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Estudiantes salteños copan el Balseiro y otros institutos de elite

Seis jóvenes ingresarán este año en el establecimiento de Bariloche para proseguir con sus estudios científicos y otros dos serán becados en el Instituto Dan Beninson de Ezeiza.
Viernes, 16 de junio de 2017 00:00

Salta se convirtió en los últimos años en una fuente inagotable de jóvenes científicos que ingresan a prestigiosas instituciones educativas de las ciencias duras. Este año, poco más del 13% de los ingresantes del Instituto Balseiro son salteños, seis en total, y otros dos continuarán sus estudios en otra de las entidades dependientes de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), el Instituto Dan Beninson apostado en Ezeiza.

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Salta se convirtió en los últimos años en una fuente inagotable de jóvenes científicos que ingresan a prestigiosas instituciones educativas de las ciencias duras. Este año, poco más del 13% de los ingresantes del Instituto Balseiro son salteños, seis en total, y otros dos continuarán sus estudios en otra de las entidades dependientes de la CNEA (Comisión Nacional de Energía Atómica), el Instituto Dan Beninson apostado en Ezeiza.

Todos ellos formaron parte del taller de física abierto para adolescentes que encara el profesor Daniel Córdoba, a quien se han ido sumando como ayudantes egresados y estudiantes avanzados de la facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Salta.

La propuesta pedagógica de Córdoba no tiene como objetivo colocar estudiantes en el Balseiro, más bien se propone desmitificar la idea de que las ciencias duras son terreno de cerebros iluminados. Es decir, se trata de enseñar que la ciencia es un camino propicio para cualquiera que tenga convicción, esmero y perseverancia.

Becados

"Nosotros no somos genios, somos chicos que pusieron esfuerzo para conseguir el ingreso a estos institutos. Es un trabajo a largo plazo", resalta Rafael Gijón, uno de los seis becados que desde mediados de julio desembarcarán en Bariloche para seguir su formación en el Balseiro.

El resto de los jóvenes asiente, y comparten la mirada que les fue inculcada desde sus tiempos como participantes del taller del profesor Córdoba.

Micaela Korsartz, quien venía cursando la Licenciatura en Física en la UNSa y que continuará su educación en el área de la Física Médica, subrayó: "Para nosotros representa una gran oportunidad que hayamos accedido a esta beca, pusimos mucho esfuerzo y por eso valoramos muchísimo la oportunidad que se nos dio. Es un gran paso para nosotros".

Otro de los jóvenes, José Quinteros del Castillo, considera que las pruebas para acceder a las becas de la CNEA son estrictas en razón de los escasos cupos. Hay acuerdo en cuanto a la necesidad de comprender la importancia para el desarrollo de invertir en ciencia, y la relevancia de asumir que los réditos de tales erogaciones se dan, cuanto menos, en el mediano plazo. "Es bastante competitivo el sistema por el hecho de que son pocos lugares disponibles, el sistema de selección hace que no sea fácil entrar", subraya Quinteros del Castillo. Al igual que sus compañeros, entiende que lo más importante es la preparación y el ahínco, y se ocupa de resaltar que conseguir una beca del tipo no es consecuencia de capacidades superlativas sino del empeño.

Camila Soria Homez, quien seguirá su formación estudiando Ingeniería Nuclear, comenta sus expectativas: "Estamos esperando hacer ciencia para cumplir nuestro sueño, Bariloche es un objetivo que venimos mirando desde hace mucho, y también para contribuir a que las cosas cambien para bien".

Hacer ciencia, tienen la convicción, es una manera de devolver la chance de haberse podido formar en la universidad pública, gratuita y laica.

Uno de los dos que seguirá su carrera en el Instituto Dan Beninson de Ezeiza, cuenta que el profe Córdoba fue su docente en la escuela secundaria y que empezó a ir al taller para ganarse buen concepto, pero que después se enganchó con las ciencias duras. Oscar Huaranca recuerda: "Primero íbamos todos los del curso (alumnos de Córdoba en la educación formal), y después fuimos quedando a los que nos interesaba realmente". Inició sus estudios en Ingeniería Química en la UNSa y continuará en el Beninson en la carrera de Ingeniería Nuclear.

Con una personalidad menos inclinada a tomar la palabra, Rosario de San Martín López Zapata, quien será becada en el Beninson, y Gustavo Cruz y Michel Gonza se limitan a dar su aprobación gestual a las apreciaciones vertidas por sus compañeros. Los hilvana un espíritu de camaradería, todos lo atribuyen a la forma de trabajo del taller, adonde aprendieron a cooperar unos con otros antes que a competir para ver quién era mejor, quién sabía más.

Profetas en su tierra

En Salta se replica la tendencia nacional a que los investigadores, sobrecalificados para las posibilidades laborales que se les ofrecen una vez que concluyen sus estudios básicos, migran hacia el exterior. Pese a que desde hace algunos años los salteños que ingresan a las prestigiosas instituciones de investigación van en aumento, lo cierto es que son contados los casos de aquellos que regresan y vuelcan sus saberes a transformar la realidad local.

Los recientemente becados son conscientes de ello y se muestran dispuestos a presionar para que se mejoren las oportunidades laborales en la provincia y así poder volver a sus lugares de origen para ejercer sus profesiones.

Sistema

La CNEA otorga becas para estudiantes que estén cursando su tercer año de alguna carrera afín a las que se ofrecen en los tres institutos dependientes de la repartición gubernamental: los mencionados Balseiro y Beninson (el más joven con solo tres años de existencia), y el Sábato, situado en Buenos Aires. La beca cubre residencia, alimentación y diez mil pesos mensuales.

 

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