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El video se hizo viral en horas. Una usuaria de una cajero automático filmó un cajero "intervenido" de manera ilegal con un lector "trucho" de tarjetas de débito y un dispositivo que usa una memoria de celular para grabar los datos de las tarjetas. Luego, con esa información se pueden clonar tarjetas o extraer dinero con la clave. Eventualmente (si se emplea una tarjeta de crédito y logra captar el código de seguridad), también pueden usarse esos datos en operaciones fraudulentas online.
"Si no nos cuidamos entre nosotros, sonamos", cierra la justiciera anónima del video que se diseminó en miles de cuentas de WhatsApp y redes sociales.
La práctica se llama skimming y no es nueva. "La clonación de tarjetas de crédito o débito, conocida como skimming, resulta una práctica cada vez más peligrosa ya que los avances técnicos juegan a favor del delincuente", describe el BBVA en su manual de Educación Financiera.
Allí se detalla que el skimmer es un aparatito que emplea la tecnología usada por los cajeros automáticos para leer la banda magnética de las tarjetas. "En este caso se realiza la lectura pasándola por una pequeña ranura y los datos quedan almacenados para transferirlos posteriormente a una computadora", explica el banco español.
Según el relato del video, el cajero involucrado pertenece al Banco Galicia y está ubicado en la esquina de Pellegrini y Sarmiento (sería en Rosario). Desde Banelco, la red de cajeros, aclaran que "se trata de un esquema de fraude muy puntual y de rápida identificación. A partir de la implementación de la tecnología CHIP en las tarjetas, el skimming ya no es significativo". Además, aseguran que "si un usuario se ve afectado por esta modalidad de fraude o cualquier otra, existen mecanismos que permiten deslindar toda responsabilidad sobre el mismo".
En el banco no se refirieron al hecho puntual. Si bien lamentaron esta problemática que "lamentablemente afecta a todos los bancos del sistema a nivel mundial", optaron por recomendaciones genéricas.