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Parque La Vega: otorgaron lotes a personas que ya tenían casas

Lunes, 15 de febrero de 2016 01:30
Preadjudicatarios que no recibieron lotes se organizan para denunciar las irregularidades en Parque La Vega. JUAN BARTHE
Venta de lotes, clientelismo, acomodos, corrupción. Ese combo de irregularidades se dio en el loteo de Parque La Vega. Un sistema en el que no queda afuera el Gobierno provincial, según pudo corroborar El Tribuno tras detectar adjudicaciones ilegales de parte Tierra y Hábitat a personas que tienen otras propiedades.
De acuerdo a la ley provincial 2.616, uno de los requisitos para la entrega de terrenos fiscales es que los beneficiarios no posean inmuebles a su nombre. Las omisiones a esta norma quedaron en evidencia en Parque La Vega, tras el simple cruce de datos entre los registros de la Dirección de Inmuebles y de algunas de las 833 personas que obtuvieron un lote.
El listado de los adjudicatarios salió a la luz y luego se guardó bajo siete llaves, el 5 de febrero, en el acto de entrega de los terrenos que se realizó en la entrada al predio habitacional de la zona sur de la capital salteña. La lista forma parte del anexo de la resolución Nº 20 del Ministerio de Infraestructura, Tierra y Viviendas y la Subsecretaría de Tierra y Hábitat.
Tras la ceremonia, en la que por cierto solo había funcionarios de segunda línea y muchos punteros políticos, cerca de 300 familias quedaron sorprendidas porque no figuraban entre los que obtuvieron una parcela, a pesar de que habían sido preadjudicadas desde el 2013 hasta con número de lote y manzana. Muchas de ellas se enteraron por la televisión o la radio de que los lotes ya fueron entregados y recién el miércoles siguiente, tras el feriado de Carnaval, pudieron ir a Tierra y Hábitat a pedir explicaciones, aunque no tuvieron respuestas.
Algunos casos
A días de la entrega de tierras, varias personas se apuraron a edificar con material una vivienda. Otras cercaron hasta dos lotes con pasacalles y plásticos. Uno de estos casos se presentó en la manzana 39, donde el lote 2 está a nombre de una empleada del Ministerio de Salud Pública, de 53 años, quien posee el 50% de otra propiedad en barrio Don Emilio, según figura en Inmuebles. El lote colindante al de esa mujer en Parque La Vega fue otorgado a una joven con domicilio en La Banda, Iruya, de acuerdo al padrón electoral del año pasado.
Otro ejemplo. La adjudicataria del lote 22 de la manzana 18, una pensionada de 60 años, tiene a su nombre la mitad de dos viviendas en barrio San Francisco Solano, en la zona sureste de la ciudad. Las casas están ubicadas en la calle Artidorio Cresseri.
Lo mismo ocurre en el lote 17, manzana 22, que fue otorgado a una mujer de 36 años, cuyo esposo es propietario de una empresa constructora y de una casa en la manzana 8 del barrio San Carlos. Basta consultar el artículo 2 de la ley 2.616, que aclara que los beneficiarios de lotes deben ser "personas de familia numerosa y de limitados recursos económicos", para compartir la indignación de la familia que tenía preadjudicada la misma parcela desde hace tres años.
En el listado de Tierra y Hábitat surgieron otras anomalías, como adjudicatarios cuyo nombre no corresponde al DNI publicado en el expediente oficial. Una de esas irregularidades se registra en el lote 13, manzana 25, que fue otorgado a una mujer de apellido Frías, pero el documento que figura en la lista es de un hombre de 44 años, quien tiene otra propiedad en la manzana 457 C del barrio Divino Niño de Jesús.
El sistema
Las mismas incompatibilidades ya fueron observadas en otras acciones con las que el Gobierno intentó paliar la crisis habitacional que atraviesa Salta. Como la entrega irregular de viviendas sociales en el barrio Lomas de Medeiro, donde había sido beneficiado el exsecretario Legal y Técnico de la Provincia, Pablo Robbio Saravia (hoy aspirante a juez), quien en el momento de la entrega tenía tres propiedades a su nombre: en San Lorenzo, Pinamar y Salta capital.
Esa discrecionalidad, que está lejos de ser un error administrativo, quedó también demostrada en Parque La Vega, donde funcionarios inescrupulosos, punteros políticos e inversores de loteos juegan con las necesidades de miles de familias salteñas que ven cómo una vez más se les escapó el sueño de tener un lugar propio donde vivir.
