Tras la derrota de Boca del pasado miércoles a manos de Independiente en el Libertadores de América, un momento caliente se vivió en el banco de suplentes entre Cristian Pavón y Carlos Zambrano. Sebastián Battaglia, entrenador de Boca, decidió sacar a Pavón en el segundo tiempo y el delantero cordobés se fue muy enojado al banco de suplentes: le pegó al techo y revoleó algunas botellas de agua. Al tirar una de las botellas terminó mojando a Zambrano, quien se enojó: el defensor se paró del banco y encaró a Pavón.
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Tras la derrota de Boca del pasado miércoles a manos de Independiente en el Libertadores de América, un momento caliente se vivió en el banco de suplentes entre Cristian Pavón y Carlos Zambrano. Sebastián Battaglia, entrenador de Boca, decidió sacar a Pavón en el segundo tiempo y el delantero cordobés se fue muy enojado al banco de suplentes: le pegó al techo y revoleó algunas botellas de agua. Al tirar una de las botellas terminó mojando a Zambrano, quien se enojó: el defensor se paró del banco y encaró a Pavón.
El delantero cordobés y el defensor peruano estuvieron a punto de irse a las manos, de no ser porque se paró a separarlos el arquero suplente Javier García. Todo este escándalo acontecía mientras adentro de la cancha se disputaba el partido. Según trascendidos, la bronca continuó en el vestuario de Independiente, pero esta vez entre Pavón y Eduardo Salvio, quien lo había increpado también por su reacción.
Tras estos incidentes, el DT de Boca, Sebastián Battaglia, muy cuestionado por jugar el clásico metiendo siete cambios, apuntó al nerviosismo de los jugadores xeneizes, por este encontronazo, y por el codazo de Carlos Izquierdoz a Alan Velasco, que le valió la expulsión. “Me preocupan más los nervios de los jugadores que el rendimiento”, reconoció el técnico.