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Quiso matarse, pero el fútbol le salvó la vida

Esta es la dura historia de vida de Mara Gómez, la futbolista trans de Villa San Carlos que espera ser habilitada por AFA para jugar en el fútbol femenino.
Domingo, 28 de junio de 2020 01:28

La futbolista trans de Villa San Carlos, Mara Gómez, que aún espera la habilitación de la AFA para jugar en la Primera División del fútbol femenino, confesó ayer que intentó suicidarse en varias ocasiones, pero que el fútbol le salvó la vida, al brindarle una contención social y servirle como “escape” a la discriminación.
Mara descubrió el fútbol a los 15 años por medio de una vecina del barrio, la misma que la frenó ante su decisión de quitarse la vida, algo que pensó más de una vez porque desde chica fue víctima de una “gran exclusión” al autopercibirse mujer y darse cuenta que le gustaban los varones.
En uno de esos intentos suicidas, la actual delantera del equipo de Berisso se topó con una de sus verdaderas pasiones: “Una vecina me socorrió. Y en ese período me invitaron mis vecinas a jugar al fútbol. No era algo que me llamaba la atención y lo tomé como una diversión, pero con el fútbol encontré un medio de contención social y me ayudaba a olvidar todo lo malo. Me salvó la vida”, contó Mara.
“Las personas trans no tenemos opciones prácticamente, la expectativa de vida es de entre 30 y 40 años, nadie nos da trabajo, nos excluyen desde nuestras familias y hasta en el sistema de salud cuando te atienden mal en un hospital. El mismo hombre hétero que te bloquea la posibilidad laboral es el mismo que después te consume en la prostitución, que es una salida que muchas encuentran. Se trata de vivir o de morir simplemente, es muy complicado”, describió.
Frente a esa cruda realidad, Gómez reclamó: “Una sociedad con oportunidades y que se entienda que la capacidad viene de la cabeza, no de los genitales, y que somos personas”.                                                                                                                                                                                              


Hoy se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, en recuerdo a los disturbios de Stonewall, Estados Unidos, de 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual.
En el contexto de la pandemia de coronavirus, Mara aguarda una resolución por parte de la AFA para poder jugar el campeonato femenino con Villa San Carlos, lo que acelera su ansiedad.
La atacante, de 22 años, admitió que mantuvo un buen diálogo de acercamiento con la gente de la AFA y confió en una resolución positiva de su situación, mientras afronta los últimos minutos de su otro partido, la carrera de enfermería, que cursa en La Plata con solo cinco finales para recibir el título.
Con el respaldo de la Ley de Identidad de Género, Mara aseguró que su idea fue “evitar el conflicto en un principio” y apostó a un entendimiento con la dirigencia de la AFA, ya que en la normativa de la FIFA no hay ningún artículo que le impida jugar al fútbol como al resto de sus compañeras.
Es que la Ley de Identidad de Género, entre muchas cosas, establece la obligatoriedad de que las personas trans sean tratadas de acuerdo a su identidad de género autopercibida.
La inclusión de deportistas trans es un debate abierto para las autoridades del mundo, al punto que el Comité Olímpico Internacional (COI) recomendó que ya no es “necesaria una operación para competir en la rama correspondiente al género que expresan”, pensando en los países que no cuenten con Ley de Identidad de Género.
 

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La futbolista trans de Villa San Carlos, Mara Gómez, que aún espera la habilitación de la AFA para jugar en la Primera División del fútbol femenino, confesó ayer que intentó suicidarse en varias ocasiones, pero que el fútbol le salvó la vida, al brindarle una contención social y servirle como “escape” a la discriminación.
Mara descubrió el fútbol a los 15 años por medio de una vecina del barrio, la misma que la frenó ante su decisión de quitarse la vida, algo que pensó más de una vez porque desde chica fue víctima de una “gran exclusión” al autopercibirse mujer y darse cuenta que le gustaban los varones.
En uno de esos intentos suicidas, la actual delantera del equipo de Berisso se topó con una de sus verdaderas pasiones: “Una vecina me socorrió. Y en ese período me invitaron mis vecinas a jugar al fútbol. No era algo que me llamaba la atención y lo tomé como una diversión, pero con el fútbol encontré un medio de contención social y me ayudaba a olvidar todo lo malo. Me salvó la vida”, contó Mara.
“Las personas trans no tenemos opciones prácticamente, la expectativa de vida es de entre 30 y 40 años, nadie nos da trabajo, nos excluyen desde nuestras familias y hasta en el sistema de salud cuando te atienden mal en un hospital. El mismo hombre hétero que te bloquea la posibilidad laboral es el mismo que después te consume en la prostitución, que es una salida que muchas encuentran. Se trata de vivir o de morir simplemente, es muy complicado”, describió.
Frente a esa cruda realidad, Gómez reclamó: “Una sociedad con oportunidades y que se entienda que la capacidad viene de la cabeza, no de los genitales, y que somos personas”.                                                                                                                                                                                              


Hoy se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, en recuerdo a los disturbios de Stonewall, Estados Unidos, de 1969, que marcaron el inicio del movimiento de liberación homosexual.
En el contexto de la pandemia de coronavirus, Mara aguarda una resolución por parte de la AFA para poder jugar el campeonato femenino con Villa San Carlos, lo que acelera su ansiedad.
La atacante, de 22 años, admitió que mantuvo un buen diálogo de acercamiento con la gente de la AFA y confió en una resolución positiva de su situación, mientras afronta los últimos minutos de su otro partido, la carrera de enfermería, que cursa en La Plata con solo cinco finales para recibir el título.
Con el respaldo de la Ley de Identidad de Género, Mara aseguró que su idea fue “evitar el conflicto en un principio” y apostó a un entendimiento con la dirigencia de la AFA, ya que en la normativa de la FIFA no hay ningún artículo que le impida jugar al fútbol como al resto de sus compañeras.
Es que la Ley de Identidad de Género, entre muchas cosas, establece la obligatoriedad de que las personas trans sean tratadas de acuerdo a su identidad de género autopercibida.
La inclusión de deportistas trans es un debate abierto para las autoridades del mundo, al punto que el Comité Olímpico Internacional (COI) recomendó que ya no es “necesaria una operación para competir en la rama correspondiente al género que expresan”, pensando en los países que no cuenten con Ley de Identidad de Género.
 

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