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Cachi explotará el atractivo turístico del ovnipuerto

El suizo Werner Jaisli se fue del valle y dejó su apreciada obra en manos de la Municipalidad, hay un principio de acuerdo para explotarla comunitariamente.
Sabado, 18 de noviembre de 2017 00:00

La noticia revolucionó el ambiente de los buscadores de ovnis del mundo. A partir de ahora, el municipio de Cachi se hará cargo del ovnipuerto que había construido Werner Jaisli tras recibir órdenes telepáticas del comandante de un plato volador.

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La noticia revolucionó el ambiente de los buscadores de ovnis del mundo. A partir de ahora, el municipio de Cachi se hará cargo del ovnipuerto que había construido Werner Jaisli tras recibir órdenes telepáticas del comandante de un plato volador.

"Aprovecho la presencia de El Tribuno para aclarar que el suizo Werner Jaisli, que construyó el ovnipuerto, decidió irse de Cachi y dejar su obra para el municipio", dijo David Zuleta, a agregó: "Acá la gente lo dejó de ver por las calles del pueblo y comenzó a tejer las más curiosas teorías. Hasta decían que se lo había llevado un plato volador. Eso no es así, se fue porque ya estaba cansado. El complejo que él mismo denominó La esperanza, está a unos 4 kilómetros del pueblo".

Era muy común entonces ver a este suizo de casi 70 años por las callecitas vallistas ataviado como un sacerdote druida, aquellos eruditos celtas precristianos especializados en las ciencias ocultas y la filosofía.

Werner usaba barba blanca en punta, una chaqueta negra con botones de asta de ciervo, una pollera a media pierna, una toca y completaba la rareza estilística con unas botas texanas.

El lugar en donde hizo su obra se llama Fuerte Alto y ocupa un espacio aproximado de unas 4 cuadras. Allí trazó con piedras una estrella de 36 puntas, con 48 metros de diámetro y al medio de la cual hay otra menor, del mismo color, pero de 12 puntas. A toda la obra se la puede ver desde las alturas.

La comenzó a hacer en 2008 y en 2012 ya la tuvo lista. Además, armó una casa hundida en la tierra. Usaba botas para protegerse de las arañas y víboras del lugar que despejó.

La estrella que se ve desde las imágenes satelitales nunca dejó de ser un atractivo curioso. Hoy, el municipio lo quiere capitalizar para el turismo y todo está listo para que las comunidades lo comiencen a explotar.

"Nosotros tenemos el turismo campesino comunitario con una fuerte impronta de los pueblo originarios. Es una fuente laboral importante que estamos comenzando a desarrollar entre comunidades diaguitas calchaquíes y la Municipalidad de Cachi. Ya hablamos sobre colocar al ovnipuerto como uno de los atractivos turísticos que tenemos la zona", dijo el hijo del famoso cazador de ovnis Zuleta.

Desde ahora el mantenimiento y la limpieza estará a cargo de la intendencia de Américo Liendro y ya comenzará a figurar en las guías oficiales de atractivos turísticos. La idea es buena teniendo en cuenta que la ciudad de Cachi, en los últimos años, se convirtió en un sitio donde abundan los relatos sobre presuntas visitas de otros mundos.

Se proponen resignificar el lugar, utilizarlo para ceremonias ancestrales originarias como el Inti Raymi y darle un sentido de unidad de los pueblos.

Historia breve

En una entrevista de El Tribuno, Jaisli contó: "Yo estaba allá, en Fuerte Alto con mi vecino Luis. Era la medianoche del 24 de noviembre de 2008. Se sentía desde abajo el ruido de una fiesta en el complejo deportivo. De pronto, todo quedó en silencio y se cortó el suministro de energía. Era la oscuridad total. "Es una noche de ovnis', le dije a Luis. Y no había terminado la frase, cuando dos objetos luminosos avanzaron a 200 metros sobre el río Calchaquí. Estaban a la altura de mis ojos. Eran sólidos, circulares y como de metal bruñido. Mentalmente les pedí que se acercaran. Y lo hicieron. Se posaron a unos 100 metros sobre nuestras cabezas y proyectaron sobre nosotros un haz de luz poderoso, increíble que nos hacía ver a ambos como seres con brillo propio. Lo curioso es que ese extraordinario spot no nos afectaba la visión. En ese momento algo comenzó a bullir por mi cerebro: era una orden. Me pedían telepáticamente que construyera el ovnipuerto".

 

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