Una final llena de pasión y nervios. Un estadio imponente. Una cancha perfecta con 22 gladiadores que dejaron todo en el campo de juego frente a un gran marco de público.
Quizás sea el resumen de una mañana a puro fútbol el vivido hace más de una semana en el estadio Padre Martearena, pero lo cierto es que la 9ª edición del programa “90 minutos de libertad” volvió a ser una verdadera fiesta en medio de una organización perfecta.
Así, hace unos días se jugó la gran final entre los presos de la Unidad 1 de la capital salteña y sus pares de Orán, quienes llegaron a esta instancia luego de dejar en el camino a otros 13 equipos de la ligas A y B.
De esta manera y organizado por la División de Bienestar Interno del Servicio Penitenciario Provincial se llevó a cabo el torneo en su edición 2018. Cabe destacar que esta sección penitenciaria se encarga de todas las actividades culturales, religiosas o educativas de la población carcelaria, con el objetivo de insertar nuevamente a la sociedad a los reclusos.
Pero lo cierto que en la previa de una vergonzosa final de la Copa Libertadores entre River y Boca, que terminó suspendida por los graves incidentes, los jugadores privados de libertad fueron esta vez un ejemplo para los inadaptados del fútbol argentino en peligro de extinción.
En ese sentido, el encargado de la difusión del evento, Francisco Bisceglia, informó a El Tribuno que el programa “90 minutos de libertad” es parte de los programas de inclusión llevados a cabo hace varios años por la institución.
“La semana pasada jugaron en el complejo del barrio El Tribuno las chicas de vóley, en un programa de inclusión similar a este, y el 4 de diciembre jugarán Los Infernales frente a un seleccionado de Universitario Rugby Club. Será la II edición, en el marco de un proyecto patrocinado por el Servicio Penitenciario y por Espartanos, el conjunto nacional de presos”, resaltó Bisceglia.
En ese sentido resaltó que “además los internos participan de torneos de ajedrez, tenis de mesa, ping-pong, la tradicional competencia anual del “Hombre más fuerte” o en boxeo”.
Además resaltó que continúan los proyectos de inclusión social a corto plazo. Esto lo afianzamos en la parte educativa, con convenios con las principales universidades. Tenemos 22 internos estudiando en la UNSa. Estudian Comunicaciones Sociales, Derecho, Veterinaria, entre otras carreras.
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Una final llena de pasión y nervios. Un estadio imponente. Una cancha perfecta con 22 gladiadores que dejaron todo en el campo de juego frente a un gran marco de público.
Quizás sea el resumen de una mañana a puro fútbol el vivido hace más de una semana en el estadio Padre Martearena, pero lo cierto es que la 9ª edición del programa “90 minutos de libertad” volvió a ser una verdadera fiesta en medio de una organización perfecta.
Así, hace unos días se jugó la gran final entre los presos de la Unidad 1 de la capital salteña y sus pares de Orán, quienes llegaron a esta instancia luego de dejar en el camino a otros 13 equipos de la ligas A y B.
De esta manera y organizado por la División de Bienestar Interno del Servicio Penitenciario Provincial se llevó a cabo el torneo en su edición 2018. Cabe destacar que esta sección penitenciaria se encarga de todas las actividades culturales, religiosas o educativas de la población carcelaria, con el objetivo de insertar nuevamente a la sociedad a los reclusos.
Pero lo cierto que en la previa de una vergonzosa final de la Copa Libertadores entre River y Boca, que terminó suspendida por los graves incidentes, los jugadores privados de libertad fueron esta vez un ejemplo para los inadaptados del fútbol argentino en peligro de extinción.
En ese sentido, el encargado de la difusión del evento, Francisco Bisceglia, informó a El Tribuno que el programa “90 minutos de libertad” es parte de los programas de inclusión llevados a cabo hace varios años por la institución.
“La semana pasada jugaron en el complejo del barrio El Tribuno las chicas de vóley, en un programa de inclusión similar a este, y el 4 de diciembre jugarán Los Infernales frente a un seleccionado de Universitario Rugby Club. Será la II edición, en el marco de un proyecto patrocinado por el Servicio Penitenciario y por Espartanos, el conjunto nacional de presos”, resaltó Bisceglia.
En ese sentido resaltó que “además los internos participan de torneos de ajedrez, tenis de mesa, ping-pong, la tradicional competencia anual del “Hombre más fuerte” o en boxeo”.
Además resaltó que continúan los proyectos de inclusión social a corto plazo. Esto lo afianzamos en la parte educativa, con convenios con las principales universidades. Tenemos 22 internos estudiando en la UNSa. Estudian Comunicaciones Sociales, Derecho, Veterinaria, entre otras carreras.
LA DEFINICIÓN POR PENALES
El empate tras el pitazo final no dejó un vacío, sino que puso la adrenalina al máximo. En los 5 primeros penales los dos equipos fallaron en las dos primeras ejecuciones, acertaron la tercera, volvieron a fallar en los cuartos tiros y anotaron en el último.
En el uno por uno ninguno desperdició la primera chance, pero en el séptimo penal el conjunto de la capital convirtió y el disparo del conjunto oranense se fue por sobre el travesaño y provocó la explosión de júbilo del conjunto capitalino.