Tras la tormenta que afectó a casi todo el Valle de Lerma, un espectáculo singular pudo ser apreciado por cientos de personas que incluso bajaban de los vehículos para sacar fotos desde las rutas que van en el sentido este - oeste. Los salteños y turistas quedaron maravillados con el doble arcoiris que se formó luego de la intensa precipitación.
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Tras la tormenta que afectó a casi todo el Valle de Lerma, un espectáculo singular pudo ser apreciado por cientos de personas que incluso bajaban de los vehículos para sacar fotos desde las rutas que van en el sentido este - oeste. Los salteños y turistas quedaron maravillados con el doble arcoiris que se formó luego de la intensa precipitación.
El fenómeno tiene una explicación científica y suele ocurrir por el exceso de agua y vapor en el ambiente que descompone la luz con un doble efecto de prisma ante la presencia de los rayos solares.
En ocasiones no se ve un único arco iris, sino dos, uno por encima del otro y con los colores cambiados de orden. Este segundo arco iris se produce a partir del rayo de Sol que penetra por la parte de abajo de la gota, y llega rebotar dos veces dentro de la gota. Al haber dos rebotes, los rayos se cruzan y salen de la gota en orden inverso. Este segundo arco iris es más débil porque en cada rebote se pierde algo de energía.
El ángulo de salida también es mayor, ya que al realizar dos rebotes los rayos de luz cubren más distancia y este es el motivo por el cual, el segundo arco iris, se ve más arriba que el primero. Además, al salir en orden inverso, el rojo estará abajo y el violeta arriba. Esto es lo que claramente se acaba de ver en el Valle de Lerma.
Pero también hay otro fenómeno que seguramente los más observadores notaron: el espacio entre los dos arcoiris adopta una tonalidad más oscura. Esta zona se conoce como el “Banda de Alejandro”.
Los rayos de luz que experimentan un solo reflejo en las gotas de lluvia forman el arco iris primario o iluminan el cielo dentro de él. Los rayos reflejados dos veces se desvían para formar el arco secundario o iluminar el cielo exterior. Las gotas de lluvia a lo largo de las líneas de visión entre los dos arcos no pueden enviar toda la luz al ojo del observador, y por ese motivo el cielo está más oscuro allí. En el año 200 DC Alejandro de Afrodisias describió por primera vez el efecto que ahora lleva su nombre.