Donde Diego Armando Maradona pone el pie es noticia, trasciende y vende. Y no es un descubrimiento, porque desde su aparición como jugador, aquel 20 de octubre de 1986, con la camiseta de Argentinos Juniors, generó un interés mayúsculo y preponderante en el mundo entero, por lo que le tocó vivir en todo este tiempo.
Vaya si no cobra una notoriedad inusual la presencia de Maradona en donde llegue, a contracara de lo que ocurre en un país como el nuestro en estos tiempos, con esta sucesión de que el dólar sube y sube, y con una inestabilidad financiera que mantiene en vilo a toda una sociedad.
El Diez, en cambio, conserva esa hegemonía con el rotulo de ídolo indiscutido.
Aún siendo jugador y con una suspensión de por medio, Diego hizo su aparición como director técnico (1994 en Mandiyú de Corrientes) y así pasó por diferentes equipos, con algún intervalo de por medio, y llegó a la Selección nacional. Anduvo por los Emiratos Árabes, luego viajó a Sinaloa (México) y cuando regresó a la Argentina sonó su nombre para dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata. ¡Vaya noticia!, que rápidamente ayer se confirmó; por lo que otra vez volverá a dirigir a un equipo argentino que milita en Primera División, amenazado seriamente por el descenso.
En los diferentes medios cuando se dio a conocer la información estallaron los más variados comentarios, a favor y en contra. Incluso este fenómeno de lo que repercute en la figura del exmundialista armó un revuelo sin precedentes en el club platense, a tal punto que se estuvo anunciando la suscripción de nuevos socios.
Diego Maradona estará otra vez al costado de un campo de juego en la Argentina dirigiendo a un equipo, una tarea que realmente congratula y se atesora como una revancha que vino a buscar, amén de las cuestiones política que pudieran exponerse, porque hasta ese punto entra a tallar la presencia de Maradona, aprovechando a un astro que supo brillar en un campo de juego.
Según dijeron, solo falta la firma para dejar sellado el correspondiente contrato entre Diego y Gimnasia y Esgrima de La Plata. Pero en el Bosque platense ya se palpita la llegada del “más grande”.
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Donde Diego Armando Maradona pone el pie es noticia, trasciende y vende. Y no es un descubrimiento, porque desde su aparición como jugador, aquel 20 de octubre de 1986, con la camiseta de Argentinos Juniors, generó un interés mayúsculo y preponderante en el mundo entero, por lo que le tocó vivir en todo este tiempo.
Vaya si no cobra una notoriedad inusual la presencia de Maradona en donde llegue, a contracara de lo que ocurre en un país como el nuestro en estos tiempos, con esta sucesión de que el dólar sube y sube, y con una inestabilidad financiera que mantiene en vilo a toda una sociedad.
El Diez, en cambio, conserva esa hegemonía con el rotulo de ídolo indiscutido.
Aún siendo jugador y con una suspensión de por medio, Diego hizo su aparición como director técnico (1994 en Mandiyú de Corrientes) y así pasó por diferentes equipos, con algún intervalo de por medio, y llegó a la Selección nacional. Anduvo por los Emiratos Árabes, luego viajó a Sinaloa (México) y cuando regresó a la Argentina sonó su nombre para dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata. ¡Vaya noticia!, que rápidamente ayer se confirmó; por lo que otra vez volverá a dirigir a un equipo argentino que milita en Primera División, amenazado seriamente por el descenso.
En los diferentes medios cuando se dio a conocer la información estallaron los más variados comentarios, a favor y en contra. Incluso este fenómeno de lo que repercute en la figura del exmundialista armó un revuelo sin precedentes en el club platense, a tal punto que se estuvo anunciando la suscripción de nuevos socios.
Diego Maradona estará otra vez al costado de un campo de juego en la Argentina dirigiendo a un equipo, una tarea que realmente congratula y se atesora como una revancha que vino a buscar, amén de las cuestiones política que pudieran exponerse, porque hasta ese punto entra a tallar la presencia de Maradona, aprovechando a un astro que supo brillar en un campo de juego.
Según dijeron, solo falta la firma para dejar sellado el correspondiente contrato entre Diego y Gimnasia y Esgrima de La Plata. Pero en el Bosque platense ya se palpita la llegada del “más grande”.