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Venta de lotes, clientelismo, acomodos, corrupción. Ese combo de irregularidades se dio en el loteo de Parque La Vega. Un sistema en el que no queda afuera el Gobierno provincial, según pudo corroborar El Tribuno tras detectar adjudicaciones ilegales de parte Tierra y Hábitat a personas que tienen otras propiedades.
De acuerdo a la ley provincial 2.616, uno de los requisitos para la entrega de terrenos fiscales es que los beneficiarios no posean inmuebles a su nombre. Las omisiones a esta norma quedaron en evidencia en Parque La Vega, tras el simple cruce de datos entre los registros de la Dirección de Inmuebles y de algunas de las 833 personas que obtuvieron un lote.
El listado de los adjudicatarios salió a la luz y luego se guardó bajo siete llaves, el 5 de febrero, en el acto de entrega de los terrenos que se realizó en la entrada al predio habitacional de la zona sur de la capital salteña. La lista forma parte del anexo de la resolución Nº 20 del Ministerio de Infraestructura, Tierra y Viviendas y la Subsecretaría de Tierra y Hábitat.
Tras la ceremonia, en la que por cierto solo había funcionarios de segunda línea y muchos punteros políticos, cerca de 300 familias quedaron sorprendidas porque no figuraban entre los que obtuvieron una parcela, a pesar de que habían sido preadjudicadas desde el 2013 hasta con número de lote y manzana. Muchas de ellas se enteraron por la televisión o la radio de que los lotes ya fueron entregados y recién el miércoles siguiente, tras el feriado de Carnaval, pudieron ir a Tierra y Hábitat a pedir explicaciones, aunque no tuvieron respuestas.
Algunos casos
A días de la entrega de tierras, varias personas se apuraron a edificar con material una vivienda. Otras cercaron hasta dos lotes con pasacalles y plásticos. Uno de estos casos se presentó en la manzana 39, donde el lote 2 está a nombre de una empleada del Ministerio de Salud Pública, de 53 años, quien posee el 50% de otra propiedad en barrio Don Emilio, según figura en Inmuebles. El lote colindante al de esa mujer en Parque La Vega fue otorgado a una joven con domicilio en La Banda, Iruya, de acuerdo al padrón electoral del año pasado.
Otro ejemplo. La adjudicataria del lote 22 de la manzana 18, una pensionada de 60 años, tiene a su nombre la mitad de dos viviendas en barrio San Francisco Solano, en la zona sureste de la ciudad. Las casas están ubicadas en la calle Artidorio Cresseri.
Lo mismo ocurre en el lote 17, manzana 22, que fue otorgado a una mujer de 36 años, cuyo esposo es propietario de una empresa constructora y de una casa en la manzana 8 del barrio San Carlos. Basta consultar el artículo 2 de la ley 2.616, que aclara que los beneficiarios de lotes deben ser "personas de familia numerosa y de limitados recursos económicos", para compartir la indignación de la familia que tenía preadjudicada la misma parcela desde hace tres años.
En el listado de Tierra y Hábitat surgieron otras anomalías, como adjudicatarios cuyo nombre no corresponde al DNI publicado en el expediente oficial. Una de esas irregularidades se registra en el lote 13, manzana 25, que fue otorgado a una mujer de apellido Frías, pero el documento que figura en la lista es de un hombre de 44 años, quien tiene otra propiedad en la manzana 457 C del barrio Divino Niño de Jesús.
El sistema
Las mismas incompatibilidades ya fueron observadas en otras acciones con las que el Gobierno intentó paliar la crisis habitacional que atraviesa Salta. Como la entrega irregular de viviendas sociales en el barrio Lomas de Medeiro, donde había sido beneficiado el exsecretario Legal y Técnico de la Provincia, Pablo Robbio Saravia (hoy aspirante a juez), quien en el momento de la entrega tenía tres propiedades a su nombre: en San Lorenzo, Pinamar y Salta capital.
Esa discrecionalidad, que está lejos de ser un error administrativo, quedó también demostrada en Parque La Vega, donde funcionarios inescrupulosos, punteros políticos e inversores de loteos juegan con las necesidades de miles de familias salteñas que ven cómo una vez más se les escapó el sueño de tener un lugar propio donde vivir.
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