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Sexualidad: Lo que dice tu nariz en la intimidad

En algún momento de la historia se analizó su tamaño con las capacidades sexuales. 
Domingo, 23 de agosto de 2020 01:46

Ya sabemos que existen muchos aspectos morfológicos de nuestro cuerpo, como las piernas o los dedos, que pueden influir en nuestra sexualidad o en la forma de percibir nuestras relaciones. Ahora también parece que debemos destacar otro elemento, esta vez situado en el rostro, para saber cómo somos en la cama. Hablamos, como puedes comprobar, de la nariz.

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Ya sabemos que existen muchos aspectos morfológicos de nuestro cuerpo, como las piernas o los dedos, que pueden influir en nuestra sexualidad o en la forma de percibir nuestras relaciones. Ahora también parece que debemos destacar otro elemento, esta vez situado en el rostro, para saber cómo somos en la cama. Hablamos, como puedes comprobar, de la nariz.

La anchura de nuestra cara o el diámetro que tiene nuestra pupila también pueden darnos claves sobre cómo somos o cuánta inteligencia tenemos. Sabemos que el tamaño de la nariz, desde hace mucho tiempo, se ha relacionado, en los hombres, con tener un miembro viril grande. Sin embargo, esto parece más bien un mito. Pero, ¿qué hay de su relación con la fogosidad en el dormitorio?

Si lo has escuchado alguna vez, quizá tengas curiosidad. Descubre qué es lo que dice tu nariz sobre tu sexualidad.
Muchos son los expertos que han relacionado nariz y sexualidad. Uno de ellos, por ejemplo, fue el mismo Sigmund Freud. Se encargó de rescatar algunas creencias antiguas sobre este tema y ponerlas sobre la mesa, convirtiéndolas, de nuevo, en una cuestión de actualidad.

También, el padre del psicoanálisis fue el encargado de dar el visto bueno a algunas intervenciones quirúrgicas que relacionaban la nariz con algunos trastornos neuronales que tendrían un origen sexual. Aunque ahora nos parezca prácticamente impensable, eran prácticas mucho más comunes de lo que piensas en la época.

Esto dio lugar a que algunos expertos, ya en el siglo XXI, aseguren que nuestra nariz sí forma parte del proceso sexual. De hecho, tal es la relación, que hasta puede influir en nuestra capacidad para elegir a la persona que amamos. También podría ser la encargada de causar un mayor o menor número de encuentros sexuales, así como localizar las emociones. El poder de la nariz parece ser muchos según algunos, pero, ¿se basan en la realidad o es tan solo un mito?

Son varios los estudios que se han encargado de poner en común sus resultados sobre estas premisas. Parece, después de todo, que según el desarrollo en el que se encuentre nuestro sentido olfativo, así será el número de relaciones sexuales que disfrutaremos. Es decir, parece que no estaban tan desencaminados al unir este elemento de nuestro rostro con la sexualidad.

Pero, ¿cómo podría ser esto posible? Parece que, de acuerdo a lo que descubrieron un grupo de psicólogos, las personas que tienen un peor olfato, parecen más inseguras en los temas sexuales. Es decir, son más tímidas y también les gusta menos llevar la iniciativa por voluntad propia.

Esto sucede porque no son capaces de percibir con plena exactitud las muestras libidinosas que va emanando su pareja. Los seres humanos, igual que los animales, nos guiamos mucho por nuestro olfato a la hora de elegir pareja. Esto, ahora, parece ser la clave de que algunas personas prefieran no tener sexo o una relación con otras.

Tan importante es el olfato en nuestras relaciones sexuales que, problemas derivados del mismo, podrían suponer un caos a la hora de encontrar pareja. Por ejemplo, es el caso de aquellos que nacen con anosmia congénita.

¿Qué significa esto? La anosmia congénita es un problema que tiene como consecuencia la ausencia de olfato. Es cierto que nos puede costar más meternos en temas de sexualidad si esto nos ocurre aunque, como es lógico, no será imposible ni determinante.

Existen muchas otras cosas que podemos usar como sustitutas del mismo: las miradas o los gestos. Y siempre nos quedarán las palabras, con las que podemos exponer nuestras emociones y pensamientos.
 

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