Por Luis A. Borelli
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Por Luis A. Borelli
El próximo miércoles 22 de marzo se inaugurará oficialmente el Museo Güemes, ubicado en la calle España 730. Se trata de un inmueble histórico, pues allí pasó su infancia el general don Martín Miguel de Güemes. Y, con respecto a ello, no son pocos los que aún creen que esa fue su casa natal, dado que allí estuvo, desde fines del siglo XVIII, la “Caxa de la Real Hacienda”, de la cual don Gabriel de Güemes Montero, padre del prócer, fue su tesorero. Y, en ese sentido, quizá sirvió para confundir una disposición de los reyes de España Felipe III y Felipe IV, que ordenaba que el tesorero debía vivir “donde estuviere la Caxa...”.
De todos modos, esta teoría fue desdeñada hace algunas décadas atrás por varios estudiosos e investigadores que se ocuparon de desmenuzar la historia íntima de Salta.
Y esos estudiosos fueron los que constataron documentalmente que la Casa de la Real Hacienda, en el momento del nacimiento de don Martín Güemes, estaba en Balcarce 51, sitio donde hay una placa recuerda ese natalicio, acontecido el 8 de febrero de 1785.
Las casas de Tejada
Pero volviendo a la casa donde en días más se inaugurará el Museo Güemes, debemos señalar que fue construida -según Bernardo Frías y Atilio Cornejo- aproximadamente en 1786 por don Manuel Antonio Tejada. En realidad, este “español de estirpe noble” erigió, por esos años, cuatro suntuosas casas; una en la calle del comercio (Caseros) y las tres restantes en la calle de la Matriz, (luego Victoria y hoy España), en los solares que habían pertenecido a don Juan de Peñalva.
¿Quienes fueron los Tejada? “Fue una de las tantas familias notables de Salta que se han extinguido por completo”, dice Bernardo Frías. Fue de las que mayor fortuna acumuló en su tiempo. La fundó don Manuel Antonio Tejada, venido de España. Él compró solares, erigió casas finas y, en su finca de los Cerrillos (exjesuita y hoy INTA) engordó mulas para el Potosí, tuvo molinos y cultivó viñas y olivos para vinos y aceite.
De las tres casas de la Matriz, la primera fue la de la esquina España y Balcarce, donde el Banco Español y del Río de la Plata construyó la sucursal local (hoy Banco de Galicia).
La segunda casa de Tejada, siguiendo hacia el oeste, fue donde la noche del 7 de junio de 1821 el general Martín Miguel de Güemes fue sorprendido y herido de muerte por un piquete realista que había ingresado a Salta por los Yacones, ayudado por algunos salteños. Ese fue el inmueble donde vivió Magdalena “Macacha” Güemes, esposa de don Román Tejada.
Y el tercer inmueble de Tejada en la misma calle fue la que con el tiempo los salteños bautizaron como Casa de Güemes, y que en días más alojará al Museo. Es la misma que su dueño y constructor, don Manuel Antonio Tejada, legara a su hijo, el canónigo don Juan Manuel Tejada.
Con posterioridad esta propiedad, que estaba entre los números 720 y 740 de la calle España, dejó de pertenecer a los Tejada, cuando el presbítero la vendió a don José Ramírez de Ovejero, el 19 de septiembre de 1839, operación que se realizó ante el escribano Francisco Pinto.
A la muerte de don José Ramírez de Ovejero, el inmueble quedó en manos de su esposa, doña María Antonia Zerda, y de ella pasó a sus herederos.
Años después, y en sucesivas herencias, la casa no solamente sufrió reformas en su fachada original, sino que además fue dividida, lográndose conservar hasta la actualidad la parte oeste. Esa sección, que por un tiempo fue sede de la Municipal de Salta (intendencia), actualmente se identifica con los números 730 y 740, de calle España.
Por su parte, la sección este del casco original (España 720) pasó a manos de doña Elisa F. de Cornejo y de esta a sus herederos, siendo luego demolida.
La calidad de las casas de Tejada
En una de ellas, funcionó la Hacienda Real y vivió la familia Güemes Goyechea.
A todas estas casas, al igual que la que construyó para residencia de su familia en la calle del Comercio (hoy Caseros), don Manuel Antonio Tejada las aseguró y las adornó con rejas de hierro (un lujo para aquellos tiempos) en sus ventanas interiores y exteriores; les hizo una entrada señorial con anchos y altos zaguanes con arcos en el fondo y magníficas puertas de calle y de postigos vidriados. A todas les hizo una entrada de servicio, que por entonces (a fines del siglo XVIII) era para lo “grueso” como se decía entonces, es decir por donde ingresaban los coches tracción a sangre, la vaca lechera, los caballos de montar y de tiro, reses y cerdos para la carneada anual que proveían de charqui, grasa, sebo para jabón y velas; de arrollados, perniles y embutidos varios para la familia. También por esos portalones ingresaban los cargamentos de leña, cereales y frutas que se recogían en la campaña. Y, finalmente, por allí circulaba el ejército de sirvientes encargado de los trabajos domésticos de la casa.
Decoración interior
Tejada se ocupó de dotar a las viviendas con lo más rico de aquellos tiempos; les puso cortinados de seda, sillas de vaqueta estampada “patas de cabra” como le decían, con respaldos elevados y tallados; mesas de luz para posar de noche candelabros y sahumadores de plata traídos del Perú; espejos de París, grandes y chicos; arañas de cristal para velas, adornadas con caireles; muebles de España hechos de buena madera; diversos elementos decorativos de plata labrada y mucho más.
La familia de Güemes Montero
Los Güemes y los Tejada se emparentaron por el enlace de uno de sus hijos.
Don Gabriel de Güemes Montero, que trabajaba en la Tesorería de Madrid, fue designado en 1777 tesorero oficial Real de las Cajas de Jujuy. Residiendo ya en San Salvador, don Gabriel se casó con doña Magdalena Goyechea de la Corte, en 1778.
En febrero de 1785 el matrimonio Güemes Goyechea ya se encontraba en Salta, pues el 9 de ese mes bautizaron a su hijo Martín Miguel, siendo padrino don José González Prada, que era contador ministro de la Real Hacienda y comisario de Guerra de la Intendencia de Salta del Tucumán. En octubre de ese año González Prada fue trasladado a Cochabamba y a poco fue reemplazado por don Gabriel Güemes Montero. En su desempeño como ministro tesorero de Real Hacienda, don Gabriel dejó hondas huellas de rectitud, honestidad y decencia. Ocupó el cargo hasta su muerte, ocurrida el 14 de noviembre de 1807.
Del matrimonio Güemes Goyechea nacieron: Juan Manuel, Martín Miguel, Magdalena, Francisca, Gabriel, José, Benjamín, Isaac y Napoleón Güemes.