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A cien años del natalicio de don Marcos Tames 

Fue uno de los músicos más prolíficos de Salta. Era de El Tala pero se hizo cerrillano a mediados del siglo pasado. 
Sabado, 04 de noviembre de 2017 23:34

En octubre pasado se cumplieron cien años del natalicio del conocido músico y compositor salteño don Marcos Tames. Había nacido en 1917 en el pueblo de El Tala, departamento de La Candelaria, pero a fines de los 50 se radicó definitivamente en Cerrillos, su pueblo adoptivo. 
En El Tala cursó sus primeras letras y desde niño mostró su vocación por la música soplando su armónica y su flauta, en cuanta fiesta escolar había. 
Y su niñez terminó en 1930, cuando a los 13 años debió buscar trabajo. Primero en un taller mecánico y más tarde en los talleres ferroviarios de Tafí Viejo. Allí, según recordaba, tuvo la oportunidad de conocer a dos maestros del folclore nacional: Atahualpa Yupanqui y Eduardo Falú.
A los veinte años (1937) partió a Salta para cumplir con el servicio militar obligatorio en los cuarteles de nuestra ciudad. Por un años fue conscripto y, como solía recordar, la vida de soldado le fue amena y aliviada gracias a la música. Al año cabal, recibió la baja y en lugar de regresar a su pueblo natal se quedó aquí en Salta para dedicarse enteramente a la música nativa, como se llamaba entonces al folclore. A poco, adquirió su primer bandoneón, instrumento que había aprendido a tocar gracias a las elementales clases de música recibidas en los cuarteles por parte de un cabo del ejército.

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En octubre pasado se cumplieron cien años del natalicio del conocido músico y compositor salteño don Marcos Tames. Había nacido en 1917 en el pueblo de El Tala, departamento de La Candelaria, pero a fines de los 50 se radicó definitivamente en Cerrillos, su pueblo adoptivo. 
En El Tala cursó sus primeras letras y desde niño mostró su vocación por la música soplando su armónica y su flauta, en cuanta fiesta escolar había. 
Y su niñez terminó en 1930, cuando a los 13 años debió buscar trabajo. Primero en un taller mecánico y más tarde en los talleres ferroviarios de Tafí Viejo. Allí, según recordaba, tuvo la oportunidad de conocer a dos maestros del folclore nacional: Atahualpa Yupanqui y Eduardo Falú.
A los veinte años (1937) partió a Salta para cumplir con el servicio militar obligatorio en los cuarteles de nuestra ciudad. Por un años fue conscripto y, como solía recordar, la vida de soldado le fue amena y aliviada gracias a la música. Al año cabal, recibió la baja y en lugar de regresar a su pueblo natal se quedó aquí en Salta para dedicarse enteramente a la música nativa, como se llamaba entonces al folclore. A poco, adquirió su primer bandoneón, instrumento que había aprendido a tocar gracias a las elementales clases de música recibidas en los cuarteles por parte de un cabo del ejército.

Tras el “Payo” Solá
Desde un principio la música nativa lo cautivó y su mayor aspiración fue seguir los pasos del “Payo” Solá, que por entonces era el músico carpero y nativista más exitoso de Salta. 
Según biografías, la primera temporada carnavalera de Tames fue en 1938. Pero su debut -hay que aclarar- no fue con El Chañarcito sino con el conjunto Los Hermanos Tames, donde tocaban su hermano Angel y José Roberto Chuchuy, bandoneonista que lo acompañó hasta 1943. Justamente, el segundo bandoneón de Marcos Tames se lo compró a Chuchuy después de cinco años de actuar juntos en varios bailables de entonces, especialmente en los Grandes Almacenes de don Ramón Castillo, en Mitre y 12 de Octubre. 
Después de su desvinculación con Roberto Chuchuy, don Marcos, ya entrada la década del 40, creó el conjunto nativo “El Chañarcito”. Al respecto Tames decía: “Elegí ese nombre porque en la entrada de la carpa de San Martín y Pellegrini donde yo tocaba había un hermoso chañar”.
Pero don Marcos no se separó de su hermano Ángel. Siguieron juntos por años, ya que para los carnavales se presentaban en las carpas con dos conjuntos: el de música nativa y el de música ciudadana.
Por años Marcos Tames y El Chañarcito rodaron vida de carpa en carpa para los carnavales, sin lugar fijo ni propio. En Cerrillos, por ejemplo, actuaron en “El Carioca”, más tarde “El Molino”, en Atlético Cerrillos o en Plaza, un comerciante que organizaba bailes de carnaval en Güemes casi esquina 3 de Febrero. También animó carpas en La Merced, Rosario de Lerma, Campo Quijano, Salta, Limache (Lalo Musa) y otros pueblos de la provincia, incluso en Bolivia donde era muy estimado. 

Su arribo a Cerrillos
Cuando parecía que el destino de Tames iba a ser el de rodar tierra como don Atahualpa, en los años 50 resolvió echar raíces en Cerrillos, pueblo que ya en el siglo XIX era famoso por la carpa carnavalera de don Alejo Arias. Compró un solar en Villa Los Tarcos, a orillita de la entonces ruta 9, y allí plantó su carpa, sus chañares y su casa. Y ahí, por culpa de Cerrillos, “tuvo mujer”, Carmen, y dos hijos, María Eugenia y Daniel, tras ellos los nietos. Y allí murió el 25 de agosto de 1992, a los 75     años de edad. 

