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"Mi esposo no es un sicario es solo un taxista señalado"

La familia de un acusado por un crimen por encargo reclama por su inocencia. Asegura que lo incriminan para proteger a los verdaderos asesinos.
Miércoles, 13 de marzo de 2019 02:24

En la mañana del 7 de marzo Martín José Castillo se subió a los techos del penal de villa Las Rosas y amenazó con quitarse la vida. La razón: ser escuchado por la Justicia.

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En la mañana del 7 de marzo Martín José Castillo se subió a los techos del penal de villa Las Rosas y amenazó con quitarse la vida. La razón: ser escuchado por la Justicia.

Castillo se encuentra procesado en una causa compleja donde confluyen narcotráfico y muerte por encargo, en donde él se encuentra como el principal sospechoso de la muerte de Raúl Martínez, productor agropecuario ligado a la actividad de los bagayeros de Orán.

Tras la noticia de la decisión del preso, la familia del mismo viajó desde la vecina provincia de Tucumán para reclamar celeridad y una investigación seria. El caso conmocionó la opinión pública del país, al tratarse de un crimen narco supuestamente orquestado desde una comisaría de un municipio pegado a la capital salteña por un personaje que se hallaba alojado en la misma en calidad de detenido.

Al respecto, la esposa de Castillo, Rosa Oliva, aseguró que su pareja fue detenida en Orán cuando había concurrido a esa ciudad a cobrar una cuota adeudada por la venta de un auto. "El día del homicidio de Martínez estuve con mi esposo todo el tiempo, jamás nos separamos, incluso tenemos pruebas de los lugares donde estuvimos juntos. No teníamos dinero, solo una suma irrisoria con la que compramos ropa y calzado para revender en Tucumán. La detención se produjo dos meses después del crimen, cuando volvimos a Orán a comprar mercadería para la reventa, como cientos de tucumanos lo hacen".

Según la mujer, personalmente buscó cámara por cámara para poder probar la inocencia de su marido. "Sospechosamente las cámaras que muestran al sicario que asesinó a Martínez no funcionaban esa noche, o no tomaron la escena. Hoy mi esposo se muestra para que todo el país lo vea que nada tiene que esconder, sino que es solo un taxista, que encajaba a la perfección para cerrar un caso odioso para la seguridad pública y a la vez para proteger a las bandas que se disputan los espacios de poder en Orán.

Oliva señala que "en el expediente está claro que la moto fue hallada y quien la entregó a dos personas que cometieron el hecho no dijo a quién se la entregó. El arma nunca apareció, pero igualmente varias personas están detenidas, algunas con responsabilidad otras no. Lo llamativo es que mi esposo es el único que declaró y allí está, preso".

Homicidio de Martínez

El hecho se registró el 6 de mayo de 2017, a las 21.50, en Esquiú y Alvarado. A pocos metros estaba estacionada la camioneta Toyota Hilux en la que había llegado. Se estableció que Martínez había ido a comprar sándwiches en un carrito, acompañado de su pareja y la hija de ambos. Según testigos, Martínez se bajó de su camioneta y se quedó a esperar el pedido. Es ese momento llegó una moto de la que descendió un sujeto armado, quien le efectuó varios disparos. Tras consumar el ataque el agresor escapó en la moto conducida por otra persona. De las intervenciones a los celulares de Rojas, Quiroga y Mendoza, que estaban siendo investigados por el caso Gerónimo, surgieron evidencias de que la misma banda ejecutó a Martínez.

 

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