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Otra vez el terror se apoderó de Londres: hay al menos 22 heridos

El relato de Julio Nakhle, periodista de El Tribuno, que se encuentra vacacionando en Inglaterra y vivió de cerca el atentado en la estación del subterraneo londinense.
Viernes, 15 de septiembre de 2017 12:55

La estación de subte Parson Green, donde ocurrió el atentado en la línea verde de Londres, es la parada siguiente a la de Fullham Broadway, el lugar donde los amantes de fútbol suelen bajar para caminar rumbo al Stamford Bridge, la casa del Chelsea FC  Hacía allí me dirigía esta mañana, para conocer uno de los estadios más hermosos del mundo y de paso, tomarme una foto en la vieja casa de los Rolling Stones, a sólo dos cuadras en la calle Edith Grove 102. Pero en la parada previa, un policía indicó en un cartel que la línea había sido suspendida, por lo que tuve que tomar uno de los famosos colectivos rojos de dos pisos. 

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La estación de subte Parson Green, donde ocurrió el atentado en la línea verde de Londres, es la parada siguiente a la de Fullham Broadway, el lugar donde los amantes de fútbol suelen bajar para caminar rumbo al Stamford Bridge, la casa del Chelsea FC  Hacía allí me dirigía esta mañana, para conocer uno de los estadios más hermosos del mundo y de paso, tomarme una foto en la vieja casa de los Rolling Stones, a sólo dos cuadras en la calle Edith Grove 102. Pero en la parada previa, un policía indicó en un cartel que la línea había sido suspendida, por lo que tuve que tomar uno de los famosos colectivos rojos de dos pisos. 

En la parada, sin saber lo que había ocurrido, sentí las sirenas de bomberos y la policía, además de dos helicópteros rodeándo la zona. Y tras lllegar al estadio del Chelsea, me encontré con el lugar vallado (habitualmente está abierto al público). Un encargado de seguridad le decía a dos españoles que por el terrorismo, el lugar estaba cerrado. 

Al volver por King Road, una de las avenidas más conocidas del barrio, los servicios de inteligencia seguían rumbo al sur ante la sorpresa de quienes caminábamos por ahí y que poco entendíamos.

El destino nos llevó del sur al norte, para conocer la estación de King Cross, donde cientos de personas llegan a tomarse fotos en la plataforma 9 3/4 de Harry Potter. Media cuadra antes del lugar, bajaron de trafics decenas de policías y despejaron el área a los gritos. El caos definitivamente se apoderó de la zona y fue donde más temor hubo. Mucha gente corría desesperadamente por los pasillos y se refugiaba detrás del edificio de Google entre King Cross y St. Pancras.

Minutos más tarde se confirmó que sólo se trataba de una falsa alarma y los trenes volvieron a funcionar con normalidad. La gente también continuó con su vida, mientras los tantos visitantes nos quedamos shockeados.

Unos jóvenes de Barcelona que descansan en el mismo departamento, nos plantearon días atrás que una ciudad que sufre un atentado debe seguir su cotidianidad y no hacerles saber a los terroristas que el miedo les está ganando, porque de lo contrario, ISIS habrá conseguido su objetivo.

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