La noche fue agitada pero lo peor es que la violencia de los barras sigue entre nosotros. ¿Hasta cuándo?
Era tan solo un amistoso el que jugaron Gimnasia y Tiro y Central Norte y que terminó en triunfo albo por 1 a 0, gracias a la Chancha Zárate, pero a los violentos no les importa el partido, ni el equipo, ni el resultado. Encima, cuando ven la oportunidad, como la de anoche, en la que hubo pocos policías, la aprovechan para seguir manchando al fútbol.
Era tan solo un amistoso pero desde temprano grupos de hinchas de Central Norte se toparon con los uniformados antes del clásico. Después, durante el partido, comenzaron a amenazarse los que estaban apostados en la tribuna de las instalaciones del club albo con los que se encontraban en la ex-Virrey Toledo. Y estos mismos, a su vez, se tiraron con objetos con los hinchas de Gimnasia que se ubicaron en la bandeja de calle Leguizamón.
Estos enfrentamientos se produjeron durante el entretiempo y mientras se disputaba el complemento, lo que provocó la suspensión del juego por varios minutos. Todo, ante la presencia de unos pocos policías. La organización de este partido tampoco pensó en que este clásico vaya albergar a unas 4.000 personas.
La temporada para los clubes salteños arrancará el próximo fin de semana y las autoridades deberán tomar cartas en el asunto cuanto antes.
A todo esto, hubo un partido que terminó ganando Gimnasia por 1 a 0 y que a los técnicos les servía más para probar los equipos que otra cosa. Y ese partido fue malo y con "pierna fuerte" en la primera etapa, en la que Central fue apenas superior y tuvo un par de chances para abrir el marcador: Perelman salvó remates de Villar y Armella.
Gimnasia reaccionó en el complemento, levantó su nivel y cuando el partido se moría (iban a los penales) pudo abrir el marcador a través de la Chancha Zárate, tras un centro de Valente. Sí, después de los disturbios, el albo levantó la copa de invierno.
Era tan solo un amistoso el que jugaron Gimnasia y Tiro y Central Norte y que terminó en triunfo albo por 1 a 0, gracias a la Chancha Zárate, pero a los violentos no les importa el partido, ni el equipo, ni el resultado. Encima, cuando ven la oportunidad, como la de anoche, en la que hubo pocos policías, la aprovechan para seguir manchando al fútbol.
Era tan solo un amistoso pero desde temprano grupos de hinchas de Central Norte se toparon con los uniformados antes del clásico. Después, durante el partido, comenzaron a amenazarse los que estaban apostados en la tribuna de las instalaciones del club albo con los que se encontraban en la ex-Virrey Toledo. Y estos mismos, a su vez, se tiraron con objetos con los hinchas de Gimnasia que se ubicaron en la bandeja de calle Leguizamón.
Estos enfrentamientos se produjeron durante el entretiempo y mientras se disputaba el complemento, lo que provocó la suspensión del juego por varios minutos. Todo, ante la presencia de unos pocos policías. La organización de este partido tampoco pensó en que este clásico vaya albergar a unas 4.000 personas.
La temporada para los clubes salteños arrancará el próximo fin de semana y las autoridades deberán tomar cartas en el asunto cuanto antes.
A todo esto, hubo un partido que terminó ganando Gimnasia por 1 a 0 y que a los técnicos les servía más para probar los equipos que otra cosa. Y ese partido fue malo y con "pierna fuerte" en la primera etapa, en la que Central fue apenas superior y tuvo un par de chances para abrir el marcador: Perelman salvó remates de Villar y Armella.
Gimnasia reaccionó en el complemento, levantó su nivel y cuando el partido se moría (iban a los penales) pudo abrir el marcador a través de la Chancha Zárate, tras un centro de Valente. Sí, después de los disturbios, el albo levantó la copa de invierno.
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La noche fue agitada pero lo peor es que la violencia de los barras sigue entre nosotros. ¿Hasta cuándo?
Era tan solo un amistoso el que jugaron Gimnasia y Tiro y Central Norte y que terminó en triunfo albo por 1 a 0, gracias a la Chancha Zárate, pero a los violentos no les importa el partido, ni el equipo, ni el resultado. Encima, cuando ven la oportunidad, como la de anoche, en la que hubo pocos policías, la aprovechan para seguir manchando al fútbol.
Era tan solo un amistoso pero desde temprano grupos de hinchas de Central Norte se toparon con los uniformados antes del clásico. Después, durante el partido, comenzaron a amenazarse los que estaban apostados en la tribuna de las instalaciones del club albo con los que se encontraban en la ex-Virrey Toledo. Y estos mismos, a su vez, se tiraron con objetos con los hinchas de Gimnasia que se ubicaron en la bandeja de calle Leguizamón.
Estos enfrentamientos se produjeron durante el entretiempo y mientras se disputaba el complemento, lo que provocó la suspensión del juego por varios minutos. Todo, ante la presencia de unos pocos policías. La organización de este partido tampoco pensó en que este clásico vaya albergar a unas 4.000 personas.
La temporada para los clubes salteños arrancará el próximo fin de semana y las autoridades deberán tomar cartas en el asunto cuanto antes.
A todo esto, hubo un partido que terminó ganando Gimnasia por 1 a 0 y que a los técnicos les servía más para probar los equipos que otra cosa. Y ese partido fue malo y con "pierna fuerte" en la primera etapa, en la que Central fue apenas superior y tuvo un par de chances para abrir el marcador: Perelman salvó remates de Villar y Armella.
Gimnasia reaccionó en el complemento, levantó su nivel y cuando el partido se moría (iban a los penales) pudo abrir el marcador a través de la Chancha Zárate, tras un centro de Valente. Sí, después de los disturbios, el albo levantó la copa de invierno.
Era tan solo un amistoso el que jugaron Gimnasia y Tiro y Central Norte y que terminó en triunfo albo por 1 a 0, gracias a la Chancha Zárate, pero a los violentos no les importa el partido, ni el equipo, ni el resultado. Encima, cuando ven la oportunidad, como la de anoche, en la que hubo pocos policías, la aprovechan para seguir manchando al fútbol.
Era tan solo un amistoso pero desde temprano grupos de hinchas de Central Norte se toparon con los uniformados antes del clásico. Después, durante el partido, comenzaron a amenazarse los que estaban apostados en la tribuna de las instalaciones del club albo con los que se encontraban en la ex-Virrey Toledo. Y estos mismos, a su vez, se tiraron con objetos con los hinchas de Gimnasia que se ubicaron en la bandeja de calle Leguizamón.
Estos enfrentamientos se produjeron durante el entretiempo y mientras se disputaba el complemento, lo que provocó la suspensión del juego por varios minutos. Todo, ante la presencia de unos pocos policías. La organización de este partido tampoco pensó en que este clásico vaya albergar a unas 4.000 personas.
La temporada para los clubes salteños arrancará el próximo fin de semana y las autoridades deberán tomar cartas en el asunto cuanto antes.
A todo esto, hubo un partido que terminó ganando Gimnasia por 1 a 0 y que a los técnicos les servía más para probar los equipos que otra cosa. Y ese partido fue malo y con "pierna fuerte" en la primera etapa, en la que Central fue apenas superior y tuvo un par de chances para abrir el marcador: Perelman salvó remates de Villar y Armella.
Gimnasia reaccionó en el complemento, levantó su nivel y cuando el partido se moría (iban a los penales) pudo abrir el marcador a través de la Chancha Zárate, tras un centro de Valente. Sí, después de los disturbios, el albo levantó la copa de invierno.