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“Los niños no absorben solo lo que se les dice, sino lo que ven”

Jueves, 28 de octubre de 2021 09:26

Susana Guzmán es una religiosa de una larga trayectoria al servicio de la comunidad. No solo desarrolló su trabajo en la provincia de Salta, sino también en Córdoba, Jujuy, Santa Fe y Bolivia. Desde que ingresó a la congregación de las Hermanas del Huerto en 1978, acompañó su labor con capacitaciones en diversas áreas de la vida religiosa y social, que la llevaron a Roma y a Israel. 
Desde 2012 se encuentra abocada a la vida parroquial de la iglesia San José, de su pueblo natal, Cerrillos. Allí se encuentra a cargo de la coordinación de la Catequesis y como ministra de la comunión a los enfermos.

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Susana Guzmán es una religiosa de una larga trayectoria al servicio de la comunidad. No solo desarrolló su trabajo en la provincia de Salta, sino también en Córdoba, Jujuy, Santa Fe y Bolivia. Desde que ingresó a la congregación de las Hermanas del Huerto en 1978, acompañó su labor con capacitaciones en diversas áreas de la vida religiosa y social, que la llevaron a Roma y a Israel. 
Desde 2012 se encuentra abocada a la vida parroquial de la iglesia San José, de su pueblo natal, Cerrillos. Allí se encuentra a cargo de la coordinación de la Catequesis y como ministra de la comunión a los enfermos.

 

¿Hoy existe una real conciencia del significado de los sacramentos?
En el interior pesan mucho las costumbres. Las familias llevan a sus chicos a prepararse para la Comunión, por ejemplo, sobre todo por tradición. Cerrillos tiene una población muy grande. Hoy asisten a la catequesis unos 150 chicos. Sin embargo, puede notarse que no existe un compromiso serio de los padres con la vida cristiana del niño. Esto no quita que hay que sembrar en sus corazones la enseñanza de la Palabra, la vida de caridad, el respeto, es decir los valores humanos.

"Debemos inculcarles el sentido de una vida de fe, ser buenas personas, respetuosas de la vida, que es el don más grande que tenemos y que tan poco se está respetando a causa de la violencia en la que vivimos".


Evidentemente la sociedad ejerce su impronta, que es muy fuerte. Todo lo que se le puede dar a los chicos es muy poco, si es que la familia no acompaña. La mayoría proviene de familias de padres separados, que pasan unos días con el papá y otros con la mamá, o que muchas veces viven con los abuelos. Pero no hay que dejar de trabajar en este sentido, aunque el ambiente social sea hostil.


¿Cuáles son los males que aquejan actualmente a la sociedad?
El problema es de base. La corrupción es uno de los principales factores que corroe a la sociedad. Pero no solo la corrupción se da en la clase dirigente, sino la que alcanza a todos los sectores. La gente también comete pequeños actos de corrupción en su vida cotidiana, y todo suma para que las cosas no estén bien. En este sentido, el niño absorbe no solo lo que se le dice, sino lo que ve. Hay mucho por trabajar en este sentido. Esa es mi tarea en cuanto al catecismo, junto con la oración. Hay que rezar mucho por los chicos, por la patria, por un futuro que muchas veces se ve oscuro. Pero estoy completamente convencida que un mundo mejor es posible. Dios siempre saca algo bueno de la adversidad.

"La mirada de nuestra sociedad debe estar puesta en los niños y no olvidarnos nunca que ellos captan todo, tanto lo bueno como lo malo".


La comunidad también suele mantener relegados a los adultos mayores...
Mi tarea parroquial también incluye visitar a los enfermos. La mayoría de ellos ancianos. Siempre les pido que recen, que ofrezcan su sufrimiento por una sociedad nueva y mejor. Siempre digo que su oración vale el doble, porque va acompañada de la cruz, de los dolores, de las imposibilidades y de su dependencia de otras personas. A mí misma me tocó superar cuestiones de salud graves, así que los comprendo profundamente. El acompañamiento de la familia es fundamental para aliviar sus vidas.  

 

¿Cómo es la vida parroquial en una localidad como Cerrillos?
Es muy intensa. La localidad ha crecido muchísimo. Existen muchos centros de evangelización en su jurisdicción o también llamadas vicarías, las hay en Santa Teresita, en Los Alamos, Congreso Nacional, La Falda, Las Palmas, Cielos del Sur, entre otros puntos. Esto hace que haya que multiplicar los esfuerzos para que la iglesia esté presente tanto en la cuestión estrictamente religiosa, como en todo el trabajo social que se realiza desde la parroquia. Hace un mes asumió un nuevo párroco en Cerrillos. Se trata del padre Pablo Romero, conocedor de la realidad de la zona. Se viene el tiempo de las comuniones, así que se vive una etapa muy linda, de mucho entusiasmo para la comunidad católica. Es el momento en el que los chicos están listos para recibir a Jesús en sus vidas.

 

"Es importante que la familia sepa que la Comunión, este primer encuentro con Dios, tiene un enorme significado en la vida de los niños, que se traducirá en valores éticos, morales y espirituales. Como familia y como sociedad debemos acompañarlos en este camino".

 

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