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Una desilusión enorme en el santo

Juventud Antoniana finaliza un año obligando a que sus dirigentes tomen decisiones acertadas, ajustando detalles en la conformación del nuevo plantel que competirá en el próximo Regional Federal Amateur
Domingo, 10 de noviembre de 2019 00:37

Llegó el momento de un replanteo profundo en el Centro Juventud Antoniana. De evaluar de parte de la dirigencia que, actualmente, encabeza Gustavo Klix, incluyendo gestiones anteriores, un proceso que necesita, realmente, encontrar soluciones para salir de una situación bastante incómoda, complicada y encarar nuevos rumbos, después de los que significó la dura derrota con Villa Primavera por 3 a 2, el viernes pasado en el Gigante del Norte, y que significó la eliminación del torneo Anual, donde había sobradas aspiraciones para coronar el título de campeón. La derrota se convirtió en una desilusión enorme.
El cambio que hoy se exige para los antonianos es de escarbar varios frentes y en los cuales es necesario una cuidadosa atención. Revisar, especialmente, los desaciertos que perjudicaron en la formación de valores de la propia cantera del club, con escasa coincidencia en la promoción de los mismos para la conformación de una base sólida que permita afrontar los diferentes torneos y de mayor envergadura. Y el desfasaje repercutió de un forma que aquel técnico de turno o quien llegaba a Salta para dirigir al equipo, siempre se vio en el apuro de confeccionar una lista de unos 15 o 16 refuerzos, al menos, para armar los respectivos planteles. ¿Y nuestros jugadores?, fue la pregunta que siempre salía de los mismos hinchas de Juventud. Y es que nadie asumió semejante desatención, específicamente en una preparación para que pasen a formar parte de un grupo profesional de jugadores. Así también se generaron grandes deudas con futbolistas foráneos que no respondieron al interés de contratarlos y que desencadenaron en un déficit financiero llegando a un extremo del cual está costando salir. 
Fijar objetivos, trazar planes implica continuidad de trabajo y mucho tiene que ver una etapa de transición cuando se marcha un grupo de dirigentes y llega otro. Los “egos” pueden más que una reunión de camaradería para zanjar diferencias, porque al fin y al cabo, unas institución con más 100 años de vida como Juventud Antoniana, es la que prevalece por encima de todas las cosas. 
Sólidas estructuras también forman partes de un crecimiento determinado club. Y aquí Juventud, es como que retrocedió en el tiempo. El poco fortalecimiento para compenetrar un trabajo provocó un desmoronamiento en los últimos tiempo, que costó el descenso del torneo Federal A, una caída a la que se agregó luego, la eliminación de la Copa Salta, en manos de Pellegrini. Un envoltorio que desencadenó cerrar un año que para todos los antonianos se espera que finalice los más rápido posible. 
Hilando más finos por lo que ocurrió el viernes, cuánto de responsabilidad le cabe a Adrián Cuadrado, el técnico que asumió esta parada, sabiendo a lo que se expuso. Si bien en la fase regular del Anual, el equipo santo agarró un funcionamiento que le otorgaba la suficiente garantía de ganar los partidos y solo perdió uno solo. Cuando le tocó ir a los play offs, amén de que se haya perjudicado por un parate, sus jugadores no supieron resolver lo que le planteó Villa Primavera. 

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Llegó el momento de un replanteo profundo en el Centro Juventud Antoniana. De evaluar de parte de la dirigencia que, actualmente, encabeza Gustavo Klix, incluyendo gestiones anteriores, un proceso que necesita, realmente, encontrar soluciones para salir de una situación bastante incómoda, complicada y encarar nuevos rumbos, después de los que significó la dura derrota con Villa Primavera por 3 a 2, el viernes pasado en el Gigante del Norte, y que significó la eliminación del torneo Anual, donde había sobradas aspiraciones para coronar el título de campeón. La derrota se convirtió en una desilusión enorme.
El cambio que hoy se exige para los antonianos es de escarbar varios frentes y en los cuales es necesario una cuidadosa atención. Revisar, especialmente, los desaciertos que perjudicaron en la formación de valores de la propia cantera del club, con escasa coincidencia en la promoción de los mismos para la conformación de una base sólida que permita afrontar los diferentes torneos y de mayor envergadura. Y el desfasaje repercutió de un forma que aquel técnico de turno o quien llegaba a Salta para dirigir al equipo, siempre se vio en el apuro de confeccionar una lista de unos 15 o 16 refuerzos, al menos, para armar los respectivos planteles. ¿Y nuestros jugadores?, fue la pregunta que siempre salía de los mismos hinchas de Juventud. Y es que nadie asumió semejante desatención, específicamente en una preparación para que pasen a formar parte de un grupo profesional de jugadores. Así también se generaron grandes deudas con futbolistas foráneos que no respondieron al interés de contratarlos y que desencadenaron en un déficit financiero llegando a un extremo del cual está costando salir. 
Fijar objetivos, trazar planes implica continuidad de trabajo y mucho tiene que ver una etapa de transición cuando se marcha un grupo de dirigentes y llega otro. Los “egos” pueden más que una reunión de camaradería para zanjar diferencias, porque al fin y al cabo, unas institución con más 100 años de vida como Juventud Antoniana, es la que prevalece por encima de todas las cosas. 
Sólidas estructuras también forman partes de un crecimiento determinado club. Y aquí Juventud, es como que retrocedió en el tiempo. El poco fortalecimiento para compenetrar un trabajo provocó un desmoronamiento en los últimos tiempo, que costó el descenso del torneo Federal A, una caída a la que se agregó luego, la eliminación de la Copa Salta, en manos de Pellegrini. Un envoltorio que desencadenó cerrar un año que para todos los antonianos se espera que finalice los más rápido posible. 
Hilando más finos por lo que ocurrió el viernes, cuánto de responsabilidad le cabe a Adrián Cuadrado, el técnico que asumió esta parada, sabiendo a lo que se expuso. Si bien en la fase regular del Anual, el equipo santo agarró un funcionamiento que le otorgaba la suficiente garantía de ganar los partidos y solo perdió uno solo. Cuando le tocó ir a los play offs, amén de que se haya perjudicado por un parate, sus jugadores no supieron resolver lo que le planteó Villa Primavera. 

Decisión, el lunes

Por ahora Adrián Cuadrado sigue como DT de Juventud Antoniana, según se anticipó desde la dirigencia del club, luego de la derrota frente Villa Primavera, aunque todo dependerá de la reunión que se efectuará, de comisión directiva, prevista para mañana. 
Hay quienes sostienen que ya hubo un contacto de un allegado a esta dirigencia, con el exDT Salvador Mónaco, quien confirmó esta versión, para hacerle llegar un ofrecimiento, pero nada formal. Además, el mimo Mónaco le dijo a El Tribuno que estuvo observando a través de las redes sociales el partido que el santo perdió con Primavera. Pero, ahora ante el hermetismo de los propios dirigentes del santo nada se pudo confirmar si que sucederá con Adrián Cuadrado y el posible regreso de Salvador Mónaco. 

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