Entre premios, homenajes y distinciones

Su especial manera de ser, sencillo y afectuoso, significó para Cerrillos y para el cancionero popular argentino un gran aporte a la tradición y al folclore salteño. 
En 1952 grabó su primer disco para el sello TK, firma que lo tuvo como artista exclusivo durante 12 años.
Concluido el contrato con TK en 1964, Marcos Tames firmó con el sello Phillips por cuatro años, y en 1968 la exclusividad por quince años con la compañía EMI Odeón. A la finalización de este en 1983, comenzó a grabar para RCA Víctor. 

Premios y distinciones
En 1973, al cumplir 30 años su conjunto El Chañarcito, el sello Odeón le entregó el Disco de Oro por la zamba Recuerdo Salteño, y la Radio LV9 de Salta, una plaqueta alusiva. 
Luego de cuatro años más de actuación, Sadaic lo designó socio vitalicio con pensión perpetua. 
En 1977, con ya 40 años en el folclore, grabó por primera vez un LP de tangos, valses, rancheras, llamado “Marcos Tames en Buenos Aires”.
En 1982 recibió una medalla de oro que le fue entregada por el poeta y periodista César Perdiguero. En 1986 actuó en la Casa de la Cultura y en 1989 en las primeras Galas del Folclore. Participó también ese año en la 29ª Edición de Cosquín. 
Por entonces, folcloristas jujeños le hicieron un homenaje en Cerrillos, en la carpa El Chañarcito, donde ya había inaugurado el primer Museo Folclórico privado donde exhibía placas discográficas, fotografías, recortes de diarios, tarjetas, el disco de oro, instrumentos musicales, banderines y todo aquello que un músico puede coleccionar a lo largo de 50 años. Entre los visitantes estuvieron el “Burro” La Madrid, Yayo Burgos, El Chango Bellido, Beatriz Flores, Rogelio Valdez, Juan Churquina, Anita Ríos, Eduardo Lamas, Félix Flores y la coplera Mirta Vilca, entre otros. 
En la oportunidad, el Chango Bellido con el acordeón de Tames interpretó en El Chañarcito la ya legendaria zamba La Cerrillana.

Sus zambas y chacareras llegan al cine 

Entre las principales composiciones de don Marcos Tames se encuentran La Cerrillana, Recuerdo Salteño, Doña María Ríos, La Tolombeña, A mi tierra de Salta, La Guachipeña, temas que marcaron sin duda un hito en el cancionero popular argentino.

En el cine
Algunas de sus obras musicalizaron películas del cine nacional como por ejemplo el filme El Paraíso, que fue acompañada musicalmente con dos de su autoría: la chacarera A los Gauchos de Güemes y la zamba La Taleña, dedicada a su pueblo natal. En tanto en la película Cosquín, Amor y Folclore, su célebre zamba Recuerdo Salteño constituyó la banda sonora del filme.
Finalmente en el rodaje Argentinísima I, el eje musical de la película fue la inmortal zamba La Cerrillana, con la letra de don Abel Mónico Saravia, tema que identifica este pedazo de la tierra argentina.

Publicaciones
Muchas de las composiciones de don Marcos Tames fueron publicadas por importantes editoriales del país,como Lagos, Julio Koz, Tierra Linda y Pirovano entre otras.

Afamados intérpretes 
Finalmente, cabe agregar que sus creaciones fueron y continúan siendo interpretadas por afamados exponentes de la música popular como Los Fronterizos, Los Chalchaleros, Los Nombradores, Los Cantores del Alba, El Chango Nieto, Los Altamirano, la Sinfónica Bariloche, Zamba Quipildor, Guarany, Los Indios, Los Nocheros, El “Chaqueño”... 

Hitos, datos y recuerdos 

En la política

No se sabe desde cuándo pero lo cierto es que don Marcos Tames abrazó la causa del peronismo. Así fue que entre 1975 y 1976 fue intendente del pueblo de Cerrillos. Y luego de la dictadura militar, entre 1983 y 1985, fue diputado por el departamento de Cerrillos.

Don Carlos Xamena

Una de las distinciones que más estimaba don Marcos Tames fue la que en 1951 había recibido de manos del primer gobernador de origen obrero que tuvo Salta, don Carlos Xamena. 
Fue la “Mención al Mérito”, otorgada por el decreto Nº 311/51. 

Socio vitalicio

Cuando en 1977 don Marcos Tames cumplió 40 años de trayectoria, Sadaic lo designó socio vitalicio con pensión de por vida. Cuando un directivo le dijo: “Se lo ha ganado ¿no le parece?”, él respondió: “¡Eso creo! Pero aún no pienso dejar de tocar...”.

Los 30 años

Cuando el conjunto El Chañarcito cumplió 30 años, se hizo una fiesta a la que asistieron Ramona Galarza “La novia del Paraná”, y doña María Ríos de El Tala. También estuvieron todos los músicos que habían acompañado en ese lapso a don Marcos Tames. 

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