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Buscan sumar más salteños al mundo de la programación

Cientos de jóvenes se formaron en temas que les permitirán una pronta inserción laboral, en la economía del conocimiento. 
Viernes, 31 de diciembre de 2021 12:26

Estas semanas, cientos de jóvenes salteños culminan un proceso de capacitación en el que adquirieron los fundamentos de programación junto a docentes y expertos del sector de las ciencias de la información, en una modalidad totalmente virtual.

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Estas semanas, cientos de jóvenes salteños culminan un proceso de capacitación en el que adquirieron los fundamentos de programación junto a docentes y expertos del sector de las ciencias de la información, en una modalidad totalmente virtual.

“Mil programadores salteños” se llamó este proyecto, que se desarrolló desde mediados de este año por medio de un trabajo articulado entre las carteras de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología y Economía y Servicios Públicos del Gobierno de la Provincia; la Universidad Nacional de Salta (UNSa) y el Centro Iberoamericano de Investigación en Métodos Numéricos en Ingeniería (Cimne-Iber).

La propuesta tuvo muchísima demanda, en un contexto en que se busca desarrollar la economía del conocimiento y generar más oportunidades de trabajo en la región.

Esta surgió a partir de una convocatoria del ministro de Economía de la Provincia, Roberto Dib Ashur, quien solicitó a la UNSa la capacitación con la idea de que los jóvenes encuentren una pronta inserción laboral. Desde la casa de estudios se concentraron en el desarrollo de la capacitación en sí. Diseñaron un programa flexible, que permitiera a los estudiantes que recién se iniciaban en la programación pasar por distintos temas que después podrían profundizar.

Para la primera cohorte se pensó inicialmente en 400 inscriptos, pero se preinscribieron más de 7.600 personas de entre 18 y 29 años de edad en pocas semanas. Por eso, el rector de la UNSa, Víctor Claros, y el ministro de Economía decidieron ampliar el cupo a mil.

Entre septiembre y diciembre, se les brindó a los cursantes materiales de consulta permanente y clases sincrónicas virtuales en grupos de alrededor de 30 personas. Si no podían participar en alguna clase, podían acceder a clases de consulta, de lunes a jueves, en cuatro horarios posibles, en las que los profesores resolvían los problemas o las dudas que tenían.
Luego de las evaluaciones, los próximos días recibirán los diplomas de manera virtual.

“Nuestra idea es hacer de puente para que ellos conozcan el mundo de la programación y desarrollen habilidades que les permitan adquirir un rol autodidacta aprovechando la vasta información gratuita de la web y las fuertes redes de programadores que hay a nivel local y mundial”, contó la secretaria de Cooperación Técnica y Relaciones Internacionales de la UNSa, Nilsa Sarmiento.

La licenciada en Análisis de Sistemas y doctora en Energías Renovables evaluó que el mercado de las ciencias de la computación, la informática y la ciencias de la información es una industria que viene en alza en las últimas décadas y que esta tendencia va a continuar.

Explicó que quienes trabajan en estas áreas se capacitan de manera permanente y que, por eso, las grandes industrias del software no piden ni exigen conocimiento formal, es decir que no piden un título académico. Les interesa que las personas tengan capacidad para resolver problemas técnicos y habilidades “blandas”, como por ejemplo, lidiar con un problema sin que les afecte o las desborde a nivel personal.    

Para favorecer el desarrollo de estas capacidades, desde “Mil programadores salteños” propusieron charlas motivacionales a los estudiantes: los viernes, grandes actores del software de Latinoamérica y de Estados Unidos contaban cómo fue su proceso de aprendizaje, en qué trabajan y cuáles son los proyectos que desarrollan. Buscaban incentivar a los chicos para que vieran, a partir de personas reales y accesibles, cómo ellos podrían comenzar a trabajar en este espacio.

Sarmiento valoró este curso como muy positivo y mencionó que la tasa de deserción fue bastante baja: “Estamos muy contentos con los resultados que obtuvimos. Hay chicos que quieren seguir trabajando y saber más”. Destacó que este fue “uno de los grandes aportes que hizo el Rectorado de la UNSa este año a la economía del conocimiento”.

La experta consideró que, si bien la capacitación fue básica, esta les brindó la posibilidad a los jóvenes de ingresar en una red, en la que pueden tener retroalimentación y profundizar en los temas que más les interesan, como los videojuegos. 

Explicó que en este sector, sobre todo entre quienes utilizan el lenguaje de programación Python, se trabaja de manera colaborativa en red: “Hay mucha horizontalidad y no priman las jerarquías, como en otro tipo de industrias”.

Mencionó que, una vez que se empieza a trabajar en grupo de manera virtual en proyectos, que pueden ser remunerados o no, las personas aprenden de manera constante. “El mundo actual plantea la virtualidad y el trabajo colaborativo como centrales”, aseguró.

Proyectos y vinculaciones

Desde la UNSa desarrollan muchos otros proyectos vinculados con la economía del conocimiento con directores a cargo, como una “start up” que va a trabajar con la industria del litio. “La idea es tener una empresa de base tecnológica, nacida de la universidad y financiada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación”, mencionó Sarmiento.

Otros grandes proyectos, apoyados, sobre todo, en la convocatoria “Ciencia y tecnología contra el hambre”, buscan responder a necesidades alimentarias desde la región, con capacidades y recursos humanos formados en institutos de la UNSa y del Conicet.

Junto a otros docentes, Sarmiento trabaja con inteligencia artificial y “machine learning”, herramientas de la nueva era digital, que intentan imitar cómo el cerebro aprende. En el marco de su línea de investigación, un proyecto trabaja desde las ciencias de la computación con energías renovables,que pueden ayudar a diversificar la matriz energética.    

La experta mencionó que desde la UNSa están impulsando más el Departamento de Informática, al que se suman cada vez más doctores. Mencionó que la investigación de base es, en general, en otras áreas y que el desarrollo de software permite profundizar en los conocimientos de cada campo y acercar soluciones a problemas reales.

Explicó que la industria 4.0 y la nueva organización mundial se asocian directamente con la capacidad de cambiar la matriz productiva de industrias clásicas, a las que se les puede brindar nuevas capacidades a partir del desarrollo de sistemas. Aseguró que las puertas de la UNSa están abiertas a las necesidades de la industria.     

Manifestó que durante la gestión actual, desde la UNSa ampliaron los lazos con el medio gubernamental y con el sector productivo: “La idea es acercar la gran potencialidad que tienen nuestros investigadores y docentes y el área de cooperación para responder a problemas que tiene la sociedad en la actualidad”. 

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