay una armonía para que las cosas lleguen en su debido momento. Hay que encontrar un lugar adecuado para expresarlo. Y yo no lo voy a buscar’’.
‘‘Ir a buscar ese lugar; golpear puertas a ver si me dan una oportunidad es una posición que no comparto. Al revés, yo les doy la oportunidad con mi obra’’, sentenció.

(Télam, por Mariano Suárez).-

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