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Definen medidas a tomar con la laguna que se formó en el cerro

La situación, si bien no es alarmante todavía, requiere medidas concretas. El mal recuerdo del aluvión de Tartagal hace temer a los vecinos una crisis similar.
Lunes, 05 de noviembre de 2018 01:21

Dos semanas atrás y como consecuencia de que las lluvias no cesan, con precipitaciones intensas en esa zona de Las Yungas, se produjo un desmoronamiento sobre el arroyo Yariguarenda, ubicado a 13 kilómetros al norte de Tartagal.

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Dos semanas atrás y como consecuencia de que las lluvias no cesan, con precipitaciones intensas en esa zona de Las Yungas, se produjo un desmoronamiento sobre el arroyo Yariguarenda, ubicado a 13 kilómetros al norte de Tartagal.

El mencionado arroyo, que rodea la comunidad homónima, más conocida como Virgen de la Peña, se desplaza desde los cerros hasta cruzar la ruta nacional 34 - unos 10 kilómetros más abajo de su nacimiento- y en épocas de lluvia, como la que se inició recién, trae un caudal importante de agua.

La semana anterior algunos lugareños que recorrían el sitio, sorprendidos porque a pesar de las fuertes lluvias el agua del arroyo era más escasa, advirtieron un gran desmoronamiento de un cerro que se desplomó sobre el cauce del arroyo.

Pero lo que más preocupación generó es que unos cientos de metros más arriba del desmoronamiento se encontraron con algo que en la zona nunca existió: una gran laguna formada por endicamiento, consecuencia directa de la caída de piedras enormes de los cerros y que hace las veces de un dique, dándole cada día que transcurre más volumen, pero sobre todo más peligrosidad a la flamante laguna.

Hace prácticamente dos semanas que en el norte de la provincia no sale el sol, con lluvias y lloviznas persistentes pero que en los cerros del oeste caen con mucha más intensidad. Conocedores del lugar donde residen por generaciones, los mismos pobladores de ese bellísimo lugar del norte de la provincia fueron quienes infirieron que un problema serio podía estarse generando y no se equivocaron.

Intervención de Defensa Civil

Rolando Álvarez, director de Defensa Civil del municipio, explicó que "la gente que llegó al lugar se comunicó conmigo y trajeron fotos de esa laguna que nunca antes existió. Por tanto no tiene que estar ahí".

"En Tartagal -advirtió Álvarez- ya hemos sufrido las consecuencias de lo que un endicamiento puede producir cuando se registró el alud de 2009. Una vez que esa laguna o ese lago se forman, por efecto de las mismas lluvias colapsa y baja con toda fuerza y velocidad".

Enormes piedras taponan el normal escurrimiento de las aguas cañada abajo. 

"Por eso, y con esa experiencia que ya nos dejó la naturaleza de esta zona, tomamos cartas en el asunto de forma urgente y nos comunicamos con Defensa Civil de la provincia", precisó.

El viernes, en horas de la mañana, personal Defensa Civil de la provincia y del municipio junto a algunos efectivos conocedores de la zona que prestan servicios en el Regimiento 28 de Infantería, con asiento en Tartagal, sobrevolaron la zona para determinar cuál es la situación y de qué manera se puede drenar esa laguna por endicamiento que amenaza al paraje Yariguarenda.

Otros miembros de la misma unidad militar, adiestrados para el trabajo en el monte lograron ingresar a pie a esa difícil zona de las Yungas, para determinar de qué manera puede liberarse el agua de la laguna sin que se produzca mayor afectación al medio ambiente.

Una primera evaluación

Néstor Ruiz de los Llanos, secretario de Protección Civil de la provincia, en diálogo con El Tribuno explicó que "hasta el momento se hicieron dos acciones, el reconocimiento aéreo que se concretó la mañana del día viernes, conjuntamente con personal de la Secretaría de Recursos Hídricos y de la Municipalidad de Tartagal y otro reconocimiento con gente del Regimiento 28 de Infantería de Monte, con asiento en Tartagal y una de cuyas brigadas llegó a pie a ese lugar".

La cañada luce totalmente taponada y el agua apenas escurre.

"Si bien el informe final esperamos tenerlo para el día lunes, hubo una reunión en la que se nos dio a conocer cómo está la situación en base a lo que se pudo divisar en ese sobrevuelo y la evaluación que hizo la gente del regimiento in situ".

El secretario precisó en ese sentido que "afortunadamente el arroyo no quedó totalmente tapado pero hay una piedra de gran porte que es la que obstaculiza gran parte del arroyo".

Tarea coordinada y nueva reunión

"Estamos coordinando el trabajo con el municipio de Tartagal y se le pidió colaboración al Regimiento 28 Juana Azurduy de Tartagal para que personal de esa unidad pueda acceder por tierra. Esto se concretó y dieron cuenta al regresar de que efectivamente esa gran piedra es la que obstaculiza el agua del arroyo", explicó Ruiz de los Llanos.

Por ese motivo se decidió mantener "una reunión con gente especializada del Regimiento para definir qué tipo de trabajo es el más apropiado para realizar con el objetivo de retirar ese obstáculo de grandes dimensiones que está impidiendo el normal drenado del agua y que produjo la formación de esa laguna".

"La gente del ejército con esa primera evaluación concretada nos sugirió la posibilidad de que pudieran usarse explosivos, pero eso requiere una evaluación del informe que nos acercarán los técnicos y seguramente un trabajo más preciso todavía, porque, lógicamente, no se quieren correr mayores riesgos", agregó.

El funcionario precisó que "hasta el momento nos queda la tranquilidad que le queremos transmitir a la gente del paraje de que no existe un riesgo inminente, porque ese taponamiento no es total, ya que el arroyo puede escurrir el agua. Pero tomando en cuenta que vamos a seguir teniendo lluvias intensas en los próximos meses y que el material de esos cerros puede seguir cayendo, a fines de evitar cualquier riesgo vamos a trabajar en el lugar y una vez solucionado ese inconveniente seguiremos con los controles periódicos en los meses de las grandes lluvias".

Ruiz de los Llanos descartó que el deslizamiento de rocas en los cerros ubicados a unos 7 kilómetros al oeste del santuario y a unos 10 kilómetros de la ruta nacional 34 "haya otros endicamientos aguas arriba; tampoco hay actividades antrópicas porque no hay puestos de animales. Lo que se produjo obedeció a las intensas lluvias. Por eso debemos trabajar en controles periódicos porque todavía faltan las precipitaciones más intensas del verano".

 

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