Más de 20 familias trataron de ocupar terrenos en los últimos días en Gauchito Gil, barriada ubicada al sudeste de la ciudad, pero fueron desalojadas por la Policía en la madrugada de ayer. Solo dos mujeres permanecían anoche en el lugar en una precaria casilla.
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Más de 20 familias trataron de ocupar terrenos en los últimos días en Gauchito Gil, barriada ubicada al sudeste de la ciudad, pero fueron desalojadas por la Policía en la madrugada de ayer. Solo dos mujeres permanecían anoche en el lugar en una precaria casilla.
“Primero estuvimos en el terreno sin que se entere nadie. Después se corrió la voz y otras familias llegaron a instalarse. Pero ayer vino la Policía a desalojar, rompieron las cosas de la gente y empujaron”, contó Mariana Vargas a El Tribuno.
La mujer aseguró que llegó a esa situación con su hijo porque tuvo que dejar una casa que alquilaba en el barrio San Ignacio y no tenía dinero para ir a otro lugar. “Vendo empanadas y no tengo empleo fijo. En todos lados piden recibo de sueldo”, contó.
Vanina Vega, otra de las mujeres que quiere vivir en Gauchito Gil, sostuvo que no puede hacer los trámites para acceder una vivienda social porque le piden papeles de su hijo que no tiene por problemas con el padre del niño.
La mujer, junto a una familiar y su hijo, permanecían hasta anoche en una casilla de bloques encimados y chapas que habían improvisado para pasar la noche. “Tenemos miedo, no tenemos dónde estar con nuestros hijos”, aseguró.
Pamela Díaz, otra de las mujeres que trató de ocupar el terreno, sostuvo que uniformados habían secuestrado celulares de varios vecinos que filmaron el desalojo.
“Todas las familias que estábamos ahí tenemos iniciados expedientes en Tierra y Hábitat para acceder a un terreno, pero no nos dan soluciones. A las cuatro de la mañana nos rodearon muchos policías. Nos querían hacer firmar papeles y nos hicieron salir. Levantaron todas las carpas ”, dijo Pamela Díaz. “Estamos desesperados. Queremos una salida” agregó la mujer.
Alrededor del terreno había una fuerte custodia policial para evitar nuevos intentos de asentamientos. Algunas de las familias aseguraron que seguirán peleando por un techo y no descartaron volver a instalarse en este espacio.