"Nos estremeció en lo más hondo transmitir la imagen de una familia entera quemada en su casa porque se negó a prestar un segundo piso para que se apostaran francotiradores y dispararan desde ahí a los jóvenes que protestan. Los paramilitares, bajo las órdenes de Daniel Ortega, quemaron la vivienda con la familia adentro, disparándoles si intentaban salir. Resultado: seis quemados, entre ellos dos bebés. La población intentó ayudar pero fueron replegados a balazos y a los Bomberos se les dio la orden de no acudir al llamado de emergencia. Confirmamos con testimonios desgarradores cómo se negó la asistencia médica en los hospitales públicos a los jóvenes heridos de bala en la cabeza, garganta y pecho. Muchos médicos que prestaron auxilio fueron despedidos y perseguidos".
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"Nos estremeció en lo más hondo transmitir la imagen de una familia entera quemada en su casa porque se negó a prestar un segundo piso para que se apostaran francotiradores y dispararan desde ahí a los jóvenes que protestan. Los paramilitares, bajo las órdenes de Daniel Ortega, quemaron la vivienda con la familia adentro, disparándoles si intentaban salir. Resultado: seis quemados, entre ellos dos bebés. La población intentó ayudar pero fueron replegados a balazos y a los Bomberos se les dio la orden de no acudir al llamado de emergencia. Confirmamos con testimonios desgarradores cómo se negó la asistencia médica en los hospitales públicos a los jóvenes heridos de bala en la cabeza, garganta y pecho. Muchos médicos que prestaron auxilio fueron despedidos y perseguidos".
La crudeza del relato de Miguel Mora, director del canal Cien por Ciento Noticias, explica por qué la Sociedad Interamericana de Prensa premió ayer la valentía del periodismo para informar las atrocidades del régimen de Daniel Ortega contra el pueblo de Nicaragua al otorgarle el Gran Premio a la Libertad de Prensa 2018. La ceremonia fue en el Teatro Provincial.
"Doy gracias a Dios por concederme el honor de representar a los valientes hombres y mujeres de prensa independiente de mi amada patria azul y blanca. Muchas gracias a la SIP, recibimos este abrazo solidario", empezó su discurso Mora. El periodista denunció que "en Nicaragua hoy está en proceso una masacre de Estado contra un pueblo desarmado, una masacre que a la fecha nos da cuenta de más de 500 muertos y más de 3.000 heridos de bala, torturados y centenares de presos políticos".
"Niños quemados y asesinados. Estudiantes prácticamente fusilados por francotiradores paramilitares, familias enteras perseguidas y exterminadas son algunas de las crónicas que en los últimos seis meses nos ha tocado narrar con lágrimas", continuó.
Mora reveló que "hoy, más de 30 mil conciudadanos, aunque la cifra aumenta cada día, se autoexilian huyendo de una represión brutal que supera a la de la dictadura somocista, con el agravante de que el dictador liberal en ese tiempo enfrentaba a un grupo armado en una guerra civil".
"Nunca antes había entendido el verdadero valor de la libertad de prensa como en estos tiempos de prueba para los míos y para mi patria", admitió y afirmó: "Es una libertad que tiene todas las libertades con ella, no podemos menospreciarla, banalizarla, venderla o postergarla. Es cuestión de vida o muerte. Si la ejercemos con verdad y justicia damos vida; y si la traicionamos damos muerte y nos convertimos en cómplices".
Mora señaló que "ante la agresión y persecución de parte de la Policía partidaria y paramilitares, todos tuvimos que decidir entre decir la verdad o callar por miedo a perder nuestras vidas, puestos de trabajo, empresas, nuestra propia reputación y la libertad. Así fue que vimos al periodista Angel Gaona caer acribillado por las balas de paramilitares en plena transmisión en vivo. Rescatamos a periodistas heridos de bala, golpeados, amenazados de muerte. Muchos se exiliaron tras la embestida que arreció cuando canales de televisión fueron intervenidos, censurados, como fue el caso de Cien por Ciento Noticias, canal que dirijo desde hace 23 años".
"La dictadura sandinista resultó ser más cruel e inhumana. Disparó y dispara contra niños, jóvenes, hombres y mujeres desarmados para tratar de exterminar la rebelión popular pacífica con tal de mantenerse en el poder", denunció Mora y dijo que "en Nicaragua no existe una guerra civil, en Nicaragua lo que se sufre es una masacre de Estado".
Indicó que "el régimen orteguista respondió con masacre, sin importar la edad, sexo, clase social o la religión de los manifestantes. Tiran a matar. Por el simple hecho de pedir el respeto a las leyes, a nuestros derechos civiles, políticos, a nuestros derechos humanos".
"¿Cómo entonces el periodismo nicaragense iba a dejar a su pueblo solo en medio de la matanza más grande jamás registrada en la historia nacional?", preguntó a la audiencia y cerró: "Nicaragua ya decidió cambiar a esta dictadura criminal, inmoral y genocida; so lo es cuestión de tiempo".