El nuevo giro que tomó la investigación por el “caso Jimena Salas”, la vecina de Vaqueros asesinada en enero de 2017, ya dio el primer resultado alentador para su esclarecimiento. El Ministerio Público Fiscal informó ayer que se logró la detención de un sospechoso, quien fue imputado por los delitos de “supuesto homicidio calificado por ensañamiento, alevosía y por precio o promesa remuneratoria”.
Con la captura de esta persona se dio el primer paso luego de la firme decisión adoptada por el procurador general Abel Cornejo de resolver cuanto antes esta causa, que se mantiene impune desde hace dos años y medio. Se informó que la hipótesis del femicidio es una de las líneas de investigación sobre la que viene trabajando la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, a cargo de los fiscales penales Pablo Rivero y Ramiro Ramos Ossorio.
Las actuaciones se realizan bajo estricta reserva y por ese motivo no se dio a conocer la identidad del imputado, como tampoco otros detalles relacionados con las circunstancias de su detención. La escueta información difundida por el Ministerio Público a través de su página web solo expresa que ayer se realizó la audiencia de imputación correspondiente, mientras se concretan nuevas diligencias vinculadas con la investigación en curso.
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El nuevo giro que tomó la investigación por el “caso Jimena Salas”, la vecina de Vaqueros asesinada en enero de 2017, ya dio el primer resultado alentador para su esclarecimiento. El Ministerio Público Fiscal informó ayer que se logró la detención de un sospechoso, quien fue imputado por los delitos de “supuesto homicidio calificado por ensañamiento, alevosía y por precio o promesa remuneratoria”.
Con la captura de esta persona se dio el primer paso luego de la firme decisión adoptada por el procurador general Abel Cornejo de resolver cuanto antes esta causa, que se mantiene impune desde hace dos años y medio. Se informó que la hipótesis del femicidio es una de las líneas de investigación sobre la que viene trabajando la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, a cargo de los fiscales penales Pablo Rivero y Ramiro Ramos Ossorio.
Las actuaciones se realizan bajo estricta reserva y por ese motivo no se dio a conocer la identidad del imputado, como tampoco otros detalles relacionados con las circunstancias de su detención. La escueta información difundida por el Ministerio Público a través de su página web solo expresa que ayer se realizó la audiencia de imputación correspondiente, mientras se concretan nuevas diligencias vinculadas con la investigación en curso.
La hipótesis de que Jimena Beatriz Salas pudo haber sido asesinada por sicarios, con ensañamiento, alevosía (más de 40 puñaladas) y por precio o promesa remuneratoria, evidencia que la investigación tomó otro matiz. Hasta antes del cambio de los fiscales las pesquisas estaban orientadas en que la mujer fue muerta en ocasión de robo, el 27 de enero de 2017, en el interior de su vivienda del barrio San Nicolás del pueblo de Vaqueros, en el área metropolitana de Salta.
Tras la lectura del expediente el procurador Abel Cornejo descartó de plano esa teoría, ya que de la propiedad no desapareció ningún bien, a excepción del celular de Salas, que apareció tirado después en la vía pública. Lo que surge del tenor de la imputación al detenido es que la mujer habría sido víctima de un crimen mafioso, ejecutado por sicarios. Palabras más, palabras menos, esto significaría que se trató de un crimen por encargo, que a Jimena la mandaron a matar. Esta teoría guarda relación con las sospechas que tuvieron desde el principio los vecinos de Vaqueros.
Con el relevo de los fiscales Pablo Paz y Rodrigo González Miralpeix, el procurador decidió darle un nuevo rumbo a la investigación, tal como lo había anunciado cuando asumió el cargo en mayo pasado. Cornejo no solo designó para esta tarea a Rivero y Ramos Ossorio, sino que ordenó la selección de otros hombres de la División Homicidios de la Policía de la provincia para que se abocaran exclusivamente a esta difícil misión.
Trascendió que desde que se hicieron cargo del caso, los nuevos fiscales tomaron declaración a nuevos testigos. Se trataría de personas del entorno familiar y social de la víctima, que no fueron tenidas en cuenta por los anteriores investigadores. Todo indica que fue en el marco de estas nuevas diligencias, lo que posibilitó la detención del primer sospechoso del crimen.
El hecho de que este hombre haya sido haya sido imputado hace suponer que los fiscales Rivero y Ramos Ossorio encontraron algún elemento que lo vincula con el homicidio de la vecina de Vaqueros. El primer elemento que podría involucrarlo sería el cotejo de las pruebas de ADN recolectadas en la escena del crimen y que corresponden a dos hombres, según lo informado en su momento por el fiscal Paz.
En medio del estricto secreto con que se manejan las actuaciones, se sabe que los investigadores están trabajando a full en procura de desentrañar la compleja causa. Se desconoce si el sospechoso detenido se avino o no a declarar, solo que en la audiencia de imputación fue asistido por un abogado particular. Las fuentes consultadas por El Tribuno no descartaron que de un momento a otro se produzcan nuevas detenciones.