Poco después de las 14, Andrea Neri, de 18 años, ingresó en el penal y se reunió con su pareja Gabriel "Chirete" Herrera, de 39. Ella llegó contenta, con el pequeño hijo de ambos nacido los primeros días de noviembre del año pasado.
Fueron a la celda 372 que él comparte con otros cuatro presos, en el pabellón E, pero estaban solos porque iban a tener una reunión íntima.
No pasó mucho tiempo y Herrera salió con el bebé en brazos, lo entregó a los guardiacárceles y les avisó que había matado a la muchacha.
Fue un golpe duro para todos.
La noticia se esparció por todo el penal y también en la vereda, repleta de gente porque era el día de visitas a los internos.
Herrera fue aislado, mientras las autoridades del Servicio Penitenciario se comunicaban con la familia de la joven víctima, hablaban con autoridades del Ministerio de Derechos Humanos y Justicia, empezaban a informar del caso a los medios periodísticos y también a los visitantes para atenuar los rumores y los ánimos.
Antes de retirarse del penal, el fiscal Rivero confirmó que hoy Gabriel Herrera será imputado por el femicidio de Andrea. Es el segundo que comete: en 2006, Herrera asesinó a su entonces esposa Verónica Castro, quien lo visitaba en la cárcel de Metán donde estaba preso por estafa y robo calificado.
Los familiares de Andrea llegaron en minutos. Su madre y una cuñada recibieron al bebé, luego de que interviniera un asesor de Menores e Incapaces. En la vereda el padre de la joven, Juan Neri, un hermano de la chica y un tío esperaban. Otros familiares y amigos los acompañaban para contenerlos y ayudarlos en los trámites posteriores.
El Gobierno provincial dispuso, en apenas una hora, la intervención del penal, desplazó a su jefe, designó como nuevo titular a Néstor Guaymás y ordenó investigar el caso para deslindar responsabilidades.
"Lo conoció hace un año"
"Andrea lo conoció hace un año justamente acá, por desgracia, vino con la madre a visitar a un primo que estaba detenido y ahí lo conoció", contó José Neri, tío de la muchacha.Tras ese primer encuentro y otros más, comenzó la relación, a los pocos meses quedó embarazada y a principios de noviembre nació el bebé.
"Muchas veces le habíamos advertido sobre Herrera. La madre lo hizo y en especial el padre, que muchas veces le pidió que terminara con él. Nosotros estábamos preocupados por esa relación por los antecedentes de él. Ella sabía lo que él había hecho en Metán, pero los chicos se ponen tercos...", dijo con voz quebrada.
"Hoy al mediodía fue la última vez que la vimos, estaba con la familia, con sus hermanos porque ella estaba dedicada a cuidar a sus hermanos menores. Había almorzado y luego salió con el bebé para visitar a este asesino", relató el tío, quien acompañaba a su hermano Juan.
El crimen
Hasta anoche no se había explicado la mecánica del crimen. La versión más firme indicaba que Herrera habría ahorcado a Andrea y luego la apuñaló, probablemente utilizando un tallador de madera, una herramienta que los internos de la cárcel utilizan en los talleres de carpintería.El director general del Servicio Penitenciario, César Rodríguez, recordó que las visitas íntimas "son un derecho que tienen los internos por ley, que establece que deben ser privadas, resguardadas, no puede haber un celador o un personal penitenciario".
Víctimas de un criminal
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Poco después de las 14, Andrea Neri, de 18 años, ingresó en el penal y se reunió con su pareja Gabriel "Chirete" Herrera, de 39. Ella llegó contenta, con el pequeño hijo de ambos nacido los primeros días de noviembre del año pasado.
Fueron a la celda 372 que él comparte con otros cuatro presos, en el pabellón E, pero estaban solos porque iban a tener una reunión íntima.
No pasó mucho tiempo y Herrera salió con el bebé en brazos, lo entregó a los guardiacárceles y les avisó que había matado a la muchacha.
Fue un golpe duro para todos.
La noticia se esparció por todo el penal y también en la vereda, repleta de gente porque era el día de visitas a los internos.
Herrera fue aislado, mientras las autoridades del Servicio Penitenciario se comunicaban con la familia de la joven víctima, hablaban con autoridades del Ministerio de Derechos Humanos y Justicia, empezaban a informar del caso a los medios periodísticos y también a los visitantes para atenuar los rumores y los ánimos.
Antes de retirarse del penal, el fiscal Rivero confirmó que hoy Gabriel Herrera será imputado por el femicidio de Andrea. Es el segundo que comete: en 2006, Herrera asesinó a su entonces esposa Verónica Castro, quien lo visitaba en la cárcel de Metán donde estaba preso por estafa y robo calificado.
Los familiares de Andrea llegaron en minutos. Su madre y una cuñada recibieron al bebé, luego de que interviniera un asesor de Menores e Incapaces. En la vereda el padre de la joven, Juan Neri, un hermano de la chica y un tío esperaban. Otros familiares y amigos los acompañaban para contenerlos y ayudarlos en los trámites posteriores.
El Gobierno provincial dispuso, en apenas una hora, la intervención del penal, desplazó a su jefe, designó como nuevo titular a Néstor Guaymás y ordenó investigar el caso para deslindar responsabilidades.
"Lo conoció hace un año"
"Andrea lo conoció hace un año justamente acá, por desgracia, vino con la madre a visitar a un primo que estaba detenido y ahí lo conoció", contó José Neri, tío de la muchacha.Tras ese primer encuentro y otros más, comenzó la relación, a los pocos meses quedó embarazada y a principios de noviembre nació el bebé.
"Muchas veces le habíamos advertido sobre Herrera. La madre lo hizo y en especial el padre, que muchas veces le pidió que terminara con él. Nosotros estábamos preocupados por esa relación por los antecedentes de él. Ella sabía lo que él había hecho en Metán, pero los chicos se ponen tercos...", dijo con voz quebrada.
"Hoy al mediodía fue la última vez que la vimos, estaba con la familia, con sus hermanos porque ella estaba dedicada a cuidar a sus hermanos menores. Había almorzado y luego salió con el bebé para visitar a este asesino", relató el tío, quien acompañaba a su hermano Juan.
El crimen
Hasta anoche no se había explicado la mecánica del crimen. La versión más firme indicaba que Herrera habría ahorcado a Andrea y luego la apuñaló, probablemente utilizando un tallador de madera, una herramienta que los internos de la cárcel utilizan en los talleres de carpintería.El director general del Servicio Penitenciario, César Rodríguez, recordó que las visitas íntimas "son un derecho que tienen los internos por ley, que establece que deben ser privadas, resguardadas, no puede haber un celador o un personal penitenciario".