El presidente Mauricio Macri, con sus recientes viaje a los Estados Unidos, China y Japón ratifica la decisión de mantenerse en el camino hacia un realineamiento internacional. Como prueba de un gran apoyo internacional está la confirmación de que Argentina será sede de la próxima reunión del Grupo de los 20 (G 20), este reconocimiento político, lógicamente, fue una consecuencia del giro de 180 grados que dio el país. Algunas medidas fueron elocuentes: el gobierno de Macri propuso suspender a Venezuela del Mercosur por las violaciones a los derechos humanos; aceptó las resoluciones del juez Tomas Griesa y les pagó a los fondos buitres, la normalización de relaciones de organizaciones como el FMI aceptando que las cuentas nacionales sean auditadas, entre otras. La foto que logrará Macri como anfitrión junto a Donald Trump, Xi Xinping, Merkel, Emmanuel Macron, Theresa May y Shinso Abe, entre otros ratificara el apoyo político de las 20 naciones más importantes del mundo que tendrá un alto impacto en Argentina y en el resto del mundo.
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El presidente Mauricio Macri, con sus recientes viaje a los Estados Unidos, China y Japón ratifica la decisión de mantenerse en el camino hacia un realineamiento internacional. Como prueba de un gran apoyo internacional está la confirmación de que Argentina será sede de la próxima reunión del Grupo de los 20 (G 20), este reconocimiento político, lógicamente, fue una consecuencia del giro de 180 grados que dio el país. Algunas medidas fueron elocuentes: el gobierno de Macri propuso suspender a Venezuela del Mercosur por las violaciones a los derechos humanos; aceptó las resoluciones del juez Tomas Griesa y les pagó a los fondos buitres, la normalización de relaciones de organizaciones como el FMI aceptando que las cuentas nacionales sean auditadas, entre otras. La foto que logrará Macri como anfitrión junto a Donald Trump, Xi Xinping, Merkel, Emmanuel Macron, Theresa May y Shinso Abe, entre otros ratificara el apoyo político de las 20 naciones más importantes del mundo que tendrá un alto impacto en Argentina y en el resto del mundo.
China ¿la nueva Inglaterra?
Muchos analistas entienden que los acuerdos y anuncios de inversión firmados con China constituyen una alianza estratégica inevitable, asimilando esta nueva etapa con la experiencia de dos siglos de relación entre Argentina con Gran Bretaña.
Recordemos que esa relación con los ingleses no se limitó al intercambio comercial, sino que los "socios" contribuyeron al despegue de nuestro país como potencia exportadora ya que trajeron la tecnología frigorífica, tendieron las primeras líneas ferroviarias, mejoraron la infraestructura portuaria, todas estas obras que marcaron y redefinieron una nueva cultura.
No es mi intención en esta nota analizar aquellos cambios culturales y económicos, sino analizar lo que viene con nuestros nuevos aliados estratégicos. Ante la alternativa de que China pueda ser la "nueva Inglaterra", me animo a concluir que esto representa una política de Estado, ya que durante el gobierno anterior se iniciaron las negociaciones para que esta asociación estratégica se consolidara y se materializara en el crecimiento del comercio, el turismo y las inversiones en diversos rubros y en infraestructura.
La vocación estratégica de la política exterior, sumada a la necesidad de contar con alimentos para su creciente clase media junto a la solidez de su economía, un sistema financiero robusto y la capacidad industrial que tiene China la convierten en uno de los más importantes países que pueden contribuir en nuestro territorio a la modernización de la infraestructura. "Pueden" no debe entenderse con que hay que abrirles la puerta, darles la llave de la casa y la clave del cajero automático.
Jugador central
China tiene actualmente un mercado potencial de 1.371 millones de consumidores con muchas posibilidades de ampliar a otros países de Asia, estimando que para 2050 más de la mitad del consumo mundial de la clase media se originará en la región Asia-
Pacifico, siendo China el principal demandante de alimentos cada vez más elaborados, estimando que Argentina podrá abastecer una gran cantidad de productos y servicios de esa demanda creciente.
Se analizaron en este viaje las oportunidades comerciales, turísticas y de inversión en sectores de infraestructura, energética, vial, ferroviaria, agroindustria y automotriz entre los más importantes. Este país tiene interés en mejorar la infraestructura ferroviaria, explotar el litio, construir represas hidroeléctricas, centrales nucleares e invertir en un rubro que nuestro país es altamente competitivo como son los alimentos, ratificando la decisión de nuestro Presidente cuando afirma que Argentina tiene que ser el "supermercado del mundo".
Precios competitivos
Algunos analistas opinan que a diferencia de lo que ocurre con otros países la relación con China ofrece a simple vista una posibilidad de roles complementarios y no competitivos.
Hacer mención a los precios competitivos es nombrar la soga en la casa del ahorcado: en Argentina, esa es la enorme materia pendiente que este Gobierno debe resolver.
Contrariamente al exitismo cultural argentino (y a los discursos triunfalistas de la década ganada), nuestro país sufre una decadencia económica y social que es verificable a lo largo de los últimos cuarenta años. En materia de calidad de vida, distribución del ingreso, posición internacional, inversión, estamos peor que en 1975. Nos duela o no admitirlo.
El Word Economic Forum que realiza mediciones sistemáticas de competitividad más completas y que trascienden lo meramente cambiario, en el informe realizado para el año 2016, indica que Argentina se ubica en el puesto 104 de una muestra de 144 países. El organismo demuestra y aconseja que mientras la actividad económica no se recupere y sea sustentable, la competitividad medida por el WEF tampoco presentará una mejora.
En esta investigación se puede observar el desempeño de nuestros vecinos, el mejor posicionado es Chile con el puesto 33, siendo su comportamiento estable respecto a los años anteriores, el segundo es Brasil con el número 55, considerado con un desempeño pobre respecto a su potencial, le siguen Perú (65), Colombia ( 66), y Uruguay con el puesto 80, Paraguay y Venezuela en peores condiciones que las nuestras con los puestos 120 y 131 cada uno respectivamente.
Respecto a los mercados de bienes, trabajo y financiero no son buenos estas mediciones ya que nos ubican en los puestos 141, 143 y 129 cada uno respectivamente.
Siguiendo este estudio observamos que otras mediciones que no están dadas por el tamaño y potencial del mercado, los resultados son mucho mejores, relacionados con ranking de lectura digital (puesto 15), expectativa de vida ( 49), matriculación neta de educación primaria (61), haciendo mención al bajo rendimiento en la calidad de la educación. Aquí, una vez más, encontramos el lacerante talón de Aquiles de nuestro